Medio ambiente
El fuego arrasa más de 68.000 hectáreas, un 60% más que hace un año
El fuego arrasó un total de 68.500 hectáreas hasta el 30 de agosto de 2015, lo que representa un 58,29% más que en el mismo periodo de 2014, según datos del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente recogidos por Europa Press.
La cifra, no obstante, es un 22,81% menos que la media del decenio, que asciende a 88.750 hectáreas quemadas. Así, el fuego ha afectado al 0,249% de la superficie nacional en un total de 8.885 siniestros.
Del total de los fuegos, el 70,31% del total fueron conatos, que se apagaron antes de consumir una hectárea de superficie y el 29,69% restante fueron incendios, que superaron la hectárea quemada. De los 2.638 fuegos de más de una hectárea, 14 de ellos fueron grandes incendios forestales, al superar las 500 hectáreas arrasadas.
Así, 2015 se mantiene por debajo de la media del decenio en cuanto a grandes incendios forestales, que se sitúa en 22 siniestros. Los años peores en cuanto a grandes fuegos son 2006, con 52 grandes fuegos; 2005, con 39 de estos siniestros; 2012, con 37 grandes fuegos; 2009, con 32 grandes incendios. Por contra, 2014 es el año con mejores resultados en cuanto a grandes incendios, ya que se produjeron seis fuegos de esta tipología. A este le siguen 2011, con 7 grandes incendios y 2010, con 8 grandes fuegos.
Por tipo de superficie, del total de hectáreas quemadas 36.008 hectáreas, más de la mitad, eran de superficie matorral y monte abierto; 25.669 hectáreas de superficie arbolada y 6.822 hectáreas de superficie forestal.
En cuanto a la distribución de los siniestros, el 46,24% se produjo en la región noroeste (Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco, León y Zamora); el 35,48% en comunidades interiores (todas las no costeras menos León y Zamora); el 17,40% en el Mediterráneo y el 0,88%, en Canarias.
De estos, el 44,58% de la superficie arbolada se quemó en las comunidades interiores; el 29% en el noroeste; el 26,30% en el Mediterráneo y el 0,11% en Canarias.
Los datos confirman que el 40,91% de la superficie forestal arrasada ardió en las comunidades interiores; el 34,14% en el noroeste; el 24,81% en el Mediterráneo y el 0,14% en Canarias.
Ante estos datos, organizaciones ecologistas e ingenieros de montes coinciden en las causas de los incendios forestales y exigen a las administraciones públicas que se esfuercen en las tareas de prevención "todo el año" y en mejorar la gestión del monte con el objetivo de reducir su "inflamabilidad", tras el aumento de fuegos en lo que va de 2015.
Aunque cada hectárea quemada debería poder evitarse, Elena Domínguez, del programa de Bosques de WWF, estima que si bien, este año se ha producido entorno a un 20% menos de incendios que la media del decenio, las condiciones del monte español "no han mejorado, por lo que está listo para arder".
"Los incendios de hoy se apagan 20 años antes", ha advertido Domínguez en declaraciones a Europa Press en las que ha explicado que este "año negro" viene después de que 2013 y 2014 fueran ejercicios "muy buenos" porque las condiciones fueron benignas.
"A merced" del tiempo
A su juicio, el mes de julio más caluroso desde que hay registros y eso provoca más incendios, pero lo cierto es que "no se erradican" las causas de raíz y los fuegos quedan "a merced de la meteorología", algo que ha calificado de "preocupante" e "irresponsable" en un contexto de cambio climático.
La experta ha elogiado los dispositivos de extinción "eficaces" pero ha reclamado una labor preventiva "mucho más importante" que pase no solo por hacer cortafuegos y poner puntos de agua, sino recuperar usos perdidos como la ganadería extensiva, el aprovechamiento de la resina, el corcho o la biomasa. "Hay masas de pinares que se plantaron a mediados del siglo XX y que ahora están abandonadas, sin generar beneficios en el medio rural", ha apuntado.
Asimismo, en un contexto de cambio climático con proyecciones de un aumento de la temperatura en verano de hasta 6 grados centígrados, ha recriminado el descenso de un 70% en el presupuesto de prevención.
"Con un aumento de 2 grados centígrados España tendrá 6 semanas más de riesgo de incendios forestales", ha apostillado. Por ello, cree que es muy importante reducir el grado de "inflamabilidad" en el territorio, que además tendría beneficios económicos para las localidades.
En la misma línea, el decano del Colegio de Ingenieros de Montes, Carlos del Álamo, ha incidido en la importancia de la prevención y de hacer rentable el monte a lo largo del año, pero "no solo en el monte sino también sobre las personas", ya que según ha recordado el 95% de los incendios se debe a causas humanas.
En este contexto, ha recordado que los incendios vienen dados por intencionalidad, las negligencias y por la situación del monte. Según Del Álamo, la intencionalidad tiene más posibilidades de éxito cuando las condiciones meteorológicas aportan más riesgo, como este año, en el que la primavera fue seca y el verano muy caluroso y ha incrementado el estrés hídrico de la cubierta vegetal. "Era previsible el aumento", ha resumido.
Del Álamo ha lamentado el aumento de los grandes incendios, que superan las 500 hectáreas y "tan difíciles de apagar" como los de la Sierra de Gata, en Cáceres; Cinco Villas (Zaragoza); Quesada (Jaén); Almería; Cieza y Lorca (Murcia); Latedo (Zamora); Quintana del Castillo (León); Bermellar (Salamanca) o Cualedro (Ourense).
El decano de los Ingenieros de Montes cree que los medios de extinción "se ajustan al riesgo medio de incendios" y reconoce que el gasto "no puede ser infinito" por lo que valora como "equilibrado" el dispositivo.
La solución definitiva, en su opinión, también pasa por hacer el monte rentable con incentivos. El 70% de la propiedad forestal española es privada y eso es "una fuerza mayor que todas las cuadrillas de extinción", ya que si se movilizase la inversión en el monte se podrían evitar muchos incendios. "Hay que vincular la sociedad con el monte", ha sentenciado.
Del mismo modo, Ecologistas en Acción y Greenpeace reclaman prevención durante todo el año. El coordinador de campañas de Ecologistas en Acción, Theo Oberhuber, ha recordado que la temporada no ha terminado y ha manifestado que los 14 grandes incendios de 2015 frente a los 6 de 2014 en el mismo periodo confirman la tendencia de un progresivo incremento de los grandes incendios sobre todo por las "condiciones meteorológicas".
Igualmente, considera que "lo preocupante" es que la suma de incendios que afecta a menos de una hectárea y a más de una hectárea, se mantiene, lo que indica que mediante la sensibilización y la legislación no se ha logrado una reducción sustancial.
También ha cuestionado el papel de las comunidades autónomas que "siguen siendo muy permisivas" con ciertas prácticas que provocan fuegos, como la quema de rastrojos y de monte para dar pastos, lo que, en su opinión, indica que "no se está haciendo bien el trabajo". Oberhuber se ha referido también a los fuegos provocados por maquinaria agrícola como desbrozadoras, segadoras, que provocan chispas.
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Por ello, estima que las administraciones deben centrarse en evitar las causas del fuego en el medio natural gestionando "mejor" el monte" y con más políticas de prevención.
Mientras, al portavoz de Greenpeace en materia de incendios, Miguel Ángel Soto, le gustaría pensar que "es imposible" que se repitan veranos con más de 400.000 hectáreas calcinadas y decenas de fallecidos por causa del fuego.
De este modo, coincide con el resto en las causas de los incendios, al tiempo que ha añadido la interfaz urbano-forestal, ya que ha aumentado de modo que hay muchas urbanizaciones y viviendas junto a masas forestales o dentro de estas.