Los 21 activistas españoles de la Flotilla Global Sumud liberados por Israel, entre ellos la exalcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y el concejal de ERC, Jordi Coronas, ya han aterrizado en España. Para obtener su liberación, han debido firmar un documento en el que aceptan que su entrada en el país fue ilegal, condición que han rechazado los miembros de la CUP Pilar Castillejo y Adrià Plazas, así como las activistas mallorquinas de Podemos, Lucía Muñoz y Alejandra Martínez, y el exdiputado en la Asamblea de Madrid, Serigne Mbayé. Los voluntarios internacionales permanecen detenidos en Israel, a la espera de que un juez autorice su deportación forzosa. Informa EFE.
El avión con los primeros repatriados aterrizó en el aeropuerto de Barajas de Madrid. En el vuelo, además de Colau, Coronas y los cupaires también viajaba el diputado de Compromís en Les Corts, Juan Bordera. Los activistas españoles expulsados de Israel han denunciado a su llegada a Madrid que han sido "vejados" y "humillados" en la prisión en la que han permanecido detenidos, donde han sufrido malos tratos físicos y psicológicos
"Los maltratos físicos y psicológicos han sido repetidos durante todos estos días: nos han golpeado, nos han arrastrado por los suelos, nos han vendado los ojos, nos han atado de pies y manos, nos han metido en jaulas, nos han insultado", ha denunciado Rafael Borrego, uno de los activistas, ante las numerosas cámaras de televisión que les esperaban en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid Barajas.
Un primer grupo de 21 españoles ha llegado este domingo a Madrid, mientras que en la prisión israelí de Saharonim, en el desierto del Neguev, siguen detenidos otros 28 españoles junto a activistas de otras nacionalidades que viajaban en la flotilla y que han rechazado firmar el citado documento reconociendo que su entrada en el país fue ilegal.
Tras los abrazos y saltos con los amigos y familiares que les esperaban en la terminal del aeropuerto, han relatado las jornadas pasadas desde que el pasado miércoles la flotilla fue interceptada por la armada israelí.
Según han señalado, estuvieron horas maniatados en el puerto antes de ser trasladados a la prisión en el desierto, en un "proceso constante de deshumanización"; han sido deportados sin juicio y se les ha mostrado papeles en hebreo, sin traductor
No tuvieron acceso a abogados ni han podido contactar con las familias, no han recibido asistencia médica y se les privó de agua potable y de medicamentos necesarios a algunos de ellos, como la insulina que requerían dos personas diabéticas y que no recibieron hasta tres días después de la detención.
De acuerdo con su relato, personas armadas entraban con perros en las celdas y les apuntaban a la cabeza, les privaban del sueño, les cambiaban de celda para impedir que durmieran y fueron tratados "peor que animales".
Los miembros de la flotilla han agradecido la presión popular, han pedido a los gobiernos que actúen para que lo ocurrido no quede impune y han querido llamar la atención sobre la situación de miles de presos palestinos que están en poder de las autoridades israelíes. A su juicio, Israel ha querido tener una actitud ejemplarizante con los activistas, pero ellos han tenido la fortuna de que el foco internacional estaba sobre la flotilla.
A pesar de lo ocurrido, han asegurado que volverían a embarcarse y han confiado en que pronto haya otra flotilla hacia la Franja de Gaza.Todos han aparecido en la terminal vestidos con camisetas blancas, ya que no les permitieron cambiarse al salir de la prisión y, han denunciado, les robaron la mayoría de los objetos personales cuando desembarcaron en el puerto.
Colau denuncia "abusos y maltratos"
La exalcaldesa de Barcelona Ada Colau, por su parte, ha denunciado los "abusos y maltratos" a los activistas de la Global Sumud Flotilla detenidos en Israel, por los que emprenderá "acciones", y ha hecho un llamamiento a la movilización para parar los pies a este "Estado terrorista neofascista" israelí.
Así lo ha dicho en sus primeras declaraciones al llegar al Aeropuerto de Barcelona-El Prat, junto al concejal barcelonés de ERC Jordi Coronas, tras ser liberados hoy por Israel.
Rodeada de dirigentes de Comuns como Jéssica Albiach o David Cid, que han acudido a arroparla, Colau ha narrado "una experiencia muy dura" a partir de "la detención ilegal" de los activistas –que ha definido como un "secuestro en aguas internacionales"–, tras el cual fueron llevados a un puerto donde les esperaban "centenares de policías muy agresivos, muy violentos", que los maltrataron.
Los mantuvieron durante horas "arrodillados en el suelo o con la cabeza contra el suelo", entre "gritos, insultos, humillaciones", y les arrancaron prendas de ropa y collares, antes de llevarlos a una "horrible" prisión de alta seguridad en el desierto, donde continuó el "trato denigrante".
El trayecto del puerto a la prisión en furgonetas policiales, según Colau, también "fue durísimo", porque los activistas llevaban muchas horas sin beber agua, sin comer y sin dormir y porque les habían quitado ropa y encendieron el aire acondicionado para que pasaran frío durante el viaje.
Ya de madrugada llegaron a la prisión, donde siguieron sufriendo "cosas terribles", les despojaron de la ropa que les quedaba y les dieron unas camisas blancas, con las que han regresado a Barcelona.
Exteriores confirma que los 28 restantes regresarán el lunes a España
En una entrevista en Catalunya Ràdio, el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, ha confirmado que a lo largo del lunes los 28 activistas restantes llegarán a España "si no hay cambios de última hora".
"Hasta que no estén todos sentados en el avión y el avión esté en el aire, no lo podremos confirmar al 100%, pero hoy debería llegar ya el grupo de 28 miembros de la flotilla que todavía siguen retenidos en Israel", ha explicado Albares, que no ha querido dar más detalles de la operación de retorno.
Los activistas que se negaron a firmar el documento
La presidenta del grupo de la CUP en el Parlamento de Cataluña, Pilar Castillejo, así como Adrià Plazas, miembro de la dirección de la CUP, no viajaron con el grupo de 21 activistas. Así lo indicó la CUP en un comunicado, después de que la secretaria general de ERC, Elisenda Alamany, informase de que el grupo de 21 activistas salía de Tel Aviv.
Tanto Castillejo como Plazas, se han negado a firmar la deportación inmediata, para "continuar ejerciendo presión internacional desde la cárcel de Ketziot", señala la formación anticapitalista en su comunicado.
La firma del documento al que obliga Israel, puntualizan los cupaires, "implicaba asumir que habían intentado entrar de forma ilegal en el Estado sionista de Israel, lo cual es del todo incorrecto, ya que fueron las fuerzas de ocupación israelíes quienes los secuestraron y forzaron a ir, en contra de su voluntad, a tierras ocupadas", cuando su intención era "llegar a Gaza para abrir un corredor humanitario".
La CUP exige la "liberación inmediata de todos los activistas secuestrados" y denuncia el "trato degradante y agresivo que han recibido", la falta de acceso a agua y alimentación suficientes y la "falta de información de las autoridades españolas y catalanas hacia los familiares de los activistas"
Las activistas mallorquinas Lucía Muñoz y Alejandra Martínez, que también integraban la Flotilla Global Sumud, han rechazado firmar el documento de deportación voluntaria y permanecerán detenidas en Israel, a la espera de comparecer ante un juez que deberá autorizar su deportación forzosa.
Podem Illes Balears, formación a la que pertenecen, ha informado de la decisión de sus dos militantes. Muñoz y Martínez, que viajaban a bordo de la embarcación junto a otros voluntarios internacionales, han decidido no aceptar la deportación voluntaria porque se niegan a firmar cualquier documento que implique reconocer que entraron ilegalmente en Israel, como en el caso de los 'cupaires'.
Ambas defienden que su acción se enmarca en una misión pacífica y humanitaria en apoyo al pueblo palestino, subraya el partido morado en un comunicado.
El abogado y representante de la flotilla, Jaume Asens, ha explicado que “las familias de los detenidos lamentan la falta de comunicación con los servicios consulares y aseguran que están recibiendo la información a través de los medios de comunicación”.
Según las fuentes del entorno de la flotilla, Alejandra Martínez se encuentra en huelga de hambre desde el momento de su detención, después de declarar que “no iba a aceptar comida de quien mata de hambre al pueblo palestino”.
Ambas activistas habían anticipado antes de ser interceptadas que no firmarían ningún documento que implicara admitir una entrada ilegal al país, por lo que deberán someterse al proceso judicial que precede a la deportación forzosa.
Las autoridades israelíes mantienen detenidos a los miembros de la flotilla en distintos centros de internamiento desde el pasado jueves, mientras continúan las gestiones diplomáticas para su repatriación.
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El Ministerio de Exteriores israelí informó de que 29 personas detenidas de la Flotilla Global Sumud de España, Portugal y Países Bajos fueron deportadas este domingo rumbo a España.
"Israel desea que todos los participantes de esta provocación sean deportados lo antes posible, pero algunos de ellos optaron deliberadamente por prolongar el proceso legal de deportación, prefiriendo permanecer en Israel", indicó en un mensaje en X.
Añadió que "todos los derechos legales" de los participantes en la Flotilla, que tilda de "maniobra publicitaria", están "plenamente garantizados".
Los 21 activistas españoles de la Flotilla Global Sumud liberados por Israel, entre ellos la exalcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y el concejal de ERC, Jordi Coronas, ya han aterrizado en España. Para obtener su liberación, han debido firmar un documento en el que aceptan que su entrada en el país fue ilegal, condición que han rechazado los miembros de la CUP Pilar Castillejo y Adrià Plazas, así como las activistas mallorquinas de Podemos, Lucía Muñoz y Alejandra Martínez, y el exdiputado en la Asamblea de Madrid, Serigne Mbayé. Los voluntarios internacionales permanecen detenidos en Israel, a la espera de que un juez autorice su deportación forzosa. Informa EFE.