LA PORTADA DE MAÑANA
Ver
Por qué una familia rica con tres hijos puede acceder al bono social eléctrico para familias vulnerables

Ursula Hirschmann. Cien años del Movimiento Federalista Europeo

Mario García de Castro

Pronto se cumplirán cien años desde que se inició en Europa el primer movimiento federalista que tuvo su origen entre los grupos de resistencia antifascista en el París de los exiliados europeos en los años treinta. Ese fue el germen del primer movimiento paneuropeísta de la modernidad que a través de compartir las soberanías nacionales pretendía evitar las nuevas guerras que ya se avecinaba tanto en España como en el centro de Europa. Lo que prosigue es un extracto del libro de Mario García de Castro Novecentistas, recientemente editado por Viejo Topo, donde se destaca la presencia femenina y en concreto de la socialista alemana Úrsula Hirschmann como la de una ferviente activista de la idea federalista de Europa en un escenario convulso que pretendía superar los estados soberanos para alcanzar la paz.

En 1925 Mussolini ya había marchado sobre Roma y había declarado el primer estado fascista. A partir de entonces miles de italianos antifascistas fueron desterrados o huyeron a refugiarse en Paris. El socialista liberal Carlo Rosselli había escapado de su destierro en la isla de Lipari hacia la capital francesa y con otros exiliados como los periodistas Ernesto Rossi o Ricardo Bauer, va a constituir en 1929 en Paris el primer movimiento de resistencia antifascista europeo, el grupo republicano Giustizia e Libertà, al que luego se incorporan el italoruso apátrida Andrea Caffi, el  intelectual judío Leone Ginzsburg o el pintor Carlo Levi, y al que, entre otros muchos antifascistas, acabarían uniéndose en esa larga trayectoria el filósofo Norberto Bobbio, los periodistas Enzo Biagi, Oriana Fallacci o el escritor turinés Cesare Pavese.

Ese era el germen del primer movimiento europeísta que se va a extender enseguida desde Paris a través de grupos clandestinos por la Italia de la resistencia antifascista. Su pretensión era la de reunir la intelectualidad europea de diversas tendencias políticas no comunistas, desde liberales, democratacristianos, a socialistas o libertarios, para hacer una oposición activa al fascismo a través de la información y la propaganda y preparar las condiciones para un levantamiento popular antifascista que evitara la nueva guerra que se avecinaba en Europa. 

Durante la década de los años treinta sus miembros se encargaron de publicar periódicos clandestinos, debatir sobre las relaciones entre marxismo, socialismo y liberalismo; denunciar la falta de apoyo internacional a la república española y protagonizar un gran activismo de resistencia internacional en España con la columna italiana de Carlo Roselli frente al golpe del ejército franquista, o enfrentarse entre críticos y defensores a la estrategia soviética de entonces. Porque contrariamente a lo que pensaba el estalinismo, el revolucionarismo europeo era para ellos la única forma de romper la deriva autoritaria hacia una nueva guerra europea. 

Además de considerarse uno de los primeros embriones del paneuropeísmo político moderno, el espíritu de Giustizia e Libertà se prolongó incluso más allá de su dispersión tras la ocupación de Paris por el ejército de Hitler. A principios de la década de los años cuarenta, cuando los nacionalismos volvían a desangrar Europa, esos intelectuales antifascistas italianos imaginan una federación supranacional europea, los Estados Unidos de Europa, como el único modo de imposibilitar un nuevo e inminente conflicto bélico a gran escala. Y ese proyecto paneuropeo se iba a plasmar clandestinamente diez años más tarde, en 1939, mientras se encontraban de nuevo deportados en el islote de Ventotene, en el Lazio italiano. Allí, un excomunista antifascista Altiero Spinelli, el radical republicano Ernesto Rossi y el filósofo socialista Eugenio Colorni, ayudados por la socialista de origen judeoalemán Ursula Hirschmann, esposa de uno de ellos, debatieron hasta redactar el Manifiesto de Ventotene: Por una Europa libre y unida. Escrito y conservado en papel de fumar y escondido en una caja detrás de un doble fondo, el Manifiesto se acabará convirtiendo en la primera declaración precursora de la idea federal europeísta cuando Úrsula Hirschmann logró sacarlo de la isla y distribuirlo entre la resistencia italiana y francesa hasta conseguir su publicación con ocasión de la celebración en el Paris liberado de la Conferencia Federalista de la izquierda francesa que organizó el escritor Albert Camus en 1945 y que daría pie posteriormente a la creación de la Unión Europea de Federalistas en Suiza y Luxemburgo.

