¿De qué se escandaliza el presidente de los Estados Unidos?

Emilio Menéndez del Valle

El fiscal jefe del Tribunal Penal Internacional (TPI), Karim Khan, ciudadano británico, ha pedido al Tribunal que emita órdenes de detención por diversos delitos contra el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, y su ministro de Defensa, Yoav Gallant. En el texto oficial publicado, el fiscal asegura disponer de evidencias razonables que incriminan a los aludidos por crímenes de guerra y de lesa humanidad cometidos en la Franja de Gaza. 

Entre otros, el texto alude a los siguientes artículos referidos a los crímenes de guerra especificados en el Estatuto de Roma del TPI:

Art. 8-2 (a) (iii): “El hecho de causar deliberadamente grandes sufrimientos o de atentar gravemente contra la integridad física o la salud.”

Art. 8-2 (b) (XXV): “Hacer padecer intencionalmente hambre a la población civil como método de hacer la guerra, privándola de los objetos indispensables para su supervivencia, incluido el hecho de obstaculizar intencionalmente los suministros de socorro de conformidad con los Convenios de Ginebra.”

En cuanto a los crímenes de lesa humanidad:

Art. 7-1 (a y b): “A los efectos del presente Estatuto, se entenderá por crimen de lesa humanidad cualquiera de los actos siguientes cuando se cometan como parte de un ataque generalizado o sistemático contra una población civil y con conocimiento de dicho ataque: a) Asesinato, b) Exterminio.”

Art. 7-1 (h): “Persecución de un grupo o colectividad con identidad propia fundada en motivos políticos, raciales, nacionales, étnicos, culturales, religiosos, de género u otros motivos universalmente reconocidos como inaceptables con arreglo al derecho internacional, en conexión con cualquier acto mencionado en el presente párrafo o con cualquier crimen de la competencia del Tribunal”. 

Art. 7-1 (k): “Otros actos inhumanos de carácter similar que causen intencionalmente grandes sufrimientos o atenten gravemente contra la integridad física o la salud mental o física”.

El texto de la Fiscalía asegura haber reunido numerosas evidencias de lo que se sostiene en el texto, resultado de una investigación imparcial e independiente, y haber contado con el asesoramiento de un panel de expertos de reconocido prestigio (que figuran con nombres y datos profesionales) en el campo del Derecho internacional humanitario y del Derecho penal internacional. 

El texto afirma que “los crímenes de lesa humanidad han sido cometidos como parte de un ataque extenso y sistemático contra la población palestina, de conformidad con una política de Estado. Crímenes que continúan a día de hoy…Israel, intencionada y sistemáticamente, ha privado a la población civil de Gaza de los medios indispensables para la supervivencia humana…se han producido otro tipo de ataques a civiles, incluidos contra los que hacían cola en busca de alimentos; la obstrucción de la entrega de ayuda por parte de las agencias humanitarias; ataques y muertes contra los trabajadores humanitarios, lo que ha obligado a muchas agencias a cesar o limitar sus operaciones en Gaza. Estos actos han sido cometidos como parte de un plan para utilizar la hambruna como método de guerra… con la intención de castigar colectivamente a la población civil de Gaza, población que es percibida como amenaza para Israel”.

Debería escandalizarse de apoyar a alguien como Netanyahu que sostiene que reconocer a Palestina como Estado es apoyar el terrorismo, identificando conscientemente a Hamas con Palestina

El texto incide en que “Israel, como todos los Estados, tiene derecho a actuar para defender a su población. No obstante, ese derecho no absuelve a Israel ni a ningún Estado de su obligación de cumplir con el derecho internacional humanitario. Independientemente de los objetivos militares que pueda tener, los medios elegidos para conseguirlos, esto es, causar intencionalmente muerte, hambruna, gran sufrimiento y graves daños al cuerpo o la salud de la población civil, son actos criminales”.

Por otra parte, el fiscal Khan, sabedor del papel institucional que el Estatuto confiere a los jueces del TIP, escribe: “Los jueces independientes del Tribunal Penal Internacional son los únicos árbitros a propósito de los requisitos exigidos para emitir órdenes de detención. Si ellos aceptan mi solicitud y emiten dichas órdenes, haré todo lo posible para detener a las personas indicadas”. Y, probablemente a la vista de presiones o sugerencias recibidas para que no avance en la labor judicial en que se halla inmerso, Karim Khan añade: “Es sumamente importante que mi Oficina y todas las partes del Tribunal, incluidos sus jueces independientes, puedan llevar a cabo su labor con independencia e imparcialidad plenas. Insisto en que todos los intentos para impedir, intimidar o impropiamente influir sobre los funcionarios de este Tribunal deben cesar inmediatamente. Si tal conducta continúa, mi Oficina no dudará en actuar de conformidad con el artículo 70 del Estatuto de Roma”. Aunque no lo especifica, el fiscal jefe se refiere al apartado 1 del artículo 70: “El Tribunal tendrá competencia para conocer de los siguientes delitos contra la administración de justicia, siempre y cuando se cometan intencionalmente: d) poner trabas, intimidar o corromper a un funcionario del Tribunal para obligarlo o inducirlo a que no cumpla sus funciones o que lo haga de manera indebida; e) tomar represalias contra un funcionario del Tribunal en razón de funciones que haya desempeñado él u otro funcionario”. 

