El coronavirus destruye en los últimos catorce días de marzo casi el mismo empleo que en todo 2008

La pandemia de coronavirus asesta un durísimo golpe al mercado laboral español. Sólo durante marzo se han destruido en nuestro país casi un millón de puestos de trabajo, la mayor parte de ellos desde la puesta en marcha del estado de alarma a mediados de mes. El día 12 el número de afiliados a la Seguridad Social arrancaba en 19.344.258. Algo más de dos semanas después, el 31, esa cifra había caído hasta las 18.445.436 personas. En total, 898.822 empleos menos. Un desplome que supera con creces los importantes descalabros producidos durante la Gran Recesión. El dato registrado sólo durante la segunda mitad de marzo es casi el mismo que el anotado a lo largo de todo 2008: 890.142 puestos perdidos fue el balance de aquellos doce meses. Y rebasa ampliamente al de 2012 –789.304 afiliados menos a la Seguridad Social–, cuando España se vio obligada a pedir a sus socios europeos la famosa ayuda para sanear el sistema bancario. Es más, la cifra conocida este martes casi triplica el peor dato histórico de destrucción de empleo mensual, un batacazo registrado hace más de una década de 353.994 puestos de trabajo.

Marzo suele ser positivo para el mercado laboral español. Sólo el año pasado se contabilizaron por estas fechas 250.318 altas nuevas. En esta ocasión, el mes arrancó en verde, aunque con subidas algo más moderadas que las que se experimentaron en 2019. Sin embargo, la tendencia cambió a medida que la crisis sanitaria se extendía por toda la geografía, tal y como puede apreciarse en la evolución diaria de las cifras del Ministerio de Inclusión y Seguridad Social. El 12 de marzo, se cerró con 8.187 afiliaciones menos. El día siguiente, cuando el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció en una declaración institucional la decisión del Ejecutivo de decretar la alarma, se destruyeron otros 76.787 puestos. Y el 16, con el estado excepcional activado, el número se desplomó en otras 178.569 personas, la caída más pronunciada de un ejercicio mensual que continuó en negativo hasta el cierre. El balance total es demoledor. Si febrero se cerró con 19.279.415 de afiliados, marzo lo hizo con 18.445.436, 833.979 menos. Sólo desde el día 12, el número de empleos destruidos fue de 898.822.

Este dato, el peor de la serie historia, contrasta incluso con los registrados durante la última crisis económica. Únicamente en las dos últimas semanas y media se ha perdido prácticamente el mismo número de afiliados a la Seguridad Social que en todo 2008. Durante aquel año, en el que empezaba a cocerse la famosa Gran Recesión, se destruyeron en total en nuestro país 890.142 empleos. El desplome mensual más importante de todo ese ejercicio –y hasta hoy la caída más pronunciada de toda la serie– se produjo en el mes de diciembre, cuando el número de afiliaciones se redujo en 353.994 personas, casi tres veces menos de las que se han contabilizado desde el día previo a que Sánchez anunciara el estado de alarma. Por aquel entonces se acababan de cumplir tres meses desde que Lehman Brothers, el cuarto banco de inversión de Estados Unidos, se declarase en bancarrota arrastrado por la crisis de las hipotecas basura. Y España había entrado oficialmente en recesión después de que el PIB retrocediera un 0,3% y un 1% en el tercer y cuarto trimestre del año, respectivamente.

Esta no es, sin embargo, la única comparación que evidencia la dimensión del descalabro. Tanto la destrucción de empleo de las dos últimas semanas y media como la de todo el mes de marzo superan ampliamente las caídas de todo 2009, 2010, 2011 y 2012. En el primero de estos ejercicios, la variación interanual fue de 665.595 personas. En el segundo, el año del gran recorte de gasto social del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, se destruyeron 161.923 puestos de trabajo. En todo 2011, la cifra se elevó hasta los 366.303. Y en 2012, ya con Mariano Rajoy al frente del Ejecutivo, la afiliación a la Seguridad Social cayó en 789.304 personas a lo largo del ejercicio. Y eso que durante aquellos doce meses la incertidumbre económica era terrible. La prima de riesgo alcanzó máximos históricos y el Gobierno se vio obligado a solicitar a las autoridades comunitarias una línea de rescate de hasta 100.000 millones de euros para sanear el sector bancario español.

El sector de la construcción cae un 12,31%

Los datos facilitados este martes en rueda de prensa por el ministro de Inclusión y Seguridad Social, José Luis Escrivá, dejan otras cifras reveladoras. Del total de bajas en la Seguridad Social, el 5,63% corresponde al régimen general, mientras que el 4,48% son del régimen especial de trabajadores del mar, el 1,6% de los sistemas especiales para trabajadores del hogar y agrarios y el 1,25% de los autónomos. Por sectores, el mayor desplome porcentual durante la pandemia se ha producido en la construcción –12,31%–, seguido por el sector servicios, que ha retrocedido un 4,40%. Si bien es cierto que este último vivió el impacto de la pandemia desde el primer momento, el de la construcción se mantuvo a pleno rendimiento hasta la decisión del Ejecutivo de hace una semana de paralizar toda la actividad económica. ¿A qué se debe entonces este retroceso? “Es conocido que este es un sector con una temporalidad extraordinariamente alta y es un candidato a tener un ajuste rápido”, ha explicado Escrivá, en rueda de prensa.

Las cifras de afiliación a la Seguridad Social muestran la fotografía fija de la situación laboral. Sin embargo, este martes el Ministerio de Trabajo también ha hecho públicos los datos del paro. Y el escenario que dibujan es, del mismo modo, malo. El número de desempleados registrados en las oficinas de los servicios públicos de empleo se disparó en marzo hasta los 302.365, lo que supone un incremento del 9,3%, otro récord en la serie histórica –son 100.000 más de los que se habían registrado en el mayor repunte hasta la fecha, el de enero de 2009–. Dos de cada tres nuevos parados procedieron del sector servicios: 206.016, un incremento del 8,9%. La construcción, por su parte, también se disparó en la estadística de Trabajo. Esta actividad sumó 59.551 desempleados más, lo que supone un repunte del 22,92%. Le siguen la industria y la agricultura, con aumentos del 9,1% y 4,2%, respectivamente. En cuanto a los contratos, en marzo se formalizaron 1,25 millones de contratos, lo que supone un descenso del 26,5% respecto al mismo mes de 2019.

620.000 afectados por ERTE

La destrucción de empleo ha afectado a todas las regiones, aunque las más golpeadas han sido Andalucía, Comunitat Valenciana y Cataluña. Sin embargo, es importante tener en cuenta que estas cifras no incluyen el número de trabajadores afectados en los últimos días por Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE). De hecho, esta cuestión ha centrado buena parte de las preguntas dirigidas a los ministros tras la comparecencia. En este sentido, la titular de Trabajo, Yolanda Díaz, ha explicado que unas 246.000 empresas los han presentado en el conjunto de comunidades autónomas, aunque ha querido aclarar que esos datos están incompletos porque algunas regiones no han facilitado cifras al Ejecutivo central, y ha detallado que el número de empleados afectados que ya tienen tramitada la prestación pública de desempleo asciende a unos 620.000. En este sentido, ha elogiado la labor del Servicio Público de Empleo Estatal (Sepe), que en sólo 24 horas ha sido capaz de tramitar 98.000 expedientes, una “cifra récord”.

Los dos ministros han insistido en que este mecanismo ha frenado la destrucción de puestos de trabajo. “Estas cifras son excepcionales, tremendas, pero la propia UE está señalando al mecanismo de ERTE como camino a seguir”, ha señalado Díaz. También desde los sindicatos han mostrado su preocupación por un dato “que no tiene precedentes en nuestra historia”, aunque han querido resaltar las medidas adoptadas. “Creo que se trata de evitar la destrucción de empleo y empresas, y para eso había que tomar medidas, se facilitó el acceso a los ERTEs y se han tomado medidas para evitar los despidos”, ha apuntado el secretario general de CCOO, Unai Sordo, en una entrevista en Los desayunos de TVE. Su homólogo en UGT, Pepe Álvarez, ha aseverado que “si hay suerte y todo va bien” se podrá recuperar cuando pase la pandemia. En este sentido, Escrivá confía en que “la restauración” sea “plena”, aunque ha añadido que “lo más difícil es saber la secuencia temporal en la que esto ocurrirá”.

La pandemia de coronavirus asesta un durísimo golpe al mercado laboral español. Sólo durante marzo se han destruido en nuestro país casi un millón de puestos de trabajo, la mayor parte de ellos desde la puesta en marcha del estado de alarma a mediados de mes. El día 12 el número de afiliados a la Seguridad Social arrancaba en 19.344.258. Algo más de dos semanas después, el 31, esa cifra había caído hasta las 18.445.436 personas. En total, 898.822 empleos menos. Un desplome que supera con creces los importantes descalabros producidos durante la Gran Recesión. El dato registrado sólo durante la segunda mitad de marzo es casi el mismo que el anotado a lo largo de todo 2008: 890.142 puestos perdidos fue el balance de aquellos doce meses. Y rebasa ampliamente al de 2012 –789.304 afiliados menos a la Seguridad Social–, cuando España se vio obligada a pedir a sus socios europeos la famosa ayuda para sanear el sistema bancario. Es más, la cifra conocida este martes casi triplica el peor dato histórico de destrucción de empleo mensual, un batacazo registrado hace más de una década de 353.994 puestos de trabajo.

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