Las 'sesiones teta' para bebés lactantes pasan por primera vez de los cines al teatro

Una madre da el pecho a su hijo.

Las sesiones teta, especiales para madres y padres con sus bebés lactantes, están en algunos poquitos cines independientes españoles desde hace algo más de un lustro. Sesiones con la luz y el volumen controlados, que ahora dan el salto por primera vez a las tablas en el Teatro del Barrio de Madrid.

La iniciativa se inaugurará el próximo 26 de enero a las 19:30 horas con una función de Emilia, un monólogo producido por el propio teatro y dedicado a Pardo Bazán, por el que la actriz Pilar Gómez, protagonista también en esta ocasión, ganó el Premio Max en 2018. A partir de esta primera experiencia, la sesión teta del Teatro del Barrio se repetirá una vez al mes.

"Lo importante de esto es que no es una función para niños", apunta a infoLibre la gerente del teatro e impulsora de la idea, Ana Camacho, quien añade: "Parece que cuando eres madre de repente ya solo puedes hablar de biberones, de pañales y de espectáculos infantiles. Parece que la vida adulta se terminó, pero no". 

Por eso, remarca que se trata de funciones de personas adultas acompañadas de otras personas adultas "que pueden no ir con bebés, en un horario normal de adultos, a las siete y media de la tarde". "Por ser madre o padre no se acaba ni tu interés cultural ni las ganas de tomarte la caña de después de la función", apunta, al tiempo que asegura que, aunque lo ha buscado, no ha encontrado nada similar en otras ciudades españolas.

Igual que existen hoteles o restaurantes sin niños, queremos que en este caso sea lo contrario: un espacio donde hay niños, con todo lo que ello conlleva

Aún teniendo claro que la obra de la sesión teta siempre será para personas adultas, regirán unas reglas de juego y una complicidad entre asistentes y artistas que permitirán a las madres atender a sus bebés sin perderse ni un minuto de lo que ocurra escena.

Así, se facilitará un espacio en el vestíbulo del teatro para dejar los carritos. Durante la función, si el bebé llora, la madre o el padre podrá salir y volver a entrar una vez lo haya consolado. Además, serán funciones donde iluminación y sonido serán especialmente tenues, y el equipo artístico será consciente de lo particular de la sesión. 

Casa sesión teta se anunciará claramente para que quien compre entradas ese día "sepa que igual en algún momento hay que interrumpir un poquito" por algún imprevisto. "Igual que existen hoteles o restaurantes sin niños, queremos que en este caso sea lo contrario: un espacio donde hay niños, con todo lo que ello conlleva", plantea Camacho, madre de dos peques de cuatro años y ocho meses (el segundo todavía lactante).

El programador del cine Artistic Metropol de Madrid, Ángel Mora, uno de los pioneros en este tipo de iniciativas, recuerda a infoLibre que "tuvo una muy buena acogida desde un primer momento", y explica su funcionamiento: "Hay que seguir unos estándares y hay un protocolo en cuanto a temperatura de la sala y volumen de decibelios de la proyección. Tiene que haber cierta luz tenue porque no se puede dejar a oscuras para que las madres y los padres puedan ver si lo necesitan. También hay que tener cambiador en el baño y es aconsejable un microondas por si alguien necesita calentar algo".

Tras al parón provocado por la pandemia, este cine madrileño ha vuelto a rescatar estas sesiones los miércoles por la mañana -no como el Teatro del Barrio, que programa por la tarde-, siempre con películas de estreno. Asimismo, asegura que los espectadores que se apuntan a la sesión teta no lo hacen "tanto por la película como por la experiencia de ver una película en el cine con su bebé sin tener la sensación de que puedes estar molestando a alguien".

Otras salas que mantienen en su programación sus propias sesiones teta son las del Cine Maldà en Barcelona o La Vaguada y los Cines Embajadores en Madrid. El programador y responsable de prensa y márketing de estos últimos, Fernando Lobo, explica a infoLibre que la sesión teta nació en su caso el pasado diciembre por "aclamación popular". 

"Empezamos a recibir emails y mensajes de madres del barrio de forma muy paulatina y se intensificaron un día porque se debieron poner de acuerdo. La gente sabe a lo que viene, sabe que igual en la escena álgida de la película de repente igual alguien se tiene que levantar porque le requiere su bebé", explica Lobo.

Normalizar la lactancia en el teatro

Esa es la misma filosofía que se traslada ahora al teatro, con la intención última de "normalizar" la lactancia cada vez en más ámbitos de la vida diaria, desde ahora también en el teatro: "Parece que ya nos vamos acostumbrando a que se dé el pecho en un banco en la calle, en una tienda o donde sea. Con esta iniciativa Intentamos llevar un poco más allá esa normalización".

Para garantizar la tranquilidad de los más pequeños, serán siempre obras "tranquilas, sin sobresaltos de luz o sonido". Todo para crear un ambiente de seguridad familiar fuera de casa para los bebés, algo que ya se hace en los cines, como indica Mora rememorando una anécdota que lo resume todo: "Una vez vino un señor mayor y se le dijo en taquilla que era una sesión teta. Entró sin ningún problema y al salir dijo que los bebés se habían portado mejor que muchos adultos".

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