Investigación

La ingeniería fiscal en Luxemburgo explicada en cinco pasos

La familia francesa Perrodo, dueña de la petrolera Perenco y una de las principales accionistas en la promotora inmobiliaria Kronos Homes, una de las más conocidas en España después de que la rica heredera e influencer Tamara Falcó se convirtiera en su imagen de marca. El multimillonario griego Spiros Latsis, con negocios que van desde el transporte al petróleo o los centros comerciales. Y por supuesto los principales fondos de inversión del mundo, con el gigante Blackstone a la cabeza, que controla más de 20.000 viviendas en España. Todos ellos tienen algo en común: utilizan sociedades en Luxemburgo para canalizar sus inversiones inmobiliarias en Europa.

La elección del Gran Ducado obedece básicamente a razones tributarias. El dinero entra en la UE desde paraísos fiscales sin mayores problemas y, tras invertir en proyectos inmobiliarios de toda Europa, regresa multiplicado a los territorios de baja fiscalidad.

El experto alemán Christoph Trautvetter, miembro de Tax Justice Network y autor de un reciente estudio sobre el papel de Luxemburgo en la ingeniería fiscal que busca reducir a cero la factura fiscal de los grandes capitales, lo explica así: “Los inquilinos de muchos países europeos, especialmente en las ciudades más grandes, están sufriendo la explosión de los precios de la vivienda y el alquiler. Estas explosiones de precios están impulsadas en parte por los inversores profesionales de los mercados financieros mundiales que descubrieron los bienes inmuebles residenciales como una inversión lucrativa. Muchos de ellos canalizan sus beneficios del sector inmobiliario europeo fuera de la UE prácticamente sin pagar impuestos. Para ello, suelen utilizar los pagos de intereses intragrupo canalizados a través de Luxemburgo”.

Pero, ¿cómo funciona esa ingeniería fiscal? Vamos a explicarlo en cinco sencillos pasos, tomando como ejemplo un reciente proyecto inmobiliario de Kronos.

Este reportaje forma parte de una investigación sobre los privilegios fiscales del sector inmobiliario en los países de la UE realizada por el consorcio internacional Investigate Europe, en la que infoLibre participa como único medio español.

1. El negocio

La compañía Kronos utiliza Luxemburgo como base de operaciones para realizar sus inversiones inmobiliarias en España y Portugal.

Luxemburgo sirve como vía de entrada del dinero utilizado en los diversos negocios de Kronos, procedente en su mayoría de paraísos fiscales, y también juega un papel fundamental para reducir el pago de impuestos por los beneficios obtenidos.

Vamos a ver cómo funciona el sistema con un ejemplo: el proyecto H2O, que consistió en la construcción de 252 viviendas, 372 garajes y 18 locales comerciales en la zona del puerto de Badalona, una ciudad a poco más de diez minutos de Barcelona.

Para poner en marcha dicho negocio se constituyó una empresa en Luxemburgo, llamada Barkeno Sàrl, única propietaria de una filial en España denominada Barkeno Developments SLU.

De acuerdo con el Registro Mercantil de Luxemburgo, el 68,04% del capital de Barkeno Sàrl pertenece a cuatro miembros de la familia Perrodo, una de las más ricas de Francia gracias a la empresa petrolífera Perenco, de la que son dueños. Los Perrodo realizaron su inversión desde compañías en Bahamas, que en 2021 fueron trasladadas a Guernsey, una de las islas del canal de la Mancha que funciona como paraíso fiscal.

El resto del accionariado de Barkeno Sàrl pertenece a compañías con sede en Islas Vírgenes Británicas, Jersey, Guernsey y Suiza, propiedad de los socios de los Perrodo. Todos ellos son territorios de nula o baja fiscalidad.

El proyecto H2O se inició en 2015 y la práctica totalidad de las viviendas, garajes y locales fueron entregados a sus compradores en 2020 y 2021. Estaba previsto que los últimos se vendiesen en 2022.

2. El viaje del dinero desde Bahamas a España

Barkeno Sàrl fue constituida el 30 de julio de 2015 en Luxemburgo.

En diciembre de 2015, Barkeno Sàrl recibió 15,8 millones de euros procedentes de una compañía de Bahamas, llamada Tchak Limited y que pertenece a la familia Perrodo.

Para recibir ese dinero, Barkeno Sàrl emitió un producto financiero propio de Luxemburgo: certificados de participaciones preferentes convertibles o CPECs por sus siglas en inglés (Convertible Preferred Equity Certificates). Este producto ha sido muy utilizado desde hace años para invertir en sociedades de Luxemburgo desde otros países.

El motivo es que, a efectos fiscales, los CPECs se consideran deuda para la empresa de Luxemburgo que recibe el dinero y fondos propios (equity) para quien lo presta. Eso significa que los intereses que paga la sociedad de Luxemburgo son deducibles fiscalmente y, al mismo tiempo, quien recibe ese dinero en otro país no tiene que declararlo como ingreso financiero.

Ese mismo mes de diciembre de 2015, Barkeno Sárl prestó su vez 15,7 millones a su filial española (Barkeno Developments SLU).

En definitiva, el dinero viajó en pocos días desde Bahamas a España con parada en Luxemburgo.

En los dos años siguientes, 2016 y 2017, Barkeno Sàrl prestó otros 3,3 millones de euros a su filial española. El dinero también llegó a Luxemburgo a través de préstamos de los Perrodo y sus socios en el negocio.

3. Préstamos a un tipo de interés desorbitado

La sociedad española Barkeno Developments SLU recibió, en total, 19 millones en préstamos de su matriz luxemburguesa.

El tipo de interés pactado fue del 8%, un porcentaje desorbitado entre 2015 y 2017, que fue cuando se suscribieron los préstamos.

La mejor prueba la encontramos en la propia sociedad española. Además de recibir 19 millones de su dueña luxemburguesa, recibió un préstamo de 8 millones del Banco Sabadell a finales de 2015, que dos años después se amplió mediante una línea de crédito de 59,4 millones. Pues bien, el tipo inicial pactado con la entidad financiera fue del 3,08%, que se redujo incluso al 2,5% tras la novación en 2017.

En otras palabras, Barkeno Developments SLU estuvo pagando en intereses tres veces más por el dinero que recibió de sus accionistas en Luxemburgo que por el que le prestó el Banco Sabadell en España.

4. Pierde Hacienda

Pero, ¿por qué razón decide una sociedad pagar esos sobrecostes financieros a sus accionistas?

La respuesta es sencilla: para pagar menos impuestos.

A finales de 2020, Barkeno Developments SLU ya había devuelto a su matriz luxemburguesa todo el dinero que le había prestado como principal, además de 5.818.731 euros en pago de intereses.

Si los préstamos se hubiesen firmado al mismo tipo de interés que con el Banco Sabadell, la sociedad española habría pagado 1.995.277 euros en intereses a Barkeno Sàrl.

Por tanto, abonó 3.823.504 euros más por el tipo de interés exorbitante pactado con sus accionistas. Como ese dinero es un gasto para la sociedad española, eso significa que los beneficios de Barkeno Developments SLU se redujeron en esa misma cantidad: 3.823.504 euros. Y dado que en España las sociedades tributan en impuestos el 25% de sus beneficios, la empresa del grupo Kronos redujo su factura fiscal en 955.876 euros gracias a la ingeniería fiscal.

Una portavoz del grupo inmobiliario, a preguntas de Investigate Europe y de infoLibre, negó cualquier irregularidad: “Las tasas de interés utilizadas para los préstamos intragrupo en las estructuras de Kronos vienen definidas por análisis de precios de transferencia, que son actualizadas anualmente por expertos independientes, siguiendo los directrices de la OCDE. Es importante señalar que dichos tipos de interés no pueden ser comparables con los préstamos bancarios, ya que estos normalmente están garantizados hipotecariamente por un activo inmobiliario, mientras que un inversor asume un mayor riesgo ya que su deuda está subordinada y no garantizada, lo que consecuentemente debe implicar una mayor rentabilidad”. Dicha portavoz añadió que “en ningún caso la intención de cualquier transacción de este tipo es incurrir en sobrecostes en nuestras empresas, ya que estas se celebran en condiciones de plena competencia y libre mercado”.

Los periodistas enseñaron las cuentas de Barkeno Developments SLU a un inspector fiscal y a un técnico de Hacienda y ambos son unánimes: los préstamos entre sociedades del grupo tienen que realizarse “por su valor de mercado”, según indica el artículo 18 de la Ley del Impuesto de Sociedades. Hay hasta cinco métodos para calcular ese valor, pero básicamente se puede afirmar que sólo podría acordarse un tipo de interés del 8% para el préstamo intragrupo si la compañía no tuviese ninguna otra vía para obtener ese dinero a un tipo más bajo. Algo que a priori desmienten las operaciones realizadas por la Barkeno Developments SLU con el Banco Sabadell, que llegó a darle una línea de crédito de 59,4 millones, de los que utilizó menos de 30. “La sociedad española tendría que estar prácticamente en quiebra para pedir entre 2015 y 2017 dinero a un tipo de interés del 8%”, resume el inspector fiscal.

5. El dinero viaja de vuelta a los paraísos fiscales

El dinero que llegó a España en 2015, regresará a los paraísos fiscales multiplicado y sin pagar demasiados impuestos, gracias a la estructura societaria cuyo eje se encuentra en Luxemburgo. Ese camino de vuelta del dinero se produce a través de dos vías.

La primera la acabamos de ver: el pago de intereses por los préstamos recibidos de la matriz. En total, casi 5,82 millones de euros, de los que más de 3,82 pueden considerarse beneficio traspasado gracias a los sobrecostes financieros.

La segunda es el abono de dividendos. En 2020 y 2021, la sociedad española pagó por este concepto 12,66 millones a Barkeno Sàrl.

En total, 16,48 millones de beneficio trasladado a Luxemburgo por una sola operación inmobiliaria.

Pero el Gran Ducado no es el destino final del dinero. Exactamente el mismo sistema utilizado por la sociedad española para trasladar sus beneficios a Luxemburgo, es el que utiliza Barkeno Sàrl para mover el dinero hacia las empresas en paraísos fiscales de sus principales accionistas.

En primer lugar, el pago de intereses por los préstamos recibidos. Entre 2015 y 2021, Barkeno Sàrl abonó a las empresas de sus accionistas más de 4,5 millones de euros en intereses y costes financieros.

En segundo lugar, Barkeno Sàrl pagó en 2021 a las empresas de sus accionistas 13,2 millones de euros en dividendos.

Todas esas sociedades están en países considerados paraísos fiscales o territorios de baja tributación. En el caso de los accionistas mayoritarios de Barkeno Sárl, los cuatro miembros de la familia Perrodo, sus sociedades están ahora en Guernsey.

¿Y cuántos impuestos pagó Barkeno Sàrl en Luxemburgo? Entre 2017 y 2021, poco más de 37.000 euros en total, según las cuentas anuales depositadas en el Registro Mercantil del Gran Ducado.

Las grandes cifras del proyecto inmobiliario H2O dan una idea de lo rentable que puede ser el ladrillo: una inversión de poco más de 19 millones generó a los accionistas unos dividendos de 13,2 millones. O, lo que es lo mismo: lograron una rentabilidad del 69%.

Barkeno Developments SLU ingresó 81,5 millones en 2021 por la venta de viviendas, locales y garajes y pagó en total en España 4,5 millones por el impuesto de sociedades (un 5,5% respecto a sus ingresos y un 24% respecto a su beneficio bruto). En cuanto a los 13,2 millones repartidos en dividendos entre los accionistas, no fueron objeto de ningún tipo de retención fiscal ni en España ni en Luxemburgo. Se supone que los impuestos por los dividendos se pagarán cuando lleguen al bolsillo de los inversores (los Perrodo y sus socios), una vez que los distribuyan sus sociedades en paraísos fiscales. Pero sólo se supone porque la opacidad es una de las señas de identidad de esos territorios de nula o escasa tributación.

Luxemburgo y la inversión fantasma

Las estructuras de evasión u optimización fiscal en Luxemburgo son muy utilizadas por las personas adineradas. Y los préstamos intragrupo son una forma habitual, aunque no la única, de trasladar los beneficios obtenidos en negocios inmobiliarios a lugares con tipos del impuesto de sociedades del 0%. "Al utilizar estructuras híbridas y permitir el anonimato total, se aseguran finalmente de que los inversores (normalmente muy ricos) paguen menos impuestos que un trabajador medio en sus países de origen o incluso evadan por completo los impuestos y el escrutinio", denuncia Christoph Trautvetter en su estudio.

Una publicación de 2019 del Fondo Monetario Internacional (FMI), The Rise of Phantom Invesments (El auge de las inversiones fantasma), destacaba que "según las estadísticas oficiales, Luxemburgo, un país de 600.000 habitantes, acoge tanta inversión extranjera directa (IED) como Estados Unidos y mucha más que China. Los cuatro billones de IED de Luxemburgo equivalen a 6,6 millones de dólares por persona. Una IED de este tamaño no refleja las inversiones de ladrillo y mortero en la minúscula economía luxemburguesa".

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Los autores explican que la inversión extranjera directa puede ser “un importante motor de una auténtica integración económica internacional, estimulando el crecimiento y la creación de empleo e impulsando la productividad mediante transferencias de capital, cualificaciones y tecnología". Sin embargo, añaden, gran parte de esa inversión en Luxemburgo "es de naturaleza fantasma, es decir, inversiones que pasan a través de cascarones empresariales vacíos. Estos cascarones, también llamados entidades de propósito especial, no tienen actividad empresarial real". El objetivo es pagar menos impuestos a través de la ingeniería fiscal.

El estudio del FMI añade: "Curiosamente, unos pocos paraísos fiscales bien conocidos acogen la inmensa mayoría de la IED fantasma del mundo. Luxemburgo y los Países Bajos albergan casi la mitad. Y si añadimos a la lista Hong Kong, las Islas Vírgenes Británicas, Bermudas, Singapur, las Islas Caimán, Suiza, Irlanda y Mauricio, estas 10 economías acogen más del 85% de todas las inversiones fantasma".

Puede que las inversiones sean fantasma, pero quienes se embolsan finalmente el dinero que transita por las estructuras societarias opacas no lo son. Tienen nombres y apellidos, pero eso no significa que siempre se les conozca. A veces, consultando Registros sobre los titulares reales de las empresas, como el que era de acceso público en Luxemburgo hasta que fue cerrado a finales de noviembre tras una sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, se pueden descubrir algunos de estos nombres. Así fue como Investigate Europe e infoLibre encontraron decenas de empresas del grupo Kronos en Luxemburgo y su vinculación con los cuatro miembros de la familia Perrodo.

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