Los seguidores de Pormanove, un 'boy's club' hambriento de virilidad

Marie Turcan y Camélia Echchihab (Mediapart)

Para Clem es muy sencillo, “están los que lo entienden y los que no lo entienden”. Contactado por Mediapart, cuenta en tono alegre cómo “seguía todas las noches” la difusión en directo del canal de Jean Pormanove (JP) en la plataforma Kick.

Este seguidor de 20 años, que dice haber visto todos los lives de Raphaël Graven, alias JP, es firme: los que critican la violencia y humillaciones que sufría el streamer, muerto en directo durante la noche del 17 al 18 de agosto, no son más que haters, gente a la que “no le gustaba el contenido” propuesto.

Por el contrario, denuncia el “ciberacoso” que, según dice, han sufrido durante los últimos días Owen C. y Safine H., dos de las estrellas del canal que participaron en golpear y humillar a Raphaël Graven y a otro hombre discapacitado, Stéphane, apodado Coudoux. “¡Ellos no tienen nada que ver! Solo era diversión, una puesta en escena. Han perdido a un amigo”.

Clem es uno de los 190.000 suscriptores que tenía el canal Jeanpormanove, en el que un grupo de influencers de Niza se reunía en el Lokal para difundir vídeos casi todas las noches. En diciembre de 2024, Mediapart sacó a la luz la existencia de lo que parece ser un negocio de maltrato con mucha fama, cuyas primeras víctimas son personas vulnerables.

Con la muerte de Raphaël Graven, el caso ha adquirido relevancia nacional. Y muchos franceses se preguntan: ¿quiénes son esas decenas de miles de espectadores que cada noche se deleitaban con este sórdido espectáculo, y algunos de los cuales incluso pagaban por insultar a las víctimas?

“Hay de todo y de todas las edades”, asegura Margaux, una streamer de 31 años que apareció en el canal Jeanpormanove en el verano de 2024. En aquel momento, aceptó la invitación de Lokal con la esperanza de ganar visibilidad en Internet. “Estaba dispuesta a hacer entretenimiento con ellos, pero tenía que haber reglas”, relata. Una vez allí, se desilusionó. En aquel momento, Owen C., su hermano Gwen C., Safine H. y sus equipos ya se dedicaban a retransmisiones en directo de varios días sin parar. “A veces estaban encadenados, dormían en el local... Nada cumplía con las normas, olía a pis”, recuerda.

La investigación publicada por Mediapart en diciembre de 2024 supuso un verdadero alivio para quien llevaba meses sufriendo el acoso de un grupo de seguidores del canal. Margaux había tomado la iniciativa de comunicárselo a nuestro periódico, dada la gravedad de los hechos que denunciábamos. “Han doxeado [difundido información personal, ndr] a mi padre, revelado la dirección de mi casero”, explicaba entonces. Me dijeron: “Te voy a violar”, “Voy a violar a tu madre...”.

La espiral del maltrato

Ocho meses después, algunos aún no la han olvidado. “Sufro ciberacoso, ahora me dicen que es culpa mía que él haya muerto”, nos cuenta Margaux hoy. Aunque su participación en los lives fue breve y su relación con JP distante, no puede evitar sentirse culpable. “Todo el mundo es cómplice en esto. Toda esa gente que hacía donaciones... La policía se desilusionará rápidamente si intenta localizarlos; hay cientos de miles”, cree saber.

Mediapart estimó en más de 13.500 euros las donaciones mensuales acumuladas de los seguidores, en pequeñas cantidades de entre 4 y 10 euros, que les permitían publicar insultos online. Los internautas siempre se centraban en JP y Coudoux, a quienes llamaban “putas”, “Cotoreps” (discapacitado, en sentido peyorativo, ndt) y otros insultos deshumanizantes. A veces pedían “golpear a JP” cuando las retransmisiones en directo se consideraban demasiado tranquilas.

Ahora ha resurgido un videoclip, extraído de una retransmisión en directo de 2025, en el que se oye a un seguidor del canal cargar contra los streamers Safine H., Owen C. y su hermano Gwen C., porque el espectáculo ya no era lo suficientemente violento para su gusto. “¿Qué son estos lives de mierda que nos ofrecéis? ¿Cuándo vais a joder a JP? ¿Tenéis miedo de Mediapart o qué? Dejad de comportaros como zorras”. Owen C. se defiende: “¡En el último live, recibió una lluvia de bofetadas! ¡El penúltimo que hicimos fue realmente el más violento!“. Mientras el seguidor no se da por vencido, su hermano Gwen C. le dice: “¿Vendrás a vernos cuando estemos entre rejas?”.

“Hace reír a todo el mundo, no es realmente una humillación”, defiende Clem. “Es su trabajo, un trabajo como cualquier otro”. Aunque, admite, a veces había “golpes violentos”.

