Ecoembes admite que la cifra real de reciclaje es un 12% inferior a lo que publicaba hasta ahora

Cubo de reciclaje de plásticos, en una foto de archivo.

Ecoembes, la empresa sin ánimo de lucro controlada por grandes multinacionales del consumo y responsable de gestionar los envases usados de los hogares españoles, reconoce que sus cifras de reciclaje real son inferiores a las que publica anualmente. La empresa anunció este martes en la víspera del Día Mundial del Reciclaje que en 2022 dio una nueva vida a 1,62 millones de toneladas de envases de diferentes materiales, un máximo desde que comenzó a funcionar hace más de dos décadas y un 3,6% más que el año pasado. No obstante, la compañía ha reconocido a infoLibre que en realidad recicló el año pasado 1,43 millones de toneladas, un 11,7% menos de la cifra original

La diferencia entre esas cifras radica en que hasta 2021 solo se contaban como recicladas las toneladas de envases que llegaban a las plantas de procesamiento, pero en 2022 se ha empezado también a pesar el total de material reciclado que sale de esas instalaciones. La diferencia entre los puntos se debe a que a lo largo del proceso los envases se limpian, pierden la humedad, se descartan aquellos que no se pueden reciclar o se retiran las materias primas que no tengan salida en el mercado, por lo que la cifra real de reciclaje que se publicará a partir de ahora es sustancialmente menor a la que se daba en el pasado.

Alberto Vizcaíno, autor del libro Contenedor Amarillo S.A., explica que en esta criba no solo se limpian los envases, sino que al pasar por una especie de lavadora industrial para eliminar líquidos y restos viscosos también se cuelan por los agujeros objetos pequeños como vasos de yogurt, botes pequeños o cápsulas de café. "Tiene agujeros de 6 a 10 centímetros por el que caen todo tipo de envases, y eso que hemos pagado por su tratamiento", afirma el experto en reciclaje. 

Según explican desde Ecoembes, es la primera vez que realizan este conteo de reciclaje al final de la cadena, por lo que los datos publicados desde 1999 tendrían una desviación sobre lo tratado en realidad, como ha ocurrido este año, aunque no es posible saber cuál es el agujero total en las cuentas a lo largo de este tiempo.

La diferencia entre usar una cantidad u otra no es menor, ya que Ecoembes es el único organismo que conoce el volumen total de envases reciclados procedentes de los hogares y sus estadísticas son utilizadas por el Gobierno y la Comisión para determinar el grado de reciclaje en España y la Unión Europea. 

La empresa argumenta que hasta ahora medía los envases en el punto de llegada porque era el procedimiento que marcaba la ley española, pero con la entrada en vigor del nuevo real decreto de tratamiento de residuos que traspone la directiva europea de envases, desde 2022 se pasa a contabilizar los envases reciclados una vez han sido procesados, como tendrán que hacer el resto de países de la UE. Además, desde Ecoembes argumentan que como ya era conocido el desfase de cifras entre lo publicado y lo reciclado realmente, ellos empezaron a publicar sus cifras motu proprio con la coletilla "toneladas enviadas a instalaciones recicladoras". 

Francisco Peula, consultor del negocio del reciclaje y presidente de Rethinking, Observatorio de Residuos, cree que en todo caso la nueva cifra publicada por Ecoembes no es realista. Según su experiencia como técnico de residuos en la Diputación de Granada, el paso de una tonelada de envases por una planta de reciclaje no supone una reducción de su peso del 11,7%. "Me parece muy poco. Nosotros estudiamos la pérdida de humedad y suciedad durante el proceso de reciclaje y yo pondría la cifra de Ecoembes en cuarentena", asegura.  

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Según su análisis, las impurezas suponen el 17% del peso de un brik recogido de un contenedor amarillo. Los plásticos van desde un 7% en el caso del PEAD al 25% en el plástico film, mientras que el aluminio que llega a las plantas tendría de media un 7% de suciedad y humedad. Todos los porcentajes aumentan si los envases se recogen fuera de los cubos de reciclaje. 

Las empresas que embalan sus productos con envases de plástico, papel, cartón, metal o madera –Coca-Cola, Nestlé, Danone o Mercadona, entre muchas otras– tienen que hacerse cargo de reciclar las botellas, cajas, bolsas, latas y otros envases que comercialicen. Para ello, pagan a Ecoembes cada año por cada envase que saquen al mercado. Ese dinero, se reparte a su vez entre los ayuntamientos a cambio de la recogida selectiva de basuras en los contenedores y su transporte en camiones. Según afirma Ecoembes, el año pasado las 15.000 empresas adscritas al sistema movieron 1,92 millones de envases en España, de los que se terminaron reciclando 1,43 millones, el 74% del total. 

Sin embargo, ecologistas y otros miembros de la sociedad civil denuncian desde hace años que la cifra total de envases en circulación es muy superior a la publicada por la empresa y los índices de tratamiento de residuos son mucho peores de lo que se cree. Como explicó este periódico, en una reciente investigación sobre Ecoembes, habría una tercera consecuencia: como Ecoembes no pagaría nada por la gestión de los envases no declarados, serían los Ayuntamientos quienes tendrían que asumir ese coste. En otras palabras: las empresas estarían trasladando a los contribuyentes –vía Ayuntamientos– parte de los costes que tendrían que asumir ellas.

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