La “declaración de amor y respeto" de José Sacristán a Fernán Gómez

José Sacristán presenta 'El hijo de la cómica'.

El Teatro Fernán Gómez. Centro Cultural de la Villa acoge los días 14 y 15 de diciembre El hijo de la cómica, una obra escrita y dirigida por José Sacristán en homenaje a Fernando Fernán Gómez. "Este espectáculo no es otra cosa que una profunda, sincera y abierta declaración de amor y respeto a alguien que tuve el privilegio de conocer en profundidad, a un hombre imprescindible en la historia de nuestra cultura", ha apuntado Sacristán en la presentación del montaje en el Cine Doré.

Dentro de las actividades que el Teatro Fernán Gómez. Centro Cultural de la Villa viene realizando desde el pasado septiembre por el centenario del nacimiento del propio Fernán Gómez, se presenta ahora esta lectura dramatizada que podrá disfrutarse en la Sala Guirau, y que ha sido impulsada desde Filmoteca Española y producida por este centro del Área de Cultura, Turismo y Deporte del Ayuntamiento de Madrid.

El hijo de la cómica es una dramaturgia creada a partir del primer volumen de El tiempo amarillo, las memorias de Fernán Gómez. Sacristán, que dirige y escribe, actúa junto a Tina Sainz, Emma Suárez, Nuria Gallardo, Gabino Diego, Javier Godino y el pianista Marcos Ortiz. La dirección de la escenografía audiovisual corre a cargo de Juan Estelrich (a su vez ahijado de Fernando Fernán Gómez).

Según José Sacristán, El hijo de la cómica nace de las "muchas conversaciones" que él mismo tuvo con Fernando Fernán Gómez a propósito de lo que significaron en su vida su madre y su abuela, así como la evocación que hacía de su bisabuela. Se trata, por tanto, de contar cómo fue el "entorno" de su infancia y su juventud, marcado por las mujeres al ser hijo extramarital.

"Fue un muchacho que nació ya accidentalmente. Después tuvo una peripecia de vida en la España de los años veinte", apunta Sacristán, quien contrapone el ambiente íntimo de seguridad creado principalmente por su abuela frente a la hostilidad del mundo exterior durante la dictadura de Primo de Rivera, la Guerra Civil y la posguerra. Toda su vida, en definitiva, desde su nacimiento en 1921 hasta su primera película en 1943.

Esta contextualización de los años menos conocidos de Fernán Gómez llevan a Sacristán a apuntar que este cómo empezó todo está entre Pío Baroja y Benito Pérez Galdós, por lo que es "una especie de pequeño episodio nacional". "Cuenta perfectamente la historia del tiempo en el que fue creciendo y desarrollándose", apostilla.

Y prosigue: "También el ambiente de las pensiones y casas de huéspedes muy pobres, que carece por completo de cualquier estímulo o forma de confort. Sin embargo, frente a eso, él va armando su mundo a través de la lectura y su inquietud. Lo que tiene alrededor no es muy favorable, pero tiene el entorno íntimo y privado de amor de su madre y su abuela. Sobre todo su abuela".

Explica también Sacristán que El hijo de la cómica surgió de sus repetidos acercamientos a El tiempo amarillo. "A mí me movió esto porque su bisabuela era de un pueblo muy próximo al mío, Valdelaguna, cerca de Chinchón", desvela, al tiempo que agrega: "Yo hablaba mucho con Fernando de ese entorno hostil, de la guerra y lo que vino después. En aquellos años, él fue construyendo ese universo prodigioso desde incluso una fragilidad física, porque come lo que hay y no hay para mucho".

Por eso, remarca Sacristán que Fernán Gómez adquirió muy pronto la "conciencia de la supervivencia", de que "esto de estar vivo es un esfuerzo y hay que ganárselo". Y eso ocurre, entre otras cosas, porque le tocó vivir en un tiempo en el que en este país pasaba lo que pasaba y su familia se movía en la "precariedad". "Es interesantísimo que sepamos de donde parte toda esa capacidad para contar su tiempo", apostilla.

Así las cosas, Sacristán reconoce que El hijo de la cómica es una forma de volver a su viejo amigo, fallecido en 2007. "Es una inmensa satisfacción evocar la suerte que tuvimos todos los que estuvimos cerca de él", resalta, mencionando también a otros amigos como Miguel Delibes y Luis García Berlanga: "Aunque no quisieras, cuando estabas con ellos tenías que ser mejor, porque no cabía la impostura".

Todo el texto de esta obra son palabras extraídas de El tiempo amarillo. "Que no se te ocurra cambiar una palabra de un párrafo, que se te viene todo abajo", bromea Sacristán, quien ha ordenado y armado la estructura narrativa de ficción de teatro. "Esto es una lectura dramatizada, no una representación, y en ella vamos a incorporar toda la dramaturgia que se pueda hacer", concluye.

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