Vuelve el estado de la nación: Sánchez buscará abanderar la normalidad y Casado reparar su autoridad en el PP

Sánchez en el Congreso

Presupuestos en tiempo y forma, legislatura de cuatro años y vuelta a la normalidad a los períodos de sesiones en el Congreso. Ese “orden institucional” es el principal mensaje que pretende trasladar el Gobierno con la convocatoria del primer debate sobre el estado de la nación desde 2015. Según fuentes del Ejecutivo, la cita aún no está “marcada en el calendario”, aunque se espera que pueda tener lugar en los primeros meses de 2.022 con las cuentas generales ya en vigor y una vez pasado el ecuador de la legislatura. “Lo que quieren los ciudadanos es normalidad, estabilidad y que los gobiernos se encarguen de gestionar la crisis y la recuperación económica, que es en lo que estamos centrados nosotros”, dijo el presidente el día de la Constitución en conversación informal con los periodistas. 

También razonan en la Moncloa que el estado de la nación “será una buena oportunidad” para que Pedro Sánchez explique “todo lo que hemos hecho, que ha sido mucho”. Y lo que esperan es que esa imagen de gestión se contraponga a la estrategia de agitación de un líder de la oposición en horas bajas por sus propias cuitas internas. “Ojalá trasladaran alguna idea o presentasen alguna propuesta”, apuntan fuentes gubernamentales con más ironía que esperanzas. 

En el entorno del presidente explican que todas las expectativas están puestas en que el próximo período de sesiones en el Parlamento sea el primero “normal” desde la irrupción de la pandemia. Y desde esa normalidad presentan un debate sobre el estado de la nación que la oposición venía reclamando insistentemente desde hace tiempo. Tanto la propia crisis del coronavirus estos dos últimos años como la inestabilidad política de las últimas legislaturas habían servido hasta ahora para eliminar el debate de la agenda parlamentaria durante los últimos siete años. 

“En realidad, cada comparecencia del presidente a cuenta de la crisis del covid-19 o de los Consejos europeos se ha convertido durante estos dos años en algo parecido a debates sobre el estado de la nación, pero ahora toca recuperar la normalidad y convocar uno tal y como corresponde”, apuntan desde el Gobierno antes de añadir que Pedro Sánchez “tiene muchas ganas” de dar cuenta de lo hecho hasta ahora. 

Una cita reclamada por Casado

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La intención del Ejecutivo es llegar a esa cita con las alforjas repletas de un trabajo legislativo al que se le “pisa el acelerador” durante el mes de diciembre con dos consejos de ministros semanales para sacar adelante un overbooking de medidas y reformas de calado, algunas de ellas comprometidas con Europa antes de final de año a cambio de los fondos europeos. 

Creen en las filas socialistas que ese debate sobre el estado de la nación “retratará una vez más” a Pablo Casado y a su figura como líder de la oposición. Un liderazgo permanentemente cuestionado a cuenta de la competencia electoral con la extrema derecha de Vox y, desde hace ya algunos meses, también de la propia batalla interna que se vive en el seno del Partido Popular. 

En el PSOE creen que el nerviosismo de Casado se hace patente cada miércoles en las sesiones de control y que por eso “dispara a todos sitios sin apuntar el tiro a nada”. Algo que, creen los socialistas, desgasta más al propio presidente del PP que a Pedro Sánchez. Para esa cita, Pablo Casado se volverá a enfrentar a un triple reto: fortalecer su figura presidenciable como líder de la oposición, marcar un perfil propio y distinguible al de Vox e, incluso, reparar la autoridad perdida en su propio partido. 

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