MACHISMO EN EL FÚTBOL

Las jugadoras siguen contra las cuerdas: 21 futbolistas aceptan quedarse tras acordar cambios en la RFEF

Las internacionales Mapi León y Patri Guijarro abandonan este miércoles la concentración de la selección española en Oliva.

Las futbolistas de la selección no renuncian. Sus demandas siguen vivas y el pulso se mantiene firme, a pesar de que el conflicto se haya tensado durante las últimas horas. La decisión colectiva de renunciar a la selección fue contestada por la seleccionadora, Montse Tomé, este lunes con un giro de timón inesperado: vosotras renunciáis, yo os convoco. Las jugadoras se saben contra las cuerdas, pero no cejan en la batalla. Una contienda que adquiere dimensiones excepcionales y que mantiene en vilo a todo un país.

Son 39 las futbolistas –21 de las campeonas del mundo– que habían renunciado a la convocatoria para los encuentros de la Nations League ante Suecia y Suiza. Pero la mayoría han tenido que acudir este martes a Oliva (Valencia), donde se ha improvisado un cónclave exprés para preparar los próximos partidos. En total, una veintena de jugadoras han sido convocadas a la fuerza y sólo tres lo hacen habiendo mostrado previamente su disposición. El desencanto fue explícito y generalizado. Lo expresó Alexia Putellas ante los micrófonos, al ser preguntada sobre su estado anímico: "Mal, ¿cómo vamos a estar?".

Entre las convocadas, una ausencia significativa: la de Jenni Hermoso. La jugadora criticó la "estrategia de división y manipulación" de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y aseguró que la conducta de la seleccionadora demuestra que "nada ha cambiado" en el seno de la institución. Horas antes, la entrenadora justificaba no haber llamado a la delantera con el propósito de "protegerla". "¿Protegerme de qué? ¿O de quién?", replicó la afectada. "Llevamos semanas, meses, buscando esa protección que dentro de la misma RFEF no hemos podido encontrar. Las mismas personas que nos piden confianza son las que lanzan una lista con jugadoras que han pedido ser no convocadas", sentenció.

Este martes, el ministro de Cultura y Deportes, Miquel Iceta, afirmó que el Gobierno se implicaría personalmente en la búsqueda de una solución a la "convocatoria anómala", aunque sin detallar de qué manera.

La respuesta llegó horas más tarde y tras una larga noche de conversaciones. Como anunció el presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD), Víctor Francos, tan sólo han sido dos de 23 las jugadoras que han decidido no quedarse en la concentración porque no se sentían "con ánimos y fuerzas". El resto se queda tras haber acordado "una serie de acuerdos redactados y firmados por la RFEF y el CSD". "21 jugadoras han mostrado su voluntad de quedarse. Tengo que ser sincero, las jugadoras están en un momento complicado y creo que es una buena noticia decir que la selección femenina disputará los dos partidos con garantías y victorias", expresó.

Para las otras dos anunció que el objetivo es evitar las sanciones. "Les hemos transmitido que quien no estuviese a gusto por la razón que sea que supiese que no se va a encontrar ni en la RFEF ni en el CSD con un proceso sancionador", dijo esta madrugada.

Sin sanciones

"Nunca se ha sancionado a un deportista por no acudir a la llamada de una selección española", señalan a infoLibre fuentes del CSD. Hace pocos días, ponen como ejemplo, el tenista Carlos Alcaraz "estaba convocado para la convocatoria de Copa Davis y decide renunciar tras el US Open. La federación le desconvoca y, en su lugar, el seleccionador llama a otro jugador". Esta es, cabe suponer, lo que podría hacer la institución para sustituir a las dos futbolistas que han querido abandonar la concentración. Si más lo hicieran, la respuesta podría ser la misma, ahora que tras la reunión el CSD ha dicho que no habrá sanciones y que, por tanto, las futbolistas no incurrirían en la desobediencia.

¿Qué dice la ley?

Tirando de precedentes, explican fuentes jurídicas, si un jugador no ha querido asistir, el seleccionador sencillamente no efectúa la llamada. Pero si la convocatoria sigue viva, "es una obligación legal asistir, porque la pertenencia a la selección implica representación de Estado". Quien se opone, una vez convocado y según la legalidad vigente, "puede sufrir un serio correctivo, una sanción importante", señalan las mismas voces. No existe, abundan, ninguna figura jurídica o legal que pueda servir de salvavidas para las jugadoras y les permita esquivar las posibles consecuencias contempladas por la ley. No es posible ningún indulto para ellas.

El Código Disciplinario de la RFEF recoge multas de 3.006 a 30.051 euros para los jugadores que de forma "no justificada no asistan o abandonen las convocatorias", así como la retirada de la licencia de dos a cinco años. En paralelo, la actual Ley del deporte perfila entre los deberes de los deportistas "acudir a las convocatorias de las selecciones deportivas". 

Es, según la normativa vigente, una infracción muy grave "la falta de asistencia no justificada a las convocatorias de las selecciones deportivas nacionales, así como la no puesta a disposición de las selecciones nacionales de las personas deportistas que hayan sido designadas para formar parte de las mismas". Las jugadoras se enfrentan a la suspensión de la licencia federativa durante un periodo de entre dos y quince años. 

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En caso de que las jugadoras no hubieran acudido a la llamada o de que a las dos que han renunciado se les abriera un proceso de sanción, "se abriría un expediente y ahí se pondrían sobre la mesa sus razones", puntualizan las fuentes jurídicas consultadas. Entonces los "instructores verían si son de peso". Se instruye la causa, las partes argumentan y el tribunal dentro del ámbito de la federación determina, agregan las mismas voces. 

Tiempo y forma

En un comunicado emitido la noche del lunes, las jugadoras introducen un matiz: señalan al artículo 3.2 del Anexo 1 del Reglamento sobre el Estatuto y la Transferencia de Jugadores. Según este precepto, la selección debe comunicar la convocatoria de una jugadora por escrito, quince días antes del inicio de la ventana de selecciones y tras habérselo comunicado a la deportista. "Nos parece relevante señalar, en este sentido, que la convocatoria no se ha realizado en tiempo y forma, de conformidad con el artículo" citado, reseñan las jugadoras, quienes insisten en que la federación "no se encuentra en disposición" de exigirles acudir a la convocatoria.

¿Y qué se podría hacer a futuro para evitar que situaciones como estas se repitan? Sobre la mesa estaría una reforma de la legislación vigente. Las opciones son diversas, sopesan los expertos. Entre ellas, retirar la obligatoriedad de asistir a las convocatorias de las selecciones deportivas en determinados supuestos o contemplar vías alternativas en caso de que exista un conflicto colectivo latente como el actual.

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