Politización de la Justicia

El PP se aleja de la reforma de la Constitución que propone Sánchez: "No vamos a morder el anzuelo"

El líder del PP, Pablo Casado, en un acto del periódico 'La Razón'.

Si Pablo Casado no cambia de opinión, no habrá reforma constitucional. El Partido Popular Partido Popularve una "cortina de humo", una "forma de desviar la atención" en un momento delicado el anuncio de Pedro Sánchez de reformar la ley fundamental para suprimir los aforamientos. Es decir, el privilegio que tienen algunas personas, como por ejemplo los diputados o senadores, de ser juzgados por un tribunal distinto al ordinario en el caso de ser imputados. Los conservadores creen que el líder de los socialistas tiene que explicar si esta iniciativa es "para contentar a los independentistas", en palabras de su número dos, Teodoro García Egea, pero también creen que otro de los objetivos del Gobierno con esta idea y en este momento concreto es poner en un brete a Pablo Casado. Hacer que el PP se retrate con una medida que, de estar en vigor, afectaría a su jefe de filas. 

Más claro fue el propio Casado horas después, en un acto en el periódico La Razón: "No vamos a morder el anzuelo. Que quieren suprimirlos, fenomenal, los 250.000 que hay en España", respondió retando al presidente del Gobierno. Poco después añadiría que el PP "no está a favor de la reforma constitucional" porque no se da el clima político necesario para dar un paso de este calado. Porque no ve que el tema de los aforados sea urgente. "Lo urgente es tapar la incapacidad de un Gobierno, tapar los escándalos que todas las semanas afectan a uno de los ministros del Gobierno", valoró.

Para reformar la Constitución es necesario el apoyo de tres quintos del Congreso y el Senado, por lo que los conservadores podrían bloquear la propuesta o aprobarla en solitario junto al PSOE.

La investigación del caso máster que afecta a Pablo Casado ha sido derivada al Tribunal Supremo. Es este tribunal es que debe tomar la decisión de si imputa o no al presidente del principal partido de la oposición. Si no fuese diputado o no existiese esta figura para los parlamentarios, este caso estaría en manos de un tribunal ordinario. La medida, en todo caso, no tendría efecto retroactivo.

Cerco a Casado

En ese sentido, las fuentes de la dirección nacional consultadas recuerdan que la ministra de Justicia, Dolores Delgado, ya dio muestra de esta estrategia la semana pasada en la sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados.

"Si hoy ciñésemos los aforamientos y la inmunidad a determinados aspectos, a los hechos cometidos en el propio cargo, a lo mejor el señor Casado estaría imputado, como el resto de sus compañeros de máster", señalaba a titular de Justicia en respuesta al diputado de Ciudadanos Ignacio Prendes. Fue en el transcurso de una interpelación urgente del partido naranja "sobre las medidas de regeneración democrática que pretende impulsar el Gobierno, entre otras la supresión de los aforamientos políticos".

Estas palabras no sentaron nada bien en el Grupo Parlamentario Popular. Su portavoz, Dolors Montserrat, tomó la palabra para pedir que se retirasen del orden del día. "Creo que no me han entendido bien. Lo que he dicho es que si no tuviéramos las normas en relación con las inmunidades en el sentido en que las tenemos, el señor Pablo Casado estaría imputado", se reafirmó.

Moción de Albert Rivera

La iniciativa de Ciudadanos seguirá su trámite parlamentario este martes, con la correspondiente moción consecuencia de interpelación urgente. La Cámara Baja debatirá, pues, sobre aforamientos poco más de 24 horas después de que el Gobierno anunciase esa reforma constitucional coincidiendo con los 100 días de Pedro Sánchez en la Moncloa.

A última hora de este lunes, la dirección del Grupo Parlamentario Popular debatía la postura a tomar sobre esta iniciativa concreta de Ciudadanos. Una cuestión que, desvinculada del caso que afecta a Pablo Casado y al "oportunismo" de Pedro Sánchez encaja en lo que el Partido Popular viene defendiendo algunos años. El vicesecretario de Organización, Javier Maroto, confirmó en TVE que el voto iba a ser a favor.

Una promesa electoral

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De hecho, los aforamientos merecieron una mención en el programa con el que Mariano Rajoy se presentó a sus últimas elecciones generales. Esta fue la fórmula elegida: "Mantenemos nuestro compromiso de reducir los aforamientos e impulsar la adopción de las iniciativas necesarias, por los distintos sujetos legitimados, para limitar la atribución al Tribunal Supremo y a los Tribunales Superiores de Justicia de la competencia para el enjuiciamiento de autoridades y cargos públicos".

Horas antes de que Casado avanzase su negativa a tocar la Carta Magna el PP defendía que no puede ocultar, porque ahí está la hemeroteca, que lleva años abogando por la reducción de los aforamientos. Pero advertía a Sánchez de que, sin conocer del todo la letra pequeña de su propuesta estrella, ellos consideran que para que una reforma de este tipo lleve el voto a favor del PP debía incluir la supresión de los aforamientos de los parlamentarios autonómicos y también la limitación de la figura de la acusación popular. El órdago de Pablo Casado de este lunes condicionando el diálogo a que se supriman la totalidad de los aforados deja poco margen para la negociación.

Y es que la propuesta de Sánchez afecta a los cargos públicos (Gobierno, diputados, senadores), "salvo en el ejercicio estricto de sus funciones y durante la duración del cargo", señalan en la Moncloa. Para ello, se modificarían los artículos 71.3 y 102.1 de la Constitución. Llegado este punto, en el Ejecutivo consideran que "no tendría sentido que se mantengan en las Comunidades Autónomas".

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