El presidente de los Estados Unidos de América, Joe Biden, ha afirmado que la demanda del fiscal jefe del Tribunal Penal Internacional (reconocido por 124 Estados de los 193 que conforman las Naciones Unidas) es “escandalosa”. 

En mi opinión, el presidente de los Estados Unidos de América debería escandalizarse y avergonzarse por lo siguiente:

  • Ante todo por haberse negado a ratificar el Estatuto de Roma de 2002, origen del TPI, tribunal independiente nacido para perseguir y en cualquier caso avergonzar a quienes cometen horribles crímenes contra la Humanidad.
  • Por apoyar incondicionalmente a Israel. A su derecho de legítima defensa, sin exigirle la proporcionalidad que el Derecho internacional y las Naciones Unidas exigen en el uso del mismo.
  • Debería avergonzarse por mentir. Tras largos meses de envío incondicional a Israel de armas que masacran al pueblo palestino en Gaza y Cisjordania, afirma a principios de mayo que no enviará más y una semana después reenvía. 
  • Debería escandalizarse de apoyar a alguien como Netanyahu, que sostiene que reconocer a Palestina como Estado es apoyar el terrorismo, identificando conscientemente a Hamas con Palestina.
  • De afirmar que quiere reconocer a Palestina, pero solo como parte de la solución de los dos Estados, a sabiendas de que Israel reiteradamente proclama que se opone a esa solución. 
  • De insistir en que EEUU dará a Israel todo lo que  necesite, sin exigir condición alguna sobre cómo se va a utilizar esa dación. 
  • Debería avergonzarse de declarar que actúa  incansablemente a favor de la ayuda humanitaria a la población de Gaza, pero que la “crisis” es responsabilidad de Hamás.
  • Debería escandalizarse de los bombardeos indiscriminados contra hospitales y universidades en Gaza llevados a cabo por las fuerzas israelíes.
  • De los más de 35.000 muertos palestinos, la mayoría civiles y de ellos 15.000 niños
  • Debería horrorizarse del comentario que me hizo en Gaza en 2008 el doctor Eyad al Sarrej, ante los diversos bombardeos e incursiones israelíes en la Franja. Al Sarrej, psiquiatra, activista humanitario, pacífico defensor de la causa palestina, encarcelado una vez por Israel y tres por la Autoridad Nacional Palestina por denunciar los derechos humanos por ambas partes, me dijo: “¿Se imagina usted lo que es vivir, malvivir, sobrevivir, en un territorio de no muchos kilómetros cuadrados, sometidos a los bombardeos de la potencia ocupante? Si en Gaza se pregunta a un niño qué quiere ser de mayor, no contesta que le gustaría ser médico o ingeniero. Dirá que quiere ser mártir”. 

El presidente de los Estados Unidos de América debería escandalizarse de su propia simpleza al referirse a Karim Khan

  • El presidente de los Estados Unidos debería avergonzarse de no haber hecho mención alguna a Gaza ni a la masacre en curso, durante la reciente cena ofrecida a los corresponsales extranjeros en la Casa Blanca.  En esa reunión Biden omitió cualquier mención al hecho de que esa masacre cometida por Israel se ha llevado ya por delante más de cien periodistas desde octubre. Al parecer, Biden se dedicó en la cena a hacer chistecitos sobre Donald Trump. ¿Acaso ignora que lo que se le/nos viene encima es muy serio? 

En fin, el presidente de los Estados Unidos debería escandalizarse de la campaña electoral que está llevando a cabo de cara a los comicios presidenciales de noviembre de este año, que puede dar la victoria a aquél sobre el que hace chistes. Debería ser consciente de que, por su incondicional actitud pro-Israel, miles (¿centenares de miles?) de votantes de cultura musulmana, jóvenes votantes, izquierdistas votantes, incluso votantes de variada laya con convicciones religiosas que no soportan ya la masiva pérdida de vidas inocentes en Gaza, gentes que le votaron en su día podrían no hacerlo en noviembre. Y no es seguro que el lema del “establishment” demócrata “Biden es mejor que Trump” les seduzca. En definitiva, el presidente de los Estados Unidos de América debería escandalizarse de que si, por su culpa y por todo lo expuesto hasta ahora, Donald Trump logra la victoria, millones de personas en su país y en el planeta lo colocarán en el lado oscuro de la Historia. Entre otras razones, por su error trágico, patético, absurdo, devastador, de apoyar el genocidio del pueblo palestino que Benjamin Netanyahu ha puesto en marcha.

Coda: el presidente de los Estados Unidos de América debería escandalizarse de su propia simpleza al referirse a Karim Khan: “Déjenme ser claro. Sea lo que sea lo que este fiscal quiera insinuar…”

Karim Khan, ciudadano británico, fiscal jefe del Tribunal Penal Internacional, no insinúa. Aporta pruebas contundentes de lo que Israel está haciendo en Gaza. El presidente de los Estados Unidos de América debería avergonzarse, ante las matanzas que el ejército de Israel lleva a cabo, que él mismo y millones de ciudadanos en el mundo están diariamente contemplando, de que sus aliados incondicionales hagan declaraciones como estas: “El Estado de Israel y sus soldados libran una guerra justa sin parangón en moralidad” (Netanyahu) o “El Estado de Israel lucha de la forma más moral en la historia” (Benny Gantz).

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Emilio Menéndez del Valle es embajador de España.

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