Eurovisión

'La venda no cayó': la sombra del boicot a Israel oscurece Eurovisión

Palestinos protestan este miércoles en el este de la Franja de Gaza durante la conmemoración de la Nakba o la Catástrofe, en árabe, que supuso para ellos la creación del Estado de Israel en 1948.

En Tel Aviv miles de eurofáns y delegaciones de todo el continente participan esta semana en el festival de los festivales televisivos, Eurovisión. Luces, realización, purpurina, bailes y efectos especiales en un país en el que han muerto 23 palestinos bajo fuego israelí en el último mes.

No son pocas las personas y organizaciones que se están mostrando en contra de la celebración del festival en Israel desde que el año pasado su representante Netta Barzilai ganase Eurovisión en Portugal con su canción Toy. Tan solo dos días después de esa victoria Israel volvió a bombardear la franja de Gaza con un saldo de 62 personas fallecidas, seis de ellos niños. Esa misma noche la cantante protagonizó un concierto en Tel Aviv para celebrar su victoria, en Eurovisión, y aseguraba que todos tenían “razones para ser felices”.

En esta contraposición de realidades se gestó el movimiento Boicot Eurovisión 2019, liderado a nivel internacional por la organización BDS (Boicot, Descinversión y Sanciones) y que en España ha sido firmemente respaldado por Rescop (Red Solidaria con la Ocupación de Palestina).

Las manifestaciones se han sucedido en diversos puntos del mundo en contra de la celebración del festival. En Madrid, Rescop le dio la despedida a Miki con un mensaje diferente al de los fans.

 

Este martes ha tenido lugar una manifestación en las calles de Tel Aviv. Cientos de israelís se han manifestado con una pancarta encabeza en la que se podía leer Boycott Eurovision tal y como han informado las agencias y se puede ver en redes sociales. Esta manifestación coincide con el inicio del festival antes de la gran gala final que tendrá lugar este sábado.

"Estamos aquí para tratar de atrapar a la opinión pública tanto local israelí, palestina e internacional que llegó para Eurovisión, y explicar que lo que se muestra no es exactamente la realidad de Israel, la realidad son los millones de palestinos que están bajo la ocupación israelí desde hace decenas de años", declaró a Efe Efraim Davidi, uno de los manifestantes y profesor de la Universidad de Tel Aviv.

 

Esta manifestación se une a otras organizadas en ciudades de todo el continente como la que tuvo lugar en Madrid en la despedida de Miki organizada por RTVE con una charanga en el centro de la ciudad en la que participaron Rescop y Pal Spain. Ese mismo día intentaron entregarle una carta al cantante que representará a España en el festival en la que intentan disuadirlo de acudir a Tel Aviv. Al inicio de esta carta aseguran que “Israel utiliza Eurovisión para lavar sus crímenes, y él tiene una oportunidad histórica para posicionarse del lado de los derechos humanos. Llaman al cantante a convertirse en un héroe porque “no estará solo defendiendo los derechos humanos. Esto ya funcionó contra el apartheid sudafricano”. En la carta denuncian el "lavado de imagen" que Israel intenta hacer a través de la organización de Eurovisión, recuerdan que hay ciudadanos palestinos que no podrían asistir al festivaly que “la política está en todos los aspectos de nuestra vida”.

 

Miki, el representante español, en los ensayos en el Expo Tel Aviv. EFE

Miki no ha sido el único cantante al que a nivel internacional se le ha pedido que no acuda al festival. Movimientos similares han tenido lugar en varios países de Europa destacando en especial el de Irlanda en la que políticos y famosos se han movido para que Israel no fuese el anfitrión desde que ganó Netta el año pasado.

#Madonnadontgo es un hashtag que se ha utilizado repetidamente en redes sociales en las últimas semanas desde que se conoció que Madonna era la artista invitada en el festival de Eurovisión. Se dice que la actuación de Madonna aún sigue en el aire porque la artista no ha firmado el contrato hasta el día de hoy, sin embargo se sabe que la cantante ya ha viajado y se encuentra en el país. Iván Iñarra portavoz de AEV, la asociación oficial de eurofáns en España, asegura que la figura de Madonna se ha utilizado para “darle más relevancia al evento” pero asegura, asimismo, que a los eurofáns no les hace especial ilusión porque “el foco se pone en un invitado que no tiene que ver con Europa ni con el concurso, el vínculo lo tiene con el país o con el judaísmo”. Desde el IMEU (Instituto de Entendimiento del Medio Oriente, en sus siglas en inglés) los artistas palestinos también le han dirigido una carta abierta a Madonna en la que le piden a la artista que cancele su actuación porque “las palestinas, como todas las personas, nos merecemos los derechos humanos básicos de sentirnos a salvo en nuestras casas y en nuestra tierra y la opción de perseguir nuestros sueños”.

Sindicatos españoles se han posicionado así mismo a favor del boicot. Desde la sección sindical de CGT han pedido a RTVE que no participe en el Festival de Eurovisión 2019 para “evitar ser cómplices de las violaciones de los derechos humanos y de la ocupación de los territorios palestinos por parte de dicho Estado”. Así mismo, CGT-RTVE apoya al amplio número de artistas incluyendo a exconcursantes, así como diversas organizaciones ligadas al festival que han respaldado la llamada de artistas y periodistas palestinos para dar la espalda a evento. Carlos Salgado, delegado de CGT de RTVE ha asegurado a infoLibre que han solicitado por escrito “que no se cubriera el festival de Eurovisión ante los evidentes abusos Israel”, pero que “dentro de la empresa no tienen una mayor capacidad de presión”. Ante la respuesta nula de los participantes a este boicot, afirma que son conscientes de todo lo que se juegan en Eurovisión como profesionales pero que “los derechos humanos deberían ir por delante de los propios intereses. Si un país viola los derechos humanos de forma sistemática, hay que posicionarse”.

Artistas palestinos junto con periodistas de esta misma región fueron los primeros en llamar a través de una carta al boicot, que ha sido respaldado a nivel internacional por todos estos movimientos y en especial por iniciativas como la carta de Rogers Waters, fundador de Pink Floyd, que se unió a las protestas a través de su cuenta de Instagram. En la carta firmada por decenas de artistas palestinos se aseguraba que el Estado Israel atenta contra los derechos humanos reiteradamente y utiliza la organización del festival como forma de lavar su imagen. Todas estas organizaciones llaman, además, a no ver el festival como parte de la acción en favor de los derechos pro palestinos.

Las razones para el boicot

Desde BDS aseguran que son muchas las razones para no celebrar un festival europeo en Israel.

  • El lavado de imagen. Pinkwashin o artwashing son dos de los conceptos que salen a relucir al hablar del trabajo que está haciendo Israel en el intento de desviar la atención del conflicto con Palestina y centrarlo en otras cuestiones como este Festival de la Canción de Eurovisión. Desde BDS denuncian que “Israel está utilizando descaradamente Eurovisión como parte de su estrategia oficial Marca Israel, que presenta la cara más bonita de Israel para encubrir y distraer la atención de sus crímenes de guerra contra el pueblo palestino”. Resaltan la hipocresía de la canción en contra del bullying y que se muestra a favor del movimiento LGTBI, como parte de su campaña para mostrarse como un país abierto y tolerante.
  • En contra del apartheid. Las organizaciones y movimientos a favor del boicot aseguran que el Gobierno de Netanyahu cambió la constitución negando la igualdad de derechos al pueblo palestino al aprobar en julio de 2018 la Ley del Estado Nación Judío, que declara el territorio de Israel pertenece al pueblo judío. Estas organizaciones claman que “Israel se consideró un territorio de apartheid a sí mismo”, que “legalizó la desigualdad”. La comparación con el apartheid sudafricano es una reivindicación constante en estos movimientos que aseguran que el artwashing se encuentra entre las medidas de su manual de propaganda.
  • La franja de Gaza. Desde la web Palestinalibre.org aseguran que Gaza es la mayor prisión al aire libre del mundo. Es un territorio que históricamente ha sido discriminado y disputado con una densidad de población notablemente alta en una extensión de territorio de tan solo 360 kilómetros cuadrados. En las últimas semanas ha habido una escalada de tensión e Israel ha atacado este territorio con hasta 200 misiles en varios bombardeos. Entre ellas destacan una mujer embarazada y su bebé de 14 meses que fallecieron hace tan solo 11 días; 15 días antes de la celebración del gran festival. Actualmente el territorio se encuentra bajo el bloqueo de Israel impuesto en 2007 cuando el Régimen de Hamás ganó las elecciones en Palestina.
  • Jerusalén en disputa. El Gobierno de Netamyahu aspira a convertir la ciudad santa en la capital oficial del Estado de Israel. Era allí, y no el Tel Aviv, donde se propuso la celebración del Festival de la Canción de Eurovisión, al igual que se celebró en anteriores ocasiones como en 1999. Sin embargo, las presiones internacionales con una amenaza fuerte de boicot por parte de algunos países hicieron que finalmente se trasladase la sede de la celebración a Tel Aviv. Esto ocurrió después de que la ministra de Cultura, Miri Reguev, afirmase “que Eurovisión debía ser en Jerusalén o fuera de Israel”. La Organización de Radiodifusión Europea (UER, en sus siglas en inglés), principales organizadores de Eurovisión, hizo que esta exigencia desapareciera y se impuso Tel Aviv como ciudad anfitriona. Vicente Rico, director de Eurovisión Spain, cree que han existido ciertas presiones internas debido a la celebración religiosa del Shabat judío ya que “Jerusalén es una ciudad con una presencia religiosa mucho mayor y parar la actividad profesional durante el sábado dificultaba los ensayos y la organización, además de que la gala final se celebra precisamente en sábado”, apunta este experto en el festival.

