Lo primero es apagar los fuegos y evitar sí o sí, la muerte de más personas consecuencias de los incendios explosivos. Y una vez apagados, corresponde el análisis objetivo y exigir responsabilidades. Y poner en marcha las políticas públicas de protección de la masa forestal y la prevención de los montes públicos, privados y mancomunados:
a) Más personal y todos fijos discontinuos.
b) Subir el salario de los retenes de prevención de incendios y acordar un salario medio para todo el personal del sector forestal de todas las comunidades autónomas.
c) Negociación del convenio colectivo estatal para el sector forestal, junto con los sindicatos UGT y CCOO.
d) Aumentar el tiempo de trabajo de los contratos a ocho meses en todo el territorio nacional.
e) Iniciar la campaña en octubre, esencial la limpieza de los montes, márgenes de los caminos vecinales, los cortafuegos, las podas controladas y aprovechar la madera que se estrategia para la producción o para calefacción. Se pueden crear en toda España más de 25.000 puestos de trabajo.
e) Constituir la mesa forestal del diálogo social en todas las comunidades autónomas, llamando a los sindicatos de clase. Es ahora, en el mes de septiembre, el momento adecuado para iniciar la negociación y si el PP se niega, sin el PP.
No se debe perder más tiempo, el monte está desapareciendo entre las llamas.
La prevención es inversión para proteger los bienes públicos y mejorar la vida en el medio rural y la naturaleza
En conclusión:
-Es creación de empleo en el medio rural de toda España y se crea riqueza para los pueblos. Es decir, nunca será un gasto. Supongamos que el próximo año los incendios se reducen al mínimo a cero, he aquí el resultado de que las políticas forestales de todas las regiones se practiquen en pro de la masa forestal. Estos son los beneficios que los bosques españoles y todo el medio natural necesita.
-Agradecer y reconocer el buen trabajo de los profesionales forestales, cuadrillas forestales que trabajan sin personal suficiente, sin convenio y con salarios bajos. Igual que los bomberos y sin personal suficiente. Sin dejar de agradecer su buen hacer a la UME, la Guardia Civil y Policías Locales y vecinas y vecinos, de las zonas afectadas.
-El esfuerzo inhumano, en muchos casos, para apagar el fuego. Sin menospreciar a los empleados y empleadas públicos, técnicos y técnicas forestales que están abandonados por las nulas políticas forestales de sus gobiernos autonómicos y que a pesar de que trabajan e precario y bajo mínimos desarrollan una buena labor de coordinación.
Lo primero es apagar los fuegos y evitar sí o sí, la muerte de más personas consecuencias de los incendios explosivos. Y una vez apagados, corresponde el análisis objetivo y exigir responsabilidades. Y poner en marcha las políticas públicas de protección de la masa forestal y la prevención de los montes públicos, privados y mancomunados: