ALIANZAS POLÍTICAS
Las relaciones entre PNV y PP estallan: "Posiciones neofascistas" frente al "satélite del sanchismo"

La distancia es cada vez más grande. Y con más olas. La relación entre el PP y el PNV se ahoga por minutos. Los nacionalistas vascos navegan ahora mismo entre la indignación por las palabras del Partido Popular contra ellos y también la incomprensión de la actitud de Génova 13 cuando los necesitaría en una hipotética mayoría para sacar adelante una moción de censura o para tumbar medidas de la coalición.
“Feijóo nos tiene entre ceja y ceja, piensa que por nuestros cinco votitos no llegó a ser presidente”, analizan altas fuentes del Partido Nacionalista Vasco. Y es que, además, el calor sube entre los dos partidos al haber puesto el PP la cesión a los jeltzales del edificio en París que fue la sede del Gobierno vasco en el exilio como excusa para tumbar todo el decreto ómnibus, que incluía medidas como la revalorización de las pensiones, el aumento del salario mínimo y las ayudas para la dana y al transporte público.
El cuerpo a cuerpo se ha evidenciado de manera brusca en las últimas cuarenta y ocho horas. El líder de los populares, Alberto Núñez Feijóo, cargó este mismo jueves: “El PNV es en estos momentos un satélite más del PSOE. Cuando el PNV vuelva a ser otra vez un partido con criterio y que pueda pactar con unos y otros en función del objetivo del acuerdo, podrá hablar con el PP. Mientras sea un socio estratégico en Euskadi y Madrid en favor del sanchismo, se debe exclusivamente al sanchismo y es imposible hablar con alguien que no quiere hablar. Pero insistió: hablamos con los que quieran mejorar la vida de los ciudadanos y el problema es de quien se somete al sanchismo”.
Estas palabras llegan después de los duros rifirrafes que se vivieron en el Congreso de los Diputados entre los diputados del PNV y el portavoz en el Congreso del PP, Miguel Tellado, persona de máxima confianza y el brazo ejecutor de la estrategia de Alberto Núñez Feijóo. Lejos queda aquel entendimiento al teléfono entre el gallego y los nacionalistas vascos, quienes incluso consensuaban antes la fecha de convocatoria electoral por parte de la Xunta y de la Lehendakaritza en las últimas ediciones.
La tensión en el Congreso
El PNV siempre se ha vanagloriado de guardar las formas parlamentarias y no bajar al barro. Pero en las últimas horas los diputados peneuvistas han explotado. En la sesión plenaria de este miércoles, la parlamentaria Idoia Sagastizabal le reprochó a Tellado: "Siga siendo tan torpe, siga haciendo amigos que así le va a ir fenomenal , tan fenomenal como hasta ahora que no consigue nada... porque no quiere". "Es usted un sinvergüenza", apostilló en euskera desde la tribuna de oradores mientras se debatían los decretos del Gobierno.
En los pasillos del Congreso pocos minutos después el portavoz del PNV, Aitor Esteban, añadió: "Me reafirmo en que el señor Tellado es un torpe y un maleducado. Tampoco puedo esperar gran cosa en cuanto a solidez ideológica de alguien que comenzó en la izquierda nacionalista gallega y que está defendiendo posiciones absolutamente derechistas y diría que neofascistas porque recuerdo que ese edificio fue incautado por la Gestapo y entregado a Franco".
Los peneuvistas estaban absolutamente escandalizados por las palabras de Tellado después de la Junta de Portavoces del martes. El portavoz popular manifestó en rueda de prensa que “Aitor Esteban no quería un tractor, quería un palacete en París y Sánchez se lo ha dado", además de acusar a los nacionalistas vascos de ser el partido "aprovechategui" que se beneficia de la debilidad de Sánchez "para hacer caja" en beneficio no del País Vasco sino del propio PNV.
El edificio Marceau en París fue arrebatado a los nacionalistas vascos durante la ocupación nazi de Francia. Actualmente pertenece al Gobierno español, que ubicó allí una sede del Instituto Cervantes. El traspaso a los nacionalistas vascos se incluyó en el decreto ómnibus que decayó este miércoles. A pesar de ello, el PNV sostiene que ya es efectivo ese compromiso.
Fuentes del PNV explican que el edificio ya está en sus manos: “La no convalidación de un Decreto-ley produce la inmediata cesación de sus efectos y su derogación, pero no la anulación de los efectos producidos durante su vigencia. La transmisión ya ha sido establecida en la ley y es un acto que ya se ha perfeccionado”.
Y recuerdan que, en virtud del artículo 86 de la Constitución, la no convalidación no conlleva la pérdida de validez de la norma con efectos retroactivos. “El decreto-ley ha estado vigente desde su entrada en vigor hasta la próxima publicación en el BOE de su derogación”. Por ello, el PNV “celebra que, pese a las infundadas resistencias, se haga justicia y el edificio de la Avenida Marceau, incautado por la Gestapo y posteriormente ocupado por el franquismo, esté en manos de su legítimo dueño”. Un traspaso que ya estuvo en los planes de José María Aznar y Mariano Rajoy en distintas negociaciones con los nacionalistas.
A pesar de esa honda diferencia ahora, el PNV y el PP sí se han encontrado en varias ocasiones en el Congreso durante esta legislatura. De hecho, los dos votaron en contra este miércoles del mantenimiento del impuesto a las grandes energéticas como pretendía el Gobierno junto a los socios de izquierdas. Y asimismo los dos partidos unieron sus votos en la Cámara Baja en torno a una proposición de ley el pasado mes de septiembre para instar al Gobierno a reconocer a Edmundo González como presidente de Venezuela.
Feijóo, más cerca de Junts que del PNV
Tras ser primera fuerza en las elecciones del 23J, el líder del PP trató de aunar los apoyos para su investidura. Miró en primer lugar hacia el PNV, ya que los nacionalistas vascos apoyaron los últimos Presupuestos del expresidente Mariano Rajoy —aunque días después apoyaron la moción de censura impulsada por Pedro Sánchez— pero no tardaron ni 24 horas en cerrarle la puerta. Durante el debate de investidura, el portavoz del PNV en el Congreso dijo que “algún día” contaría lo que le llegó a ofrecer el PP para apoyar la investidura de Feijóo. Según El Diario Vasco, los conservadores ofrecieron al PNV el Ministerio de Industria a cambio de su apoyo. Génova lo desmintió.
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Cuando llegó al Congreso el líder del PP buscó encauzar la relación con el PNV. Durante su discurso en la gala de los periodistas parlamentarios del año 2023 —en la que recibió el premio a senador del año— bromeó al afirmar que le había faltado "hablar euskera en la intimidad" para llegar a ser presidente, en referencia a la famosa frase del expresidente Jose María Aznar sobre el catalán tras los pactos con Jordi Pujol. Un año después, Feijóo ya habla abiertamente de Junts como un socio “más coherente” que el PNV.
Con todo, desde que comenzó la legislatura los rifirrafes entre los parlamentarios del PP y del PNV han sido constantes. Antes de las elecciones vascas, en las que el PNV revalidó su mandato con Imanol Pradales a la cabeza, Feijóo llegó a pronosticar un declive electoral para los nacionalistas vascos por culpa de sus acuerdos con el PSOE, lo que afirmó acabaría dando paso a una hegemonía de EH Bildu en el País Vasco. Lo cierto es que hace meses que la interlocución entre ambos partidos, pese a los esfuerzos de los conservadores en tratar de llegar a alianzas puntuales en materias como la economía o la política internacional, está prácticamente rota. La sintonía entre el portavoz del PP en el Congreso y hombre fuerte de Feijóo, Miguel Tellado, y Aitor Esteban es escasa.
Los insultos del portavoz popular, que ha llegado a acusar de “miserable y asqueroso” el pacto con el Gobierno, fue respondido por parte del PNV con un vídeo en clave de 'humor' en redes sociales: una imagen de Tellado con cuerpo de ave frente a la sede del PP. “¿Es una gaviota? ¿Es un charrán? ¡Es Tellado! Pían, luego cabalgamos”, añade el tuit publicado por la cuenta de PNV.