Von der Leyen tolera los viajes de Meloni a EEUU y de Sánchez a China para blindar la unidad contra Trump

Giorgia Meloni mantendrá este jueves en Washington un encuentro bilateral con el presidente Donald Trump en una nueva muestra de que su contacto directo y relación personal y política estrecha con el estadounidense. Su viaje busca abrir una vía de diálogo sobre las tarifas de la Casa Blanca que han golpeado a los productos europeos, en un papel reservado para la Comisión Europea que Meloni insiste en jugar.
Bruselas cuenta con competencias exclusivas, por encima de los Estados miembros, sobre el comercio exterior de la UE y las relaciones económicas que afectan al mercado único, lo que le permite centralizar y dirigir las actuales negociaciones con los Estados Unidos, además de diseñar los tiempos y la profundidad de la respuesta al desafío arancelario planteado por Trump. Pero la primera ministra italiana parece revolverse ante esta situación y quiere cumplir su parte, como hace unos días hizo también el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en China.
“Esta es una negociación que debe tenernos a todos comprometidos en todos los niveles, lo cual me compromete a mí ya que estaré en Washington el 17 de abril”, se excusó la primera ministra italiana antes de emprender viaje. Durante estos días previos, Meloni ha estado en contacto continuo con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, insisten en el equipo de la alemana, y públicamente la italiana ha cerrado filas con los mensajes de la Comisión. “Creo que las tarifas son una decisión totalmente equivocada por parte de la Administración Trump. Las economías occidentales están fuertemente interconectadas. Este tipo de duras políticas proteccionistas al final terminarán por dañar tanto a Europa como a los Estados Unidos”, aseguró Meloni.
Un mensaje en línea con pronunciado por el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, en su viaje a Pekín, cuando aseguró que “la política exterior de España no va contra nadie, va en defensa del entendimiento entre países, del orden multilateral y el libre comercio”. Y pese a ciertas dudas en Bruselas sobre el desplazamiento de Sánchez, y las críticas directas en Estados Unidos, la propia jefa de la Comisión, Von der Leyen, reconoció que Pekín debe también evitar “una mayor escalada” en la guerra comercial desatada hace pocas semanas. Mandarines comunitarios ya trabajan junto a los chinos para cerrar la cumbre bilateral entre la UE y China a mediados de julio.
Italia y España, alineadas con la Comisión
Ante el desafío arancelario lanzado por la Casa Blanca, de momento la líder de la tercera economía de la zona euro parece desplegarse para reforzar la estrategia de la Comisión, al igual que Sánchez, líder de la cuarta, insistió que hacía con su reciente viaje a China. En Pekín, el presidente del Gobierno habló de una relación “mutuamente beneficiosa” entre la UE y los Estados Unidos y del “establecimiento de unas relaciones sólidas entre China y la UE, y también entre China y España”.
Este lunes, el comisario europeo de Comercio, Maros Sefcovic, volvió a Washington en lo que supone su tercer viaje a la capital estadounidense en menos de dos meses. Y allí ha coincidido con el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, quien se reunió con el secretario del Tesoro, Scott Bessent, además de con el presidente del Banco Mundial y con empresarios e inversores. Bessent fue el político que criticó con un “sería cortarse el cuello” el posible acercamiento de España, o la UE, a China ante el viaje de Sánchez.
Fuentes del Ministerio de Economía confirman que Carlos Cuerpo mantuvo y mantiene una comunicación constante con el comisario Sefcovic sobre la visita realizada a Washington. Con una alineación clara en la que España apoya al 100% el trabajo de negociación que está realizando la Comisión con la Administración Trump.
Aunque la visita del ministro Cuerpo ya estaba programada y se enmarca dentro de los encuentros habituales entre países con estrechas relaciones, estas fuentes del Gobierno confirman que el titular español de Economía también reiteró el mensaje de la UE de mantener una mano tendida para negociar una salida al conflicto arancelario. Se trata, explican a infoLibre, de una primera toma de contacto con Bessent para analizar las maneras de seguir cooperando en el actual contexto, al tiempo que Carlos Cuerpo reitera la voluntad europea de avanzar en las negociaciones.
España e Italia mantienen relaciones comerciales de diferente peso con los Estados Unidos, aunque las transalpinas son más profundas con el otro lado del Atlántico. Roma disfruta de un superávit comercial de 40.000 millones con Washington, el tercero más elevado de la UE tras el alemán y el irlandés. Las exportaciones italianas a los Estados Unidos alcanzan el 10% de sus ventas totales al exterior mientras que España les vendió en torno a 19.000 millones en productos el año pasado, según datos de la secretaria de Estado de Comercio.
En todo caso, sí hay intereses estratégicos compartidos por España e Italia en sus ventas al otro lado del Atlántico. Los aceites minerales y combustibles y los productos farmacéuticos son grandes partidas de sus exportaciones, y las de aceite, olivas y vinos representan a sectores de alto valor simbólico. Ambos países, junto a Francia, presionaron precisamente para no aplicar aranceles a las bebidas alcohólicas estadounidenses y evitar así represalias contra sus propios sectores.
Bruselas cierra sus filas ante la amenaza arancelaria
En la Comisión escrutan y analizan estos movimientos que empiezan a producirse entre los líderes europeos. De momento, sólo el húngaro Viktor Orbán ha roto el bloque de los 27, una escisión que ya habían calculado, y la UE funciona a 26 sin problemas. La mano izquierda del presidente del Consejo, António Costa, para lidiar con los gobiernos nacionales está facilitando este encaje, confirman fuentes diplomáticas, y también en privado, desde el Ejecutivo comunitario. Aunque Bruselas haya dado un primer toque de atención.
Los contactos con la Administración Trump “son bienvenidos y están estrechamente coordinados”, pero las negociaciones comerciales de la UE son “competencia exclusiva de la Comisión”, asegura un portavoz de Maros Sefcovic. El mensaje, antes de la visita de Meloni, es similar al realizado sobre el viaje de Sánchez a China.
El comisario Sefcovic se ha trasladado de nuevo a Washington con una oferta de mayores compras de gas licuado estadounidense, aprovechando la pausa de 90 días decretada por Trump en la aplicación de las peores tarifas recíprocas, que en el caso de la UE ascendían al 20% sobre sus productos. Es una idea ya planteada por la presidenta Von der Leyen hace meses, antes de que el empresario neoyorkino volviese a la Casa Blanca. Sefcovic ofrecería ahora algún tipo de compras conjuntas del hidrocarburo, centralizadas desde Bruselas, para alcanzar un volumen considerable a cambio de obtener precios competitivos.