Úrsula Hirschmann, la mujer europeísta

Hirschmann fue una mujer errante, apátrida y cosmopolita que no acabará nunca de reconocerse ni judía, ni alemana ni italiana, quizá debido a la propia necesidad que tuvo de moverse o huir por diversos países y ciudades europeas durante toda su azarosa vida debido a circunstancias políticas y personales. Y al igual que en el caso del italoruso Andrea Caffi, su errática vida desde el Berlín de Weimar al Paris de los exiliados antifascistas, la Trieste de la inminente guerra, la Berna de los federalistas, de nuevo el Paris liberado, la Roma en reconstrucción o la Bruselas de la Comunidad Europea, hizo que Úrsula se convirtiera en una ferviente defensora de la idea federalista de una Europa que debía de superar los estados soberanos. «No soy italiana, aunque tengo hijos italianos; no soy alemana, aunque Alemania fuese mi patria en el pasado. Y tampoco soy judía, aunque sea solo una casualidad que no me detuvieran y me quemaran en el horno de algún campo de exterminio… Nosotros, los déracinés de Europa, que hemos cambiado de fronteras más veces que de zapatos como dice Brecht, ese rey de los déracinés-, tampoco tenemos nada que perder, salvo nuestras cadenas en una Europa unida, y por eso somos federalistas». Proyecto personal de contribución a la causa federalista que desarrollo sin descanso hasta mediados de los años setenta ya en las instituciones europeas con la constitución de la asociación feminista Femmes pour l’Europe

Úrsula, nacida en Berlín en 1913, de origen judío, crece en el clima de euforia política de la República de Weimar. Siempre muy vinculada a su hermano se implica precozmente en la defensa de la democracia frente al creciente clima de nacionalismo alemán. Por entonces los jóvenes de Weimar vivían la ruptura con el mundo de los padres y percibían su realidad social y política como algo totalmente falso y en declive. Crecían en el rechazo de los valores de la generación precedente, de la sociedad burguesa y liberal, de debilitamiento de la democracia y generalización de la violencia y esta reacción les hizo asumir posturas políticas radicales tanto de izquierda como de derecha. Úrsula se acerca a la política a través de los círculos de las juventudes socialdemócratas y comunistas del Berlín de los años veinte y asiste al enfrentamiento entre socialistas y comunistas. 

Pero en 1933 tras las primeras leyes antisemitas de la Alemania nazi y la detención de sus compañeros huye hacia Paris donde estudiaba su hermano. Convertida a los diecinueve años en activista antifascista en los círculos del exilio judío alemán, estrecha su amistad con el joven filosofo italiano Eugenio Colorni, a quien había conocido como lector de italiano en etapa berlinesa. Matriculada en La Sorbona, había llegado a Paris como comunista decepcionada con la inacción de la socialdemocracia alemana. Pero pronto critica a la intelectualidad alemana comunista y prefiere acercarse a la resistencia antifascista italiana. Al relacionarse con su amigo socialista Eugenio Colorni y el libertario Renzo Giua simpatiza con sus ideas sobre el falso activismo y la propaganda demasiado optimista de la retórica y la moral comunista y decide colaborar activamente con el movimiento de Giustitzia e Libertá desde 1934. En sus frecuentes viajes a Paris conocerá al filósofo antifascista Nicola Chiaromonte, fundador de Giustizia e Libertá, o a los hermanos Mario Levi y Natalia Ginzburg. Con esta gran escritora italiana establecerá una honda amistad durante toda su vida que llegó hasta su final en Roma. 

La trayectoria y peripecias de Ursula Hirschmann revelan la importancia que alcanzó la idea europeísta para superar las posguerras y el autoritarismo al final del siglo pasado

A través del conocimiento de la experiencia de su hermano en la guerra civil española y de la noticia de la muerte en combate de su amigo Renzo Giua, Úrsula condenará la persecución comunista al trotskismo, los deportados al Gulag estalinista o el pacto entre la URSS y la Alemania nazi en 1939. Todo ello la llevará a distanciarse definitivamente de la ideología comunista y a participar activamente en el debate sobre las consecuencias del estalinismo dentro de las fuerzas de izquierda

De Trieste a la resistencia antifascista

Úrsula había acabado contrayendo matrimonio con Eugenio Colorni en la ciudad italiana de Trieste en 1935. Siempre sensible a vincularse personal y socialmente a través de profundas relaciones intelectuales que van a determinar tanto su vida íntima como política. “De enamorarme de sus ideas a enamorarme de él mismo el paso fue brevísimo, casi necesario. Ya no me podía imaginar vivir lejos de esa fuente de ideas, siempre frescas, originales, y lo que era más importante, siempre en movimiento” Una infinidad de cartas, memorias y textos incesantes durante toda su vida recuerdan el ingente y disperso trabajo escrito de tantos otros escritores apátridas del novecientos.

