Gobierno y PP se disponen a acelerar la reforma del CGPJ tras dejar enfriar "el escándalo Arnaldo"

El CGPJ acumula tres años de retraso en su renovación.

La elección de Enrique Arnaldo como magistrado del Tribunal Constitucional ha tenido consecuencias de todo tipo. Al desgaste político de los grupos que avalaron con su voto en el Congreso una candidatura propuesta por el PP se sumaron las tensiones internas de diputados de PSOE y Unidas Podemos que se desmarcaron de la disciplina de partido para emitir un voto discrepante. Ahora, según ha podido saber infoLibre, la elección de Arnaldo también está afectando a las conversaciones entre PSOE y PP para la renovación del Consejo General del Poder Judicial. 

En el Gobierno reconocen que “el escándalo Arnaldo” tuvo mucho más recorrido del esperado y nadie niega que, finalmente, acabó siendo “un sapo de muy difícil digestión”. Tras los términos en los que finalmente se llevó a cabo la renovación del TC, en el PSOE y en Unidas Podemos son conscientes de que ahora tendrían muy difícil explicar ante la opinión pública un nuevo capítulo de cesiones ante el PP en las negociaciones sobre el CGPJ, ya fueran en forma de aceptación de vetos a sus propios magistrados propuestos (como ya ocurrió en anteriores ocasiones con Victoria Rosell o con José Ricardo de Prada), ya en forma de visto bueno a candidatos del PP de perfil polémico. 

Por eso, el plan de los dos principales partidos en las últimas semanas ha consistido en “dejar enfriar lo de Arnaldo” para que ambos ganen algún margen de maniobra de cara a las negociaciones. En el Partido Popular también saben que el acuerdo del Constitucional que incluye a Enrique Arnaldo supone que ahora “puedan apretar menos” en el órgano de Gobierno de los jueces y, por eso, haber rematado ahora las negociaciones podría haberles dejado en una posición menos ventajosa. 

Presiones al PP

Aún así, fuentes del Gobierno consultadas por infoLibre no descartan la posibilidad de que todo pueda desbloquearse de manera inminente, incluso antes de finales de año. “La carrera judicial está ejerciendo una fuerte presión hacia el PP porque están en juego decenas de nombramientos y hay algunas salas que están al borde del colapso. La situación es insostenible y el PP sabe que no puede aguantar mucho más”, razonan esas fuentes que también explican que fue precisamente esa presión de la carrera judicial la que ayudó a que Pablo Casado moviera ficha con la renovación del resto de instituciones. 

El PSOE acepta aparcar la renovación del CGPJ y convoca al PP para pactar ya la del resto de instituciones

Desde el PP, sin embargo, mantienen oficialmente la misma postura de los últimos meses. Exigen un compromiso firme del Gobierno para cambiar el sistema de elección del CGPJ antes de acceder a renovarlo con la ley actual. Desde el Ejecutivo, mientras, elevan el tono de su respuesta a los populares y aclaran que no van a “aceptar ninguna coacción más. Lo tienen que renovar con esta ley y sin poner más excusas, y lo tienen que hacer ya”, indican.

Los contactos entre el PP y el PSOE siguen y tanto Teodoro García Egea como Félix Bolaños han mantenido la comunicación en las últimas semanas. Todas las fuentes consultadas de ambos partidos coinciden no obstante en que esas conversaciones “se enfriaron un poco después de lo de Arnaldo” conscientes de que el paso de los días, en este caso, podía hacer aumentar el margen de actuación de los negociadores. Interpretan en Moncloa que los de Casado estarían ahora por la labor de desbloquear de una vez por todas el CGPJ ante los continuos llamamientos de la carrera judicial e, incluso, de su propio presidente Carlos Lesmes. Lesmes es, por cierto, uno de los candidatos a ocupar una de las plazas del Constitucional que también han de renovarse en los primeros meses del año que viene. 

Tienen la convicción en Moncloa de que en el Partido Popular se ha llegado también a la conclusión de que no pueden aguantar mucho más en sus posiciones de bloqueo. Lo que interpretan en el Gobierno es que Casado y los suyos estarían buscando el modo de "aterrizar" su discurso más radical para buscar una salida que no les deje como perdedores de este pulso después de muchos exigiendo que "sean los jueces los que elijan a los jueces". Algo, que todas las fuentes del Gobierno consultadas coinciden en apuntar que no ocurrirá: "El PP ya sabe que no le van a servir los chantajes y que el CGPJ se va a renovar sin condiciones con la ley actual", apuntan. Las conversaciones ahora, según los equipos negociadores, no están ni siquiera centradas en los nombres que ocuparán las plazas que hay que renovar sino en la búsqueda de una fórmula que permita a los populares abandonar el bloqueo sin tener que vender la renovación como una derrota política ante el Gobierno.

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