Mar Espinar

Mienten, y mucho, quienes aseguran que no hay diferencia entre unos partidos y otros; se equivocan, y mucho, los que deciden renunciar a unas ideas que permitan construir y mantener una sociedad más justa, más solidaria, más ecológica. Todos somos, en definitiva, parte de una tripulación. El Estado del Bienestar necesita de nuestro compromiso personal; compromiso que facilitará un proyecto colectivo. Si no hay ni implicación individual ni propósito compartido, entran en escena las Ayusos y los Almeidas, aparecen sujetos oportunistas que, aprovechando determinadas coyunturas, implantan una dictadura de la frivolidad, del egoísmo y de la posverdad. Cuando los miembros de una sociedad dejan de pensar en los otros, dejan de creer en esa sociedad. Cuando los miembros de una sociedad culpan a los “otros” de todo, se deja de compartir y se empieza a acaparar.

Las Ayuso y los Almeidas envenenan la convivencia, entre otras cosas porque su herramienta es la mentira. ¿Un ejemplo? BiciMad en todos los distritos y la remodelación del paseo de Santa María de la Cabeza no son promesas que hayan surgido de la cabeza de nuestro alcalde. De hecho, son peticiones populares que, en su origen, proceden de la iniciativa ciudadana a través de los presupuestos participativos de la ciudad de Madrid. Dos iniciativas que fueron rechazadas por el gobierno del PP, tildadas de “imposibles” por la misma persona que ahora, a un año de las elecciones, comienza a prometer como si no hubiera mañana. No es que diga “sí” donde antes dijo “no”, es que pretende hacernos creer que la idea es suya. ¿Entienden ahora cómo juega esta derecha?

Almeida ha abandonado Madrid al tiempo que lo ha apostado todo a las vísceras, y no a la razón, de sus votantes

La capital de Madrid se ha convertido en una ciudad sucia porque las empresas concesionarias de los contratos municipales no son capaces de hacer bien su trabajo (prefiero pensar esto a sospechar que no lo hacen bien para maximizar su beneficio empresarial). Nuestro alcalde, instalado en ese discurso áspero que no entiende que la democracia puede apartarles del poder, se ha pasado tres años sin saber gestionar, sin querer gestionar, sin controlar determinados disparates de su gestión, como el que a los madrileños nos hayan robado 6 millones de euros y no pase nada. ¿Y qué es la política municipal sino gestión? El otro día se lo pregunté a varios vecinos mientras visitaba un barrio. La política local es la que te garantiza que las cosas más cercanas funcionen. Eso es lo que me decían.

Almeida ha abandonado Madrid al tiempo que lo ha apostado todo a las vísceras, y no a la razón, de sus votantes. Votantes a los que engaña, por cierto. Ellos sabrán. Culpa de todo al Gobierno de la nación ocultando la enorme ayuda que recibe del mismo. ¿Qué inventará ahora con el desbloqueo de la operación Campamento y con la bonificación al abono transporte anunciados por nuestro presidente? El Ejecutivo central piensa en los madrileños, por eso apuesta por las políticas públicas.

En el último debate del Estado de la ciudad, Almeida se dedicó al trilerismo más rancio. Llenó su tiempo con fuegos artificiales que buscaban contentar el instinto supremacista de los suyos. El grupo municipal socialista no se limitó a denunciar los desmanes, las incapacidades y los disparates de Almeida y compañía. Por el contrario, ofrecimos ideas y propuestas para esta ciudad porque tenemos un programa claro y entusiasta centrado en Madrid ciudad. Pensamos en la gente, empezando por los que menos tienen. Aunque esto moleste a algunos. “O nos curamos como equipo o morimos como individuos”, dijo Al Pacino en una gran película. El PSOE estará a la altura de los ciudadanos de Madrid. No es una promesa, es un compromiso irrenunciable.

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Mar Espinar es portavoz del Grupo Municipal Socialista de Madrid

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