Sostenibilidad e insostenibilidad

Pedro Badía Alcala

Dos palabras largas, que se tarda en pronunciar, que casi no caben en la boca, que sale a chorros cuando la pronunciamos y sin embargo, dos palabras importantes, tanto que están diseñando el futuro económico del mundo, y está teniendo un impacto decisivo en la conformación del presente.

He ido haciendo distintas lecturas, sobre estos dos términos que me han puesto en alerta sobre lo que esconde el uso, diría que abuso, de la palabra sostenibilidad. Recomiendo el breve ensayo de Marina Garcés, Nueva ilustración radical, nuevos cuadernos anagrama, y la reflexión que hace sobre la sostenibilidad que, en parte, interesa trasladar a este artículo.

¿Sostenibilidad e insostenibilidad? El capitalismo construido sobre el consumo masivo, el productivismo desaforado y el crecimiento, como un fin en sí mismo, es insostenible, pero ha tenido la habilidad de apropiarse de la palabra sostenibilidad para detener cualquier crítica al propio sistema capitalista. 

La sostenibilidad ya se plantea en el informe del Club de Roma, 1972, Los Límites del crecimiento, poco antes de la primera crisis del petróleo, y sostiene que, en un planeta finito, es imposible el crecimiento ilimitado. La respuesta a este reto fue el concepto de desarrollo sostenible que en el Informe Brundland, 1987, se define como aquel que satisface las necesidades presentes sin comprometer las necesidades de las futuras generaciones". Marina Garcés, obra citada. 

El término desarrollo sostenible que el sistema capitalista ha integrado como propio, en realidad es una contradicción es sus términos que, las grandes élites financieras, han manoseado hasta quitarle cualquier componente reivindicativo y alternativo, ocultando de esta manera un conflicto político: no puede haber desarrollo sostenible en el marco de un sistema capitalista insostenible. El debate en torno al alcance del término y su impacto sobre los fundamentos del sistema capitalista fue tan intenso, que la propia Administración estadounidense lo cierra con el objetivo de blindar la sostenibilidad del propio sistema capitalista. 

¿Sostenibilidad e insostenibilidad? El capitalismo construido sobre el consumo masivo, el productivismo desaforado y el crecimiento, como un fin en sí mismo, es insostenible

La gran crisis del año 2008 y la crisis generada por la pandemia de covid-19 ha puesto de manifiesto la sostenibilidad del capitalismo. Lo que se pretendía incuestionable. En este caso, recomiendo otro breve y sustancioso ensayo, La Cruel Pedagogía del virus, de Boaventura de Sousa (CLACSO). Finalmente, la sostenibilidad se ha convertido, en el imaginario popular, en la del capitalismo. Un término que se nos antojaba reivindicativo, alternativo, en algunos casos revolucionario, ha terminado convirtiéndose en un elemento de sostenimiento y evolución del sistema capitalista y sus élites financieras: lo que hay que hacer sostenible es el sistema, en vez de cambiarlo. 

Y entonces aparecen las políticas de austeridad: recortes, privatización de los servicios públicos, precariedad, pobreza y marginación, exclusión de grandes capas sociales de los beneficios del sistema, etc. Y la austeridad se convierte en el principal fundamento de la sostenibilidad, pero no como un valor ético, sino como una terrible máquina de precariedad, pobreza y marginación para millones de personas. Una máquina de reducir gasto público y de reducir las expectativas de una buena vida a la condición de privilegio. Dicho más directamente: se trata de un reajuste de los márgenes de una vida digna, Marina Garcés, obra citada. 

A diferencia de dios, el mercado es omnipresente en este mundo y no en el más allá. Y, a diferencia del virus, es una bendición para los poderosos y una maldición para todos los demás”. Boaventura de Sousa, obra citada

¿Hasta cuándo aguantaremos en este engaño y en las precarias condiciones económicas, sociales y morales a las que nos condena la sostenibilidad del sistema capitalista, sin revelarnos? ¿No hemos aprendido nada de la crisis del 2008, y su salida en falso; ni de las consecuencias de la pandemia del covid-19 en la que aún estamos inmersos? En estos días no he parado de darle vueltas a las palabras de un representante sindical sobre la necesidad de hacer políticas sociales para extender el consumo a las clases más desfavorecidas y fortalecer el crecimiento. Así, sin entrar en matices. Sin más. Es cierto que el ser humano ha empequeñecido ante las consecuencias de su propia acción

Ysolo mediante una nueva articulación entre los procesos políticos y civilizadores será posible comenzar a pensar en una sociedad en la que la humanidad asuma una posición más humilde en el planeta en el que habita". Boaventura de Sousa, obra citada.

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Pedro Badia Alcala es secretario de Política Educativa de la Federación de Enseñanza de CCOO y director del Observatorio de la Fundación ASPASIA

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