El papa revela en su despedida la exisencia de “divisiones” en la Iglesia

Benedicto XVI apareció en público por primera vez este miércoles después de que el pasado lunes anunciara que renunciará al papado el 28 de febrero. Por la tarde, en la que previsiblemente será su última misa como pontífice, celebrada en una abarrotada basílica de San Pedro, Joseph Ratzinger llamó a acabar con las "divisiones del cuerpo eclesial" porque, a su juicio, contribuyen a "desfigurar" el rostro de la Iglesia. 

En esta misma ceremonia, el pontífice pidió tener en cuenta a los jóvenes para que la institución no pierda oportunidades de renovación. En este sentido, señaló que "los 'signos de los tiempos' en la sociedad y en la Iglesia también surgen a través de los jóvenes". por ello, advirtió de que "hacer caso omiso de estas señales o no discernirlas significa perder oportunidades de renovación".

Por la mañana, ante miles de fieles de todas partes del mundo, dijo que su retiro es consecuencia de una decisión tomada en "plena libertad" y "por el bien de la Iglesia". Durante su intervención fue interrumpido por aplausos del público ante los que Benedicto XVI respondió: "Gracias por vuestra simpatía". Benedicto XVI apuntó en italiano –su anuncio lo hizo en latín– que decidió renunciar al ministerio petrino al ser consciente de que no tiene las fuerzas para seguir adelante en el cargo y aseguró que la Iglesia está sostenida por el Espíritu Santo.

El Papa agradeció a los fieles "el amor y las oraciones" que le han ofrecido y les pidió que "continúen rezando por él, por la Iglesia y por el futuro Papa". Además, al finalizar su catequesis semanal, los fieles irrumpieron de nuevo en aplausos y gritaron "¡Viva el papa!"