Los grupos de eurofáns acusan al boicot de “hipocresía” y “oportunismo”

Como cabía esperar la respuesta de los eurofáns ante este boicot es muy distinta. Julio Arjona, administrador de la cuenta Pasión-Eurovisión y autor de un programa de radio con el mismo nombre, asegura que “las churras no se deben mezclar con las merinas, porque Eurovisión no tiene nada que ver con el Estado de Israel”. Afirma asímismo en una entrevista con infoLibre que la carta que se le ha enviado a Miki “es una gilipollez”. Aunque asegura que está “en contra de la represión de cualquier pueblo, cree que hay asuntos que no se deben mezclar”. Desde Eurovisión Green Room, otra cuenta de eurofáns, los administradores aseguran que “es igual de oportunista utilizar el festival como pinkwashing que para promocionar las asociaciones pro palestinas” y aseguran que “el activismo es algo que se debe hacer todo el año y no solo dos semanas antes de Eurovisión”, aunque los movimientos de boicot comenzaron el verano pasado después de la victoria de Netta en Portugal. Por todo ello aseguran que “hay mucha hipocresía en este boicot”.

Ante estas afirmaciones muy repetidas entre los eurofáns, la campaña de Rescop ha respondido con el eslogan “¿Somos humanos o somos solo cantantes?” y otros eslóganes como “La venda no cayó”, un juego de palabras a cuenta del título de la canción de Miki.

 

Estos portavoces aseguran además que hay muchas otras cosas por las que luchar y que no arman tanto revuelo. Apuntan, así, al Mundial de Fútbol que se celebrará en Qatar o el Rally Dakar que tendrá lugar en Arabia Saudí. “Yo les diría a estas asociaciones que hay otras muchas manifestaciones y cosas por las que fijarse y muchas cosas a las que hacerle boicot, pero siempre se nos hace a los mismos porque, como dicen ellos, somos unos frikis” aseguraba Arjona.

Existen seguidores de Eurovisión con una visión algo distinta como la de Iván Iñarra, portavoz de AEV, una asociación de eurofáns española que cumple ahora 30 años. Para Iñarra, “la organización internacional ha velado porque Israel no utilice el festival como escaparate político y eso se ha visto reflejado de muchas formas como la celebración en Tel Aviv, alejándose de la polémica Jerusalén en el que la competición estaría mucho más politizada”. Este eurofán asegura, además, que las delegaciones y las televisiones públicas están mostrando mucha cautela al no grabar ni promocionar lugares en disputa con el Gobierno de Palestina. “Yo entiendo que se utilice el festival como altavoz para visibilizar lo que ocurre en el lugar en el que se celebra tal y como se hizo con España en el año 69 cuando Austria se negó a enviar a ningún representante en boicot al régimen franquista de entonces, pero también creo que la organización en Israel forma parte de las normas del festival y si se quiere castigar a Israel lo que se debería hacer es prohibir su participación en el concurso”, opina Iñarra en una entrevista con infoLibre.

En lo que todos coinciden es en resaltar la visión europeísta y de unión que Eurovisión tiene. “Los valores del festival son los de unir a todos los países a través de la música, y no participar dañaría más al propio festival y sus valores que a Israel”, aseguraba el portavoz de AEV.

 

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Vicente Rico, redactor y director de Eurovision Spain, tiene una visión interna muy completa como asistente al festival durante 11 años consecutivos. Para Rico “el festival está siendo un fiasco económico”, además está “desangelado” y la participación y el ambiente eurovisivo es mucho menor que en las anteriores ediciones. “Es posible que haya asiduos que hayan preferido no venir por las diferencias con Israel, pero no creo que sea la razón principal”, asegura este asistente y periodista.

Para Rico, al igual que para Iñarra, la organización del festival no está a la altura y se están boicoteando a sí mismos. “Están haciendo una presión abusiva con los precios de los alojamientos hasta el punto de cancelar una reserva para pedir más por ella”, señala Iñarra. Mientras que Rico asegura que los precios de las entradas han doblado el precio de las más caras de la historia, que fueron las de Estocolmo 2016, y afirma que “esto está completamente fuera de lugar y al alcance de muy pocos bolsillos”. Para ambos expertos en el festival, la participación ha sido un chasco y la organización ha sido la principal responsable.

“Se va a notar también en el show televisivo, vamos a ver un espectáculo de menor nivel al que estamos acostumbrados en realización y producción”, pronosticaba el portavoz de AEV. Mientras que Rico considera que leeremos muchos titulares sobre el “pufazo económico” que va a significar para Israel Eurovisión porque no ha sido capaz de “explotar las posibilidades de promoción turística y beneficios millonarios como sí hizo el año pasado Portugal”.

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