Entre ellos se venden la ilusión de que los demás no los entienden

Este discurso es mayoritario entre el núcleo duro de seguidores que intercambian opiniones en servidores Discord o en una conversación en Telegram. Este grupo público, de más de 4.500 personas, se llamaba hasta hace poco “Rouek”, el nombre de perro que se le había dado a Raphaël Graven. Desde su fallecimiento, el nombre se ha mantenido, pero se le ha dado un subtítulo más respetuoso. Un cambio que ilustra toda la ambivalencia de los sentimientos de estos jóvenes, que decían amar a Jean Pormanove y, al mismo tiempo, disfrutar viéndolo sufrir.

“De cualquier forma, todos sabemos que su muerte se debe a su higiene de vida”, señala un internauta sobre JP. Otro se burla de los “medios de comunicación” que atribuyen la muerte a los “chorros de pintura” lanzados por Owen C. “Llevo dos días dándole vueltas, con un nudo en el estómago y la moral por los suelos”, confiesa un tercero. “No nos engañemos, poco a poco, la comunidad se disolverá”, lamenta un cuarto. “Siempre tengo la esperanza de volver a ver al Lokal en directo...”, responde otro.

Entre la fragilidad y la connivencia

¿Cómo explicar que una parte de estos espectadores parece seguir sin darse cuenta de lo que ha pasado y de lo que algunos han tolerado en silencio durante meses?

“La violencia ejercida en este canal se compartía en connivencia con el público, en una especie de eufemización permanente del sufrimiento infligido a Raphaël Graven”, analiza Nathan Ferret, sociólogo, en una entrevista con Mediapart. “Es maltratado, pero al mismo tiempo, Naruto y Safine dicen que no, que es su amigo, que es por diversión... Y vemos que hacen guiños a la cámara cuando dicen eso, lo que significa que el público sabe muy bien lo que está pasando en realidad. Los espectadores están de alguna forma amañados”.

“Entre ellos se venden la ilusión de que los demás no los entienden”, constata también Valérie Rey-Robert, autora feminista, que analiza la construcción de este sentimiento de pertenencia a la luz de “una sociedad en la que cada vez hay menos asociaciones, menos políticas...”. “Tienen realmente la sensación de estar en un grupo en el que son los únicos que entienden las reglas. Y eso, creo, es gratificante. Es una especie de élite”, precisa.

Según ella, es imposible separarse de la cuestión de la virilidad en esta comunidad tan masculina, tanto delante como detrás de la pantalla. “Evidentemente, es un boys’ club, con elementos dominados y elementos dominantes. Lo que produce la masculinidad es que todos los hombres se pasan el tiempo observándose y poniéndose a prueba para asegurarse de que se ajustan a los valores viriles para ellos correctos”.

En este sentido, la violencia física y verbal se valora. Pero, según ella, el problema va más allá de la cuestión de la virilidad: “Hay que recordar que estamos en una época en la que lo que produce visualizaciones es la humillación del otro”.

Cuando Mediapart se entrevistó con Owen C. en diciembre de 2024, el empresario aseguró que su comunidad estaba compuesta en gran parte por “padres de familia con hijos...”. Entonces dijo: “Tenemos una comunidad muy mayor. Hay muy pocos chicos, la edad mínima es de 24 ó 25 años”.

Uno de ellos se presentó un día de otoño de 2024 en el Lokal, en las afueras de Niza. Un tal Florent al que, a pesar de su aparente fragilidad mental, el equipo de streamers invitó a quedarse varios días. Había viajado solo desde el norte de Francia y le había llevado varios días llegar hasta allí. Los streamers lo vistieron como un boxeador o lo equiparon con un escudo, y le encargaron que desempeñara el papel de “puertas”, el que impedía que Raphaël Graven saliera del local cuando recibía demasiados golpes. “¡Florent es el nuevo Coudoux!”, bromeaba entonces un seguidor. Pero al cabo de unos días Owen C. anunció a su público que había “devuelto” a Florent a su casa, ya que el veinteañero era padre de dos niños pequeños. “Flo recibió dinero”, asegura.

Cuando se le preguntó por la fragilidad de este padre de familia y la de otros seguidores que se desplazan para conocerlos, Owen C. respondió a Mediapart en diciembre: “Yo no puedo pensar por ellos. En cuanto al pequeño Florent, es un muchacho que ha cruzado toda Francia para venir a pasar un rato con nosotros, porque tenía problemas. No quería volver a casa. Lo acogimos un poco bajo nuestro ala, lo hicimos participar en el directo... Estaba muy contento. Pero le dije que eso no se hacía, que tenía que volver a casa a toda costa. Le pagué el billete para que regresara”.

