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India acude a las urnas: Modi se presenta como 'padre de la nación' ante una oposición que ya habla de dictadura

Un hombre muestra un dedo marcado con tinta después de emitir su voto en una zona del distrito parlamentario de Ramban en Udhampur (India).

Côme Bastin (Mediapart)

Nueva Delhi (India) —

Intranquilos pero alegres, cientos de militantes se reunieron en el patio de la pequeña sede del Aam Aadmi Party (AAP, el "Partido del Hombre Corriente" en hindi), en la arteria política de Rose Avenue, en Nueva Delhi. El Tribunal Supremo ordenó el 3 de abril la puesta en libertad de Sanjay Singh, uno de los fundadores del AAP. "Lleva seis meses en la cárcel, pero se han retirado todos los cargos contra él", dice toda contenta Rajni Oberoi, presidenta del sector femenino del AAP. 

El AAP nació en 2012 de un gran movimiento contra las élites corruptas. Este partido ciudadano atrae a indios de toda condición, abogando por una gobernanza ética y servicios públicos para todos. En 2015, se hizo con Delhi región-capital, una hazaña que ha suscitado esperanzas de renovación de la democracia en la India. 

Pero en el periodo previo a las elecciones, fueron detenidas varias figuras del partido por la Enforcement Directorate, una agencia gubernamental, empezando por Arvind Kejriwal, fundador del partido y conocido opositor. Se le acusa de malversación de dinero procedente de los impuestos sobre el alcohol, algo que él obviamente niega. Según el gobierno, estas acusaciones proceden de agencias independientes y no tienen nada que ver con el calendario de las elecciones, que han comenzado el viernes 19 de abril en India y en Nueva Delhi se celebrarán el 25 de mayo, donde se denuncia una burda operación de intimidación. 

Por fin suenan las bocinas. Sanjay Singh hace su entrada entre lanzamientos de flores. En un pequeño escenario, toma la palabra emocionado. "Gracias a todos los activistas del AAP que luchan contra la dictadura del BJP [Bharatiya Janata Party, el partido del primer ministro Narendra Modi]. ¿Cometemos un delito al proporcionar educación de calidad, atención sanitaria, agua y autobuses gratuitos a los 20 millones de habitantes de Delhi? Amigos míos, este no es un momento de celebración, ¡sino de acción!” 

Los militantes están entusiasmados. La sentencia del Tribunal Supremo, una de las últimas instituciones independientes, demuestra que el AAP es víctima de un juicio farsa", afirma Charan, de 50 años. “Arvind Kejriwal será liberado también y se convertirá en un mártir. Los indios saben que es un hombre honesto. Hoy, todos los partidos de la oposición se enfrentan a amenazas similares. Por eso han salido en su defensa y quieren unirse contra la dictadura que quiere imponer Modi". 

Unión urgente

La oposición lleva un año hablando de unirse. En marzo de 2023, Rahul Gandhi, estrella del partido del Congreso, fue expulsado del Parlamento por una oscura acusación de difamación y evitó la cárcel por los pelos, de nuevo gracias a la intervención del Tribunal Supremo. En diciembre de 2023, la mayoría de los diputados de la oposición también fueron expulsados por "indisciplina". En enero, el ministro principal de Jharkhand (Estado del noreste del país), Hemant Soren, también fue detenido por "corrupción". La lista es larga.  

“Narendra Modi está acelerando su giro autoritario, probablemente porque no está tan seguro de su popularidad", piensa Debasish Roy Chowdhury, coautor de To Kill a Democracy: India's Passage to Despotism (Matar una democracia: el paso de la India hacia el despotismo, 2022). “Encarcelar a dirigentes de Estado sin pruebas tangibles no tiene precedentes en India. También se está chantajeando a políticos menos destacados para que se unan al BJP. Es similar a Bangladesh, donde se celebran elecciones cuando ya no hay oposición".

Los partidos de la oposición suelen estar dirigidos por clanes familiares, y los indios no creen que sean precisamente un dechado de virtudes.

Tavleen Singh, analista político y escritor

 El domingo 31 de marzo, bajo un sol abrasador, se congregaron en Nueva Delhi miles de personas convocadas por la Alianza Nacional para el Desarrollo Inclusivo de la India. Esta coalición reúne desde hace un año al AAP, al Partido del Congreso, al Partido Comunista y a los partidos regionales DMK y TMC. A pesar de sus diferencias, estos partidos están decididos a mantenerse firmes frente a Narendra Modi, el sepulturero de la democracia.  

“Amigos míos, sabéis cómo amañar un partido de críquet", dijo Rahul Gandhi a la multitud. “Se acercan las elecciones y Narendra Modi se ha autoproclamado árbitro. En nuestro equipo, incluso antes del comienzo del partido, ya han sido descartados varios jugadores clave. Arvind Kejriwal y Hemant Soren no están aquí físicamente, pero están en nuestros corazones. Lucharemos para salvar la India y su Constitución". 

Entre la muchedumbre se ve a militantes del AAP sosteniendo fotos de Arvind Kejriwal entre rejas. "Yo ya no me dedicaba a la política, pero ahora no tenemos otra opción", explica Ayushi, de 41 años, que ha venido con su marido y unos amigos. "Vengo del AAP, pero hago campaña por la alianza India. Una concentración como esta demuestra que podemos superar nuestras diferencias ideológicas para evitar una dictadura." De hecho, el AAP, fundado en 2012, ha cimentado su éxito a base de una guerra sin cuartel contra el partido del Congreso, entonces en el poder.  

Durante esta demostración de unidad se olvidan los rencores, aunque subsisten algunas diferencias, empezando por el reparto de escaños. Para presentar un frente unido, la coalición debe presentar un único candidato en cada una de las 543 circunscripciones del país. En Delhi, se reservarán cuatro escaños al AAP y tres al partido del Congreso. Pero en algunos lugares, los "aliados" presentarán varios candidatos: una bendición para el BJP. 

Malestar palpable

¿Puede cambiar las cosas esta cruzada por la democracia? Tavleen Singh, analista político y escritor, resta importancia a su impacto. "Los indios oyen hablar de la muerte de la democracia en cada elección. Además, estos partidos de la oposición suelen estar dirigidos por clanes familiares, y no son lo bastante creíbles como para erigirse precisamente en un dechado de virtudes. Modi encarna una forma de estabilidad, por lo que los votantes hacen la vista gorda a sus tendencias autoritarias.

Si perdemos, dentro de cinco años no estará usted aquí haciéndome preguntas. Le devolverán a su país y yo estaré en la cárcel.

Pawan Khera, portavoz nacional del partido del Congreso

Pero Arvind Kejriwal parece ajeno a la desafección de la India hacia la clase política. Su detención no pasó desapercibida en el popular mercado de Sarojini Nagar. "Apoyo al AAP porque sirve a los pobres. La calidad de la educación en la escuela de mis hijos ha mejorado mucho desde 2015", dice un sastre callejero musulmán. ”Podrán detener a Kejriwal, pero la gente seguirá votándole". 

El malestar es palpable incluso entre algunos de los partidarios del primer ministro. “Voto a Narendra Modi porque su política exterior es buena y ha desarrollado las infraestructuras del país", dice Ram Singh, un jubilado de 68 años. “Pero a mí también me gusta Kejriwal y no entiendo por qué lo han encarcelado. No nos dan ninguna prueba tangible de su culpabilidad". 

La capital sólo tiene siete de los 543 escaños totales a elegir en estas elecciones, pero lo que allí está en juego podría adquirir una dimensión simbólica nacional. Pawan Khera, portavoz nacional del partido del Congreso, está convencido de que los indios castigarán los abusos de Narendra Modi. "Los indios pueden ver que ha llegado la hora del cambio. Si perdemos, dentro de cinco años no estará usted aquí haciéndome preguntas. Le devolverán a su país y yo estaré en la cárcel". 

Desempleo e inflación preocupantes

Es difícil evaluar la importancia de estos ultimátums, pero el BJP quiere prepararse contra una ola de simpatía hacia la oposición. Un revés en la capital sonaría a castigo, por lo que el partido quiere conservar los siete escaños que se llevó en 2019. En la circunscripción de Delhi Sur, donde se concentran las instituciones políticas, quien afronta esa tarea es la candidata Bansuri Swaraj. 

"Vosotros, que os habéis reunido aquí esta tarde, formáis parte de la familia de Modi, un líder como ningún otro", dijo en el parque del barrio de Moti Bagh. Esta abogada de 40 años y leal al partido no tiene más que elogios para su gran líder: "Modi ha transformado la India, llevándola de la undécima a la quinta potencia mundial". El 25 de mayo, en las urnas, ¡elijan al BJP y denle un tercer mandato! 

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Según un reciente estudio del Centro para el Estudio de las Sociedades en Desarrollo, lo que más preocupa a los votantes es el desempleo y la inflación. Muy por delante de las cuestiones identitarias asociadas al BJP, pero también de la democracia. No muy lejos del mitin de Bansuri Swaraj, un tendero ilustra la brecha existente entre una campaña dramatizada por los partidos y las expectativas de los indios que tienen los pies en la tierra: "En 2014 y 2019, voté a Narendra Modi porque pensé que iba a mejorar nuestras vidas. Pero el coste de la vida se ha disparado para la clase trabajadora. Así que mi voto esta vez será para el Congreso".

 

Traducción de Miguel López

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