¡Es Europa, estúpido!

Felipe Domingo Casas

Dentro de la semana trágica que vive el PP,  la sorpresa que ha causado en la política  y en los medios y, por extensión, en la sociedad civil, Mañueco abre negociaciones para buscar alianzas y formar Gobierno. Es opinión generalizada que no lo tendrá fácil, por su interés en formar exclusivamente un Gobierno de su partido.

Los resultados de las elecciones en la Comunidad de Castilla y León sorprendieron, a tenor de las expectativas que unos y otros tenían.

De ahí que las alianzas que se firmen y la formación de gobierno en Castilla y León dé tanto juego y cree más controversia que las alianzas que se sucedieron en el periodo 2015-2020 hasta llegar a la formación del Gobierno de coalición.

La historia, si no se repite, rima, que se dice ahora, alterando el dicho original de que el que no  aprende de la historia, está obligado a repetirla.

Al  margen de la solución que se dé entre la dirección nacional y la madrileña, que forman la añada joven de sus dirigentes, el PP ya tiene años de  historia  y aprendizaje para haber adquirido la solera heredada suficiente  de un vino de crianza  que representa mejor la dirección nacional de Casado que la madrileña de Ayuso.

Ha gobernado y sabe lo que puede y no puede hacer, al hacerlo siempre después de etapas del Partido Socialista. Si en política económica ha podido poner en práctica su programa neoliberal- ese neoliberalismo que ha acentuado el gravísimo problema de la desigualdad, principal problema mundial- en políticas sociales, de igualdad y género, le ha resultado más complicado,  por no decir imposible, revertirlas. Para muestra, con el matrimonio igualitario, el aborto o los derechos LGTBi.

Europa pide, más bien exige,  a todos los Estados miembros  que se declaran europeistas  y autonomistas que cumplan con la parte de soberania  que le han cedido como condición para el fortalecimiento de la Unión.

 Y los diversos órganos de la Unión consideran irrenunciable que en la política de alianzas y en la formación de los Gobiernos, después de elecciones,  se forme un cordón democrático a la extrema derecha y al fascismo, que  quiere volver.

La historia política  de los años 30 y 40 fue tan trágica para Europa que no está dispuesta a repetirla. Y en  España, esta historia se prolongó casi 40 años con la dictadura franquistain.

Ni Mañueco, ni Casado, ni el PP, por tanto, tienen las manos libres (miente Mañueco) ni para las alianzas ni para formar el Gobierno que quieran en Castilla y León, aunque