De futbolistas a desconocidos

El perfil de los espectadores dista mucho de ser homogéneo: futbolistas de alto nivel también formaban parte del público, al menos ocasional, del canal Jeanpormanove. Como señalaron L'Équipe y Libération, Adil Rami, exdefensa de la selección francesa, había acudido al Lokal en abril de 2024 e incluso había dado consejos a Coudoux para rendir al máximo durante un combate de boxeo organizado contra Raphaël Graven. “Tienes que moverte todo el tiempo, acercarte a él y ¡pum! métele ganchos. No los verá venir, por los lados ve mal, lleva gafas grandes”, le dijo.

Contactado por Mediapart, Jules Plancque, abogado de Adil Rami, detalla: “Aunque lamento tener que precisar esto, conviene recordar que los ‘consejos de boxeo’ mencionados se remontan a hace más de un año y se dieron en un ambiente cordial, en medio de charlas y momentos de relajación, en un periodo en el que los protagonistas simplemente contemplaban la práctica de este deporte en un contexto lúdico y deportivo.”

Pero en abril de 2024, Stéphane Coudoux y JP ya recibían cada poco bofetadas en directo en el Lokal. “Adil no ha sido espectador ni actor de los contenidos y la plataforma que hoy son objeto de atención, ni tampoco los ha promocionado. Asociarlo a ellos, por cualquier motivo y bajo cualquier título, y más aún en un contexto como este, sería inadmisible. Adil, comprometido con los valores del respeto y la benevolencia, sentía un afecto especial por Raphaël Graven, conocido como Jean Pormanove”, añade el abogado del futbolista.

Según han señalado L'Équipe y Libération, han aparecido en el canal otros futbolistas, como Pierre-Emerick Aubameyang (OM) y Bradley Barcola (PSG), animando en particular a través de un vídeo a JP y Coudoux a seguir jugando en directo.

Las mujeres, por su parte, son un ángulo muerto de esta comunidad. El equipo original de Lokal es casi en su totalidad masculino, pero han aparecido en pantalla algunas streamers, normalmente en papeles de seductoras. Otras han sido objeto de burlas, como la madre de Raphaël Graven, que participaba voluntariamente en directos a distancia por teléfono. Su irritación y su franqueza provocaban las risas de los internautas, que pedían más.

Otra mujer también acudió recientemente al Lokal: se trata de la madre de 3Cheveux, un seguidor del programa, padre de familia, que se unió al equipo a finales de 2024 para asumir el papel de verdugo. Fue él quien le dio una bofetada tan fuerte a Coudoux que la plataforma Kick prohibió su canal durante una semana, en diciembre de 2024. En junio de 2025, en un vídeo visto por Mediapart, su madre participa en el “juego de la bofetada” y, entre risas, le da una bofetada a Raphaël Graven.

Dos diligencias previas en curso

A mediados de diciembre de 2024, tras nuestro primer artículo, se abrieron diligencias previas por:

· incitación pública a través de un medio de comunicación electrónico al odio o la violencia contra una persona o un grupo de personas por motivo de su discapacidad;

· violencia voluntaria en grupo contra personas vulnerables que ha provocado una incapacidad temporal inferior a ocho días;

· difusión de grabaciones de imágenes relacionadas con la comisión de delitos de agresión voluntaria a la integridad de la persona.

En este contexto, en enero de 2025 se llevó a cabo una incautación del material informático de los streamers y estos fueron puestos bajo custodia policial. JP y Coudoux, interrogados como posibles víctimas en esta ocasión, se declararon consentidores. La investigación sigue en curso.

El 18 de agosto se abrió una segunda investigación para determinar las causas de la muerte de Raphaël Graven. Según las primeras conclusiones de la autopsia realizada por dos médicos forenses el 21 de agosto, la muerte no fue provocada por los golpes. Los análisis toxicológicos y médicos aún están en curso.

Caja negra

Violencia extrema y vejaciones: los doce días de tortura antes de la muerte en directo de Jean Pormanove

Ver más

Mediapart y las dos autoras de la investigación de diciembre de 2024 también fueron objeto de ataques por una parte de esa comunidad. Unas semanas antes de la publicación de la investigación periodística, en diciembre de 2024, los seguidores del canal, informados de la inminente publicación del artículo, habían bombardeado a la redacción con mensajes de amenazas. Su trabajo fue luego analizado, ridiculizado y cuestionado en múltiples ocasiones y hasta hace poco, convirtiéndose en parte integrante de la retransmisión en directo y de los diferentes canales de debate dedicados al mismo.

 

Traducción de Miguel López

Para Clem es muy sencillo, “están los que lo entienden y los que no lo entienden”. Contactado por Mediapart, cuenta en tono alegre cómo “seguía todas las noches” la difusión en directo del canal de Jean Pormanove (JP) en la plataforma Kick.

Más sobre este tema