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Sector bancario

La banca exige al Gobierno que comparta riesgos para abrir el grifo del crédito a las empresas

Jose María Linde

Las pequeñas y medianas empresas se ahogan. Sin crédito, mueren a millares. Desde el inicio de la crisis han desaparecido 300.000. Les falta liquidez. Les falta la savia que les permite funcionar, abrir la persiana a diario y pagar a acreedores y empleados. No hay financiación.  Para abrir la mano, la banca exige al Ejecutivo que comparta riesgos.

En medio del tira y afloja, el Banco de España, a través de su gobernador, Luis María Linde, alertó en el Congreso, durante la presentación del informe anual de la entidad, de que la normalización del crédito no se producirá "o será más lenta y difícil" si no se completa el saneamiento y reforzamiento de la solvencia del sistema bancario,

Declaraciones al margen, los 3,1 millones de pymes y microempresas que sobreviven en el país tratan de mantenerse a flote mientras el Ejecutivo y los bancos discuten sobre quién tiene la culpa de que el escaso tejido empresarial se agoste. Si en 2007 la banca dispuso 394.000 millones para el sector empresarial, en 2012 la cifra se redujo a 146.000 millones.

Millones de pymes

No es un asunto menor. De los 3,1 millones de pymes y microempresas censadas, 1.172.912 emplean entre 1 y 249 trabajadores. Suponen en torno al 60% del empleo total, según datos de la secretaria general de Industria y de la Pequeña y Mediana Empresa.

Todas las alarmas han saltado. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha instado a la banca a "que haga un esfuerzo" por facilitar que fluya el crédito que canaliza el Instituto de Crédito Oficial (ICO). "que haga un esfuerzo" Y es aquí donde surge el problema. Los bancos se quejan de que el ICO, entidad pública empresarial, no arrima el hombro. Proporciona liquidez a las entidades para que éstas presten el dinero a las empresas, pero los riesgos son todos de la banca. Si el cliente al que el ICO presta a través del banco no paga, el banco asume la pérdida.

Y sucede que la banca, explican fuentes de la asociación que defiende sus intereses, la AEB, no está para bromas. Por un lado, el Banco de España aprieta para acelerar su saneamiento, endureciendo las condiciones de refinanciación de los créditos; por otro, la troika impone una vigilancia extrema para sanear sus balances. Y en medio, el Banco Central Europeo (BCE) que facilita liquidez a las entidades a precio de ganga (0,5%) manteniendo la ficción de que ese dinero barato acabará por llegar a las empresas y consumidores.

"En ese contexto", asegura un antiguo alto cargo del ICO, "la banca hace, lógicamente, lo más fácil: compra deuda del país, algo rentable y líquido". Cuantos menos problemas, mejor. Desde el punto de vista de las entidades, la cuestión es sencilla: con una morosidad media del 10,87% en abril y teniendo en cuenta que los impagos de los créditos a las familias (hipotecas) rondan el 4%, está claro dónde se dispara la mora para llegar a la media.

Las cuentas de la morosidad

La agencia Moody's también hizo sus cuentas al respecto. Además de advertir que "la proporción de préstamos reestructurados que respaldan titulizaciones a pymes es mayor que las cifras oficiales", recordaba también que a finales de 2012 "un 39% de los créditos concedidos a las pymes eran dudosos". Traducido: la banca embalsa un problema que aún debe aflorar y que dificulta que el crédito vuelva a fluir.

Ni siquiera los flemáticos especialistas del FMI lo tienen claro. Esta semana, en Madrid, mientras reprochaban a la banca haber asumido una "excesiva aversión" al riesgo, mantenían la exigencia de sanear los balances y cortar cualquier alegría en el reparto de dividendos.

Para el ICO, la cuestión de compartir riesgos con la banca a la hora de mantener a flote el tejido empresarial es muy delicada. Podría hacerlo. No hay impedimento legal. Un portavoz del organismo recuerda que, de hecho, en la década de los 90 ya se hizo. Aunque hay una experiencia más reciente. Y más desastrosa. Entre 2010 y 2012, explica un portavoz, "existió una línea de crédito llamada ICO Directo que concedió 500 millones de euros. El ICO asumía todo el riesgo. Hubo un 26% de impagados y ello obligó a unas fuertes provisiones".

Para el ICO, la situación, pese a ser difícil, está mejorando. Según la entidad pública, "no se puede hablar en estos momentos de sequía". En la comparación del primer trimestre de 2013 con el último trimestre de 2012, "el crédito ha aumentado un 60%". Sin duda es una comparación favorable.

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En la comparación del primer trimestre de 2012 con el primer trimestre de este año, la caída es espectacular y ronda el 70%. Aunque hay que tener en cuenta que 2012 fue un año crítico para los bancos y cajas. La entidad pública prestó a las pymes 17.565 millones en 2012, según su memoria, un 5% menos que en el ejercicio 2011. Entre enero y junio de este año, la cifra de préstamos concedidos por el ICO a través de entidades financieras asciende a 4.143 millones.

"El problema no es que los bancos quieran o no quieran dar crédito" remachan fuentes bancarias. "El crédito y la economía van siempre juntos. Tanto el BCE como el FMI aseguran que el volumen de crédito en España se ajusta a la situación de la economía",  concluyen.

Esa situación, en lo que a los bancos se refiere, muestra dificultades para obtener financiación en el exterior en algunos casos, elevada morosidad, dependencia del dinero fácil del BCE y salida de depósitos de los más ricos (180.000 millones en apenas un año, según fuentes del sector). Un panorama desolador que explica por qué los canales del crédito están secos.

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