Una corrupción demasiado antigua

César Moya Villasante

La corrupción del PP es demasiado antigua como para asombrarnos ahora de lo que pasa. El hecho de que ahora aparezcan casos graves y masivamente no quiere decir que sea de estos últimos años de legislatura de Rajoy ni quiere decir que sea él el que ha abierto puertas. Me explicaré, considerando que lo que narro aquí es opinión personal nacida de muchos años vividos políticamente.

Mi adolescencia fue en la posguerra, que fue casi peor que la guerra en sí. Los años 40 y 50 fueron muy duros y cuando uno nace en una familia dividida con un padre franquista y falangista se queda con muchas cosas en la mente de imágenes pasadas por tu vida. Y de ahí nace la opinión de que esta corrupción es totalmente sistémica desde aquella posguerra. Lo que pasa es que entonces el latrocinio era insignificante porque no había de dónde sacar. Pero la corrupción no es solo robar dinero, sino considerarte con la impunidad de hacerlo porque no es delito. Y ese es el origen que explico aquí.

Los ganadores de aquella batalla que aún vivimos en la memoria histórica se llamaban entonces “los nacionales”, que habían luchado contra los “rojos” que querían destrozar el país. ¿Os suena de algo esa frase de “romper España”? Pues allí nació. Porque el origen de la guerra civil fue de muchas circunstancias juntas pero el hecho nacionalista también existió en parte. Al ganar aquella batalla los nacionales, hoy representados por hijos y nietos de aquellos, la mayoría incluidos en el PP, parece que se sintieron con derecho a todo, incluso a ser corruptos y a disponer del país como quisieran. De igual forma que Franco consideró su función durante 40 años. Y nunca salió a la luz esa corrupción compuesta de muchos casos, con la inclusión y el apoyo de una Iglesia apegada al poder, que aún no quiere dejar. Y a base de ese apoyo de la Iglesia y del poder nacionalista español, se gestó una situación que duró demasiados años y que ahora aflora. Porqué sale ahora a la luz es un pequeño misterio, pero es fácil adivinar que la primera causa es la llegada a manos llenas de dinero europeo que la hacía factible porque ya había de dónde meter dinero en la caja, como ha pasado desde principios de los 90 y la burbuja del ladrillo. Si unimos a eso luchas internas de poder en el PP con vendettas posibles nos encontramos con el afloramiento de una corrupción que nació hace mucho tiempo y que siguió siempre oculta hasta hace poco. Añadiendo la labor de magníficos periodistas, juristas, policías, etc. Que han hecho bien su trabajo.

Pero que nadie crea que se han tomado medidas. Ninguna efectiva. Todo lo que presume Rajoy son parches que él sabe dominar para que no salga la verdad absoluta de todo que lleva tantos años dañando este país. Los otros partidos que han tenido casos de corrupción ha sido un hecho puntal, muy grave, pero no de tantos años.

Y muchos se extrañan de que, con tantos casos abiertos, los votos del PP no bajen de esos 7 millones de los que presumen. Pero también se explica con aquella frase nacionalista utilizada hasta la extenuación. Se dice que hay gente que quiere romper España y se repite cada vez que un miembro del partido dice algo. Hay enemigos por todas partes de éste país, según ellos. Pero lo cierto es que, salvando los casos de Catalunya y Euskadi, una gran parte de la población se lo cree y opina que votar al PP es lo único que nos salvará, porque siguen siendo aquellos “nacionales que nos salvaron” hace muchos años. La desaparición de ETA vino muy mal al PP, y entiéndase bien la frase, pues aquella gente les dio muchísimos votos y parte de los perdidos hoy quizá se deba a esa desaparición tan feliz para todos. La prueba es que siguen nombrándola, aunque no venga cuento. Todo por seguir subidos al poder para que España siga siendo aquella “una” que pregonó Franco. Y no es que los que quieren romper este país, siguiendo la rememoración de la frase, sean tantos, sino que entienden la unidad de otra forma en que la posibilidad de pensar distinto no sea punible. Por eso, España es un país algo distinto a los de nuestro entorno. Aquella guerra aún la estamos pagando y no sabemos cuánto tiempo más durará.

En resumen, esta corrupción del PP es algo cultural. Hasta ahora se han considerado los dueños del país y sufren un gran problema cuando salen a la luz cosas que, para muchos de su club de amiguetes, consideraban consustancial con su profesion de político, por llamarlo de alguna manera.

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César Moya Villasante es socio de infoLibre.

La corrupción del PP es demasiado antigua como para asombrarnos ahora de lo que pasa. El hecho de que ahora aparezcan casos graves y masivamente no quiere decir que sea de estos últimos años de legislatura de Rajoy ni quiere decir que sea él el que ha abierto puertas. Me explicaré, considerando que lo que narro aquí es opinión personal nacida de muchos años vividos políticamente.

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