Muerte digna
Primer obstáculo para la nueva ley: la eutanasia choca con su prohibición en el código ético de los colegios médicos
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El código deontológico de la Organización Médica Colegial (OMC), que representa a los colegios oficiales de España, mantiene la prohibición de participar en la eutanasia. Esta norma ética choca con la ley que regula y despenaliza su práctica, cuya aprobación se produjo hace una semana. El código establece en su artículo 36.3 que “el médico nunca provocará intencionadamente la muerte de ningún paciente, ni siquiera en caso de petición expresa por parte de este”.
Javier Velasco, presidente de la organización Derecho a Morir Dignamente (DMD), advierte de que dicho código añade "dificultades" a la aplicación de una ley que nace con el rechazo de PP, Vox y la Conferencia Episcopal. Velasco apunta a la posición del presidente del Colegio de Médicos de Madrid, Manuel Martínez-Sellés, que se acoge al código deontológico para acusar al Gobierno de haber impulsado una ley que "va contra la deontología médica".
Un código en colisión con una ley
La ley, ya publicada en el Boletín Oficial del Estado, entrará en vigor dentro de tres meses. El Consejo General de Colegios de Médicos, órgano integrado en la OMC, ha venido amparando en el código ético su posicionamiento crítico con la Ley de Eutanasia a lo largo de todo su proceso de tramitación. Lo ha hecho no sólo invocando el artículo 36, sino incluso los principios generales, que recogen entre los “deberes primordiales” del médico el “cuidado de la salud del individuo”.
La OMC mantiene abierto además un proceso de reforma del código ético que parte de un borrador, enviado en 2018 a los colegios de médicos, que establece lo siguiente: “El médico nunca provocará ni colaborará intencionadamente en la muerte del paciente. No realizará eutanasia ni colaborará en la práctica del suicidio asistido”. Dicha reforma no ha sido introducida aún en el código. La pandemia ha ralentizado el proceso, que requiere de un debate previo y de la aprobación final por parte de la asamblea de los 52 colegios, explica un portavoz de la OMC. No hay fecha cerrada para ello. Está por ver cómo queda la redacción final.
La redacción presente ya rechaza la eutanasia. Ante esta situación, Juan José Rodríguez Sendín, presidente de la Comisión Central de Deontología de la OMC, recalca que la disposición final segunda del código excluye el castigo para el profesional que actúe conforme a la ley. Lo hace en estos términos: “El médico que actuara amparado por las leyes del Estado no podrá ser sancionado deontológicamente”. Con eso, a juicio de Rodríguez Sendín, el "problema" tras la aprobación de la ley "estaría solucionado", si bien el presidente de la comisión ética admite que existe en la profesión médica “un gran debate” que está pendiente de "resolver". “Los médicos tenemos los mismos debates que se dan en la sociedad”, explica, añadiendo que existen “planteamientos extremos". Rodríguez Sendín es partidario de buscar una fórmula en el código que haga compatibles “dos principios”: la “autonomía del paciente” y el “no hacer daño”, de forma que queden cubiertas las “diferentes sensibilidades éticas, morales y religiosas”.
Madrid y Cataluña
El tema suscita visiones distintas en el ámbito representativo de la profesión médica. El presidente del Colegio de Médicos de Madrid, Manuel Martínez-Sellés, encarna una posición nítidamente contraria a la ley. Martínez-Sellés participó el domingo en un encuentro digital de la Plataforma Sí a la Vida, red de organizaciones contrarias al aborto y a la eutanasia. “La eutanasia es matar a un paciente que está sufriendo, se supone que con un sufrimiento importante. Para acabar con este sufrimiento, lo que se hace es acabar con la vida del paciente. Sería algo así como acabar con el que está sufriendo en vez de acabar con el sufrimiento, y por lo tanto la eutanasia es los cuidados paliativos […]”, explicó durante el encuentro virtual. A continuación, citó el código ético. "¿La eutanasia puede ser aceptable para los médicos?", le preguntaron. "No", respondió. "La eutanasia va contra la esencia de la medicina. Los médicos nos dedicamos a curar, a tratar, a paliar, a acompañar... De hecho, la eutanasia va contra el código deontológico que tenemos todos los médicos en España, que prohíbe explícitamente la eutanasia".
Martínez-Sellés es un referente médico entre los colectivos autodenominados “provida”. El presidente del Colegio de Médicos de Madrid ha dado apoyo con su firma a la Plataforma Los 7.000, contraria a la eutanasia, que agrupa a entidades como Hazte Oír, Profesionales por la Ética, Centro Jurídico Tomás Moro, E-Cristians y One of Us, entre otras. Además, ha sido entrevistado para la iniciativa “provida” Vividores, de la Asociación Católica de Propagandistas. En conversación con infoLibre, señala que el código deontológico es “explícito” en la prohibición de la eutanasia. “Cuesta encontrar una afirmación más categórica”, afirma. No considera que, una vez aprobada la ley, el código deba ser modificado. Al contrario, cree que es el Gobierno el que “está sobrepasando sus límites [al entrar] en el campo de la ética profesional”. “El hecho de que se legisle una práctica que va en contra de la deontología médica no debe cambiar en ningún caso la ética médica. No debe depender de cuál sea la legislación”, añade, señalando que lo contrario sería "triste".
Desde Cataluña llega una visión distinta. El propio código de deontología del Consejo de Colegios de Médicos de Cataluña, que también está en revisión, enfoca de manera diferente la atención en el final de la vida. “Es deber médico fundamental ayudar al paciente a asumir la muerte de acuerdo con sus creencias y lo que haya dado sentido a su vida”, señala el código. Montserrat Esquerda, presidenta de la Comisión de Deontología del consejo catalán, es prudente sobre cómo abordar la reforma del código estatal. Consciente de que “dentro del colectivo médico hay mucha disparidad de opiniones”, cree que el código no debe ser “algo cerrado”, sino tener una redacción que permita a los médicos actuar con “agilidad” ante los “retos profesionales”. Pone como ejemplo no sólo la eutanasia, sino también la inteligencia artificial, que va a plantear cada vez más dilemas, por ejemplo –señala– cuando las máquinas puedan adoptar decisiones que afecten a la salud de un paciente. “Un código tarda años en reformarse. Creo que es bueno que refleje unos principios generales que sirvan de guía. Después, sobre cada tema, se pueden documentos ad hocad hoc, como se ha hecho con la objeción de conciencia”, añade.
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Javier Velasco, presidente de la organización Derecho a Morir Dignamente, afirma que existe una clara “contradicción” entre la redacción de la ley y el código de deontología de la OMC. A su juicio, los colegios médicos no resultan suficientemente representativos de la pluralidad de la profesión, si bien lamenta que profesionales en desacuerdo con las líneas fijadas por estas instituciones no participen en sus procesos democráticos. Velasco cita como ejemplo de posición “fundamentalista” la mantenida por Martínez-Sellés, que no cree representativa de la mayoría de la profesión médica. Además, alude a encuestas realizadas en Madrid, Vizcaya, Las Palmas y Tarragona que muestran un mayoritario apoyo en la profesión médica a la regulación y despenalización la eutanasia.
El presidente de Derecho a Morir Dignamente señala que la ley, cuando esté en vigor, se situará “por encima del código ético”, pero a su juicio la permanencia de un articulado contrario a la participación de los médicos en la misma añadirá “dificultades” a la aplicación de una norma que parte de un Gobierno de PSOE y Unidas Podemos pero deberá aplicarse en comunidades de otros signos políticos. “Es una dificultad más, que se añade a la oposición de los grupos contrarios a la eutanasia y a la campaña de la Conferencia Episcopal promoviendo la objeción de conciencia”, afirma Velasco.
infoLibre preguntó al Ministerio de Salud si tenía prevista una solicitud de modificación del código deontológico a la OMC para ajustarlo a la ley, sin que hubiera respuesta.