Dada su actividad socialista y antifascista y el origen judío de ambos van a ser perseguidos por el régimen fascista de Mussolini, hasta que en 1938 Colorni es detenido y confinado en la isla de Ventotene. Poco tiempo después de la deportación, a Úrsula –embarazada de la segunda hija del matrimonio– la permiten acompañar a su marido en el confinamiento. Los vínculos establecidos con otros deportados como el comunista Altiero Spinelli y el militante de Giustizia e Libertà, Ernesto Rossi, resultarán cruciales para su aventura política y personal en la defensa del federalismo europeo. Tras los debates diarios a la luz de las velas de la clandestinidad de los confinados, redactan un manifiesto que quiere sentar las bases de una nueva acción política que plantee la necesidad de reconstruir Europa desde el federalismo, creando unas instituciones comunes que garanticen una política exterior y defensa común, y la gestión de la economía y de los derechos sociales para todos los ciudadanos de Europa. Ursula Hirschmann consiguirá sacarlo de la isla oculto en su abrigo y ya en la península distribuirlo entre la resistencia. Después organizará los primeros números de la prensa clandestina federalista y la fundación del Movimiento federalista europeo inspirado en el Manifiesto. Eugenio Colorni consiguió fugarse del destierro y siguió con su activismo de refundación socialista en la resistencia, pero como su amigo de Giustizia e Libertà, el editor Leone Ginzburg, marido de la escritora italiana y muerto tras ser torturado en la cárcel romana por la Gestapo tras la caída de Mussolini, en el mes de febrero de 1944, tampoco llegó a ver el final de la guerra porque el 28 de mayo fue asesinado por una patrulla de soldados fascistas cuando faltaban pocos días para la liberación de Roma.

Tras la caída del régimen, el resto de los confinados en Ventotene abandonaron la isla. Unida ya sentimentalmente a Altiero Spinelli, a quien se había vinculado en otra intensa relación intelectual, Úrsula se dedica a defender sus ideas europeístas entre los refugiados suizos, franceses, alemanes o checoslovacos para organizar la internacional federalista. Participa activamente en la creación del Movimiento Federalista Europeo en Milán en 1943. Se exilia en Suiza con sus tres hijas y se dedica a apoyar activamente junto a Altieri Spinelli la organización de la Conferencia Federalista de la izquierda francesa en 1945 en París, que promovió el escritor Albert Camus y en el que participaron personalidades de la resistencia y de la cultura antifascista en Europa, como el periodista ingles George Orwell. Para ese congreso su intención era despojar a la idea europeísta de su valor sentimental y utópico del siglo anterior y darle el carácter de proyecto político concreto que perseguía el objetivo antifascista. Pero si al principio el espíritu del Manifiesto de Ventotene promueve el debate político al final los realistas acaban imponiendo su visión funcionalista del futuro de una cooperación europea basada en las distintas soberanías estatales.

Al año siguiente en Suiza se constituyó la Unión de Federalistas Europeos que integraba al Movimiento Federalista Europeo que Ursula y Altiero habían creado en Milán tras la muerte del dictador. A pesar de los años de sufrimientos y las batallas perdidas, ambos van a dedicar todo su esfuerzo en reconstruir el proyecto europeísta, del que ni los países anglosajones ni la URSS ponían mucho interés. La Unión Soviética nunca aceptó la hipótesis de la unión política europea. 

Sus ideas representaban un elemento muy innovador que resultaba incomodo en el pensamiento ortodoxo. Sobre todo, porque en la posguerra el federalismo se contempla como un debilitamiento de la idea europea funcional que había que hacer realidad. Tuvieron que transcurrir casi tres décadas, cuando Spinelli es reconocido como uno de los padres fundadores de la idea europea y fue nombrado Comisario de Industria de la Comunidad Económica Europea, cuando Ursula retomara su actividad política y animada por la “segunda ola del feminismo” consigue alcanzar su empeño para impulsar la participación de las mujeres en las nuevas instituciones europeas a través de la fundación Femmes pour l´Europe en 1975 donde consiguió reunir los espíritus federalista y feminista. La trayectoria y peripecias de Ursula Hirschmann revela la importancia que alcanzó la idea europeísta para superar las posguerras y el autoritarismo al final del siglo pasado.

_________________________

Mario García de Castro es periodista y profesor titular de Información Audiovisual en la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid.

Más sobre este tema
stats