Temporeros, camareros o limpiadoras, las profesiones donde el salario mínimo tira de los sueldos

Camareros trabajando en la terraza de un bar en Madrid.

“Entendemos que entre 2,5 y 3 millones de trabajadores se van a beneficiar de la subida del SMI. Los sectores donde más impactará son es el campo, el comercio, la hostelería y, probablemente también, el sector de limpieza”, explica Fernando Luján, vicesecretario general de Política Sindical de UGT. Esto siempre suele ser así, de hecho, los sectores más afectados en términos de incremento de costes laborales son los que habitualmente han ofrecido de media unas menores remuneraciones, por eso suelen encontrarse siempre en el centro cuando se abordan las subidas del salario base.

Si se lleva a trámite la propuesta del Ministerio de Trabajo para subir el Salario Mínimo Interprofesional (SMI), en 2025 el mínimo que podrá percibir un trabajador serán 1.184 euros mensuales en 14 pagas. Esto supone un incremento del 4,4% con respecto al año pasado. Si se observa la evolución a medio plazo, en los últimos ocho años el SMI ha aumentado un 54%, mientras que los precios lo hicieron un 19%. Esto supone una ganancia de poder adquisitivo, aunque aquí hay que considerar muchos más factores, como por ejemplo la evolución en el precio de la vivienda o los alquileres. El año pasado las familias destinaban de media el 39,2% de sus ingresos mensuales al pago de la vivienda, según el Banco de España.

El comercio y el turismo son las ramas profesionales que peor se remuneran, de acuerdo con un estudio realizado por EADA Business School y la consultora ICSA Grupo. Así, cuantas más personas se agrupen en torno a las remuneraciones mínimas en un sector, más se incrementa el impacto cuando se produce una subida por ley. En este sentido, Luján incide en la necesidad de renegociar los salarios más allá de los sueldos base. “Cada vez hay más trabajadores que se ven afectados por el salario mínimo. Por tanto, deberíamos tomar conciencia de que también los convenios colectivos deben continuar subiendo para que no se produzca tanta acumulación en zonas del SMI”, concluye. 

Por su parte, desde Comisiones Obreras coinciden en el análisis. Según sus datos, si se elevase el salario mínimo un 5%, se beneficiarían más de 548.000 trabajadores del comercio y la hostelería y más de 290.000 de la administración pública, educación y sanidad (también privadas). En el caso de la agricultura, la cifra alcanzaría a más de 223.000 trabajadores. 

Pagar o no IRPF

La idea detrás de subir las retribuciones mínimas es intentar que el poder adquisitivo de los trabajadores no se erosione. En ese sentido, para los sindicatos la propuesta se queda corta y se muestran más partidarios de llevar el alza hasta el 5%. Además, esta semana ha surgido una nueva polémica, relativa a si esta retribución mínima debería estar exenta de tributación. En los últimos años, el Ministerio de Hacienda ha ido adaptando el IRPF a la subida del SMI, por lo que estos salarios base no pagaban. En esta ocasión, el Ministerio que dirige María Jesús Montero no se ha mostrado partidario de hacerlo, por lo que si los salarios suben hasta los 1.184 euros, tal como propone el ministerio de Yolanda Díaz, los trabajadores podrían tener que pagar alrededor de 300 euros al año, el 42% del alza

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“El SMI es el salario que permite a una persona trabajadora y a su familia vivir con unos mínimos estándares de suficiencia y dignidad. Y puesto que fija un suelo, se entiende que debe tener solo las deducciones indispensables, porque entendemos que por debajo de esa base no se puede vivir”, explica Fernando Luján. Desde los sindicatos apuntan que esta medida empeora la situación de los trabajadores. “Si fijamos un suelo y después lo erosionamos, volveremos a estar por debajo y tendremos de nuevo un problema”, concluye. Así, desde UGT reclaman que se lleve a cabo una política fiscal progresiva que acompañe, explican, los avances de la negociación colectiva.

Desde el Ministerio de Trabajo han señalado que regular el impuesto está fuera de sus competencias, pero el secretario de Estado, Joaquín Pérez Rey, ha puntualizado que el SMI debe ser el lugar a partir del cual se comience a tributar.

Por el momento, la reforma de los salarios mínimos se encuentra en fase de negociación y aún tendrá que pasar por varios estamentos antes de su tramitación parlamentaria. Del lado de la patronal, CEOE y Cepyme mantienen su posición inicial y rechazan la medida. Alegan que el coste salarial se situaría en 80 euros más al mes por trabajador, lo que supondría para la empresa se movería alrededor de 1.800 y 1.900 euros por persona al año.

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