LA PORTADA DE MAÑANA
Ver
Por qué una familia rica con tres hijos puede acceder al bono social eléctrico para familias vulnerables

El PP acepta a regañadientes un solo cara a cara con Sánchez por miedo a exponer demasiado a su líder

Alberto Núñez Feijóo, rodeado de fotógrafos en un acto en Barcelona.

Alberto Núñez Feijóo dice que no tiene miedo a debatir con Sánchez, pero este martes, en la primera entrevista que concede desde la convocatoria de las elecciones, al presentador de Más de Uno (Onda Cero), Carlos Alsina, le costó arrancar al líder del PP un compromiso para participar en un cara a cara con el presidente del Gobierno. Uno solo, eso sí, porque a su equipo de campaña le preocupa que el aspirante conservador salga mal parado. Y una forma de reducir riesgos es que sólo haya un debate a dos.

El historial de Feijóo en materia de debates es, cuando menos, contradictorio. En 2016, siendo presidente de la Xunta, decía que “tomar parte de un debate electoral no es una cuestión opinable”, es “un acto obligatorio” en democracia. Eso sí, hablaba de un debate a cinco, como el que finalmente se celebró el 13 de septiembre con ocasión del las elecciones gallegas de aquel año con los candidatos del PP, PSOE, BNG, En Marea y Ciudadanos. Esos son los debates que parecen gustarle a Feijóo. De hecho, en 2020, los participantes no fueron cinco sino siete, en representación de PP, PSOE, BNG, Galicia en Común, Marea Galeguista, Ciudadanos y Vox. 

Pero no siempre. En 2009, en la campaña que le convirtió por primera vez en presidente de la Xunta, se negó a debatir al mismo tiempo con los candidatos del PSOE y del BNG, Emilio Pérez Touriño y Anxo Quintana, entonces presidente y vicepresidente de la Xunta, respectivamente. De hecho, aquel cara a cara llegó a organizarse, pero acabó siendo suspendido por incomparecencia de Feijóo, que exigía tres debates a dos: Feijóo-Touriño, Feijóo-Quintana y Touriño-Quintana. Esa fue la fórmula que impuso el hoy líder del PP en las elecciones autonómicas de 2013: tres debates a dos (PP-PSOE, PP-BNG y PSOE-BNG). 

Pros y contras

Con estos precedentes y la disposición de Sánchez —el presidente lunes propuso hasta seis cara a cara, uno por cada semana que falta hasta la cita con las urnas—, los estrategas electorales del PP saben que no pueden negarse a participan al menos en un debate, a riesgo de parecer amedrentados. Entre los grupos mediáticos que han solicitado acoger un cara a cara están además dos que son claramente afines al PP, Atresmedia y Mediaset, así que negarse por principio habría supuesto también exponerse a las críticas de sus aliados.

En Génova saben que debatir no es el fuerte de Feijóo. De ello ha quedado constancia en el último año en todas las ocasiones en las que se ha medido con Sánchez en el Senado, tanto en sesiones de control como en debates sobre política general. Y son conscientes de que todos los manuales de comunicación política dicen que que el candidato que va en cabeza en las encuestas es el que más tiene que perder en un cara cara. El que más riesgo corre.

No obstante, confían en que un debate en televisión perfectamente acotado y con los mismos tiempos, algo que no sucedió en el último año en el Senado, donde el presidente del Gobierno tenía una clara ventaja, igualará las cosas. Y no falta quien ve en el cara a cara una clara oportunidad de que los ciudadanos visualicen a Feijóo como la “única alternativa” a Sánchez, uno de los ejes de la campaña que ha puesto el PP para tratar de desincentivar el voto a Vox.

Las condiciones

El problema es dónde celebrar ese único cara a cara y bajo qué condiciones. En el PP no quieren atarse, de momento, a ninguna fórmula, y por eso, para no confirmar ningún debate, a pesar de que hay al menos cuatro peticiones de grupos de comunicación (Antena 3, Telecinco, TVE y Prisa), Feijóo intentó desacreditar la propuesta de Sánchez diciendo que el líder del PSOE no quiere celebrar mítines “porque no es capaz de movilizar a su partido”.

Todo lo contrario que él, que da más importancia a la campaña tradicional que a los debates. “Las campañas electorales son mítines, actos en la calle, actos sectoriales. Y yo quiero hacer una campaña electoral”, se justificó, a pesar de que no le gusta que Sánchez haya anticipado las elecciones. 

Le gusta tan poco que, a pesar de que es una decisión que la ley reserva en exclusiva a los presidentes (ni siquiera depende del Gobierno), este martes se atrevió a criticar que Sánchez la hubiese tomado sin consultarle. Eligió la fecha “unilateralmente, por supuesto sin ningún tipo de comentario y sin ningún tipo de debate, por lo menos para informarnos”, se quejó.

Muchos obstáculos pendientes

Sánchez reta a Feijóo: seis debates cara a cara a partir del lunes

Sánchez reta a Feijóo: seis debates cara a cara a partir del lunes

En la entrevista, presionado por el conductor del programa, Feijóo acabó afirmando que sí habrá un debate a dos, pero al mismo tiempo dejó caer que todavía quedan muchos obstáculos por superar. Así que la incertidumbre continúa. 

¿Qué problemas ve Feijóo? En primer lugar, llegar a un acuerdo con el PSOE sobre los asuntos que se van a discutir y acerca del formato. Hay que fijar “la forma y el contenido”, alegó. Los equipos de campaña, dijo, tiene que establecer “cuáles son las fórmulas”. “Vamos a ser respetuosos con los plazos, con el procedimiento”, pidió a su interlocutor.

En segundo lugar, Feijóo defendió demorar el debate hasta conocer qué candidatos se presentan y cuál es la composición de las listas (las candidaturas de EH Bildu se convirtieron en su principal argumento de campaña en las recientes elecciones locales y autonómicas). Y esperar también, añadió, a que la Junta Electoral “señale un poco de proporcionalidad e imparcialidad”, algo que el organismo arbitral no hará a menos que alguna fuerza política solicite su pronunciamiento.

Más sobre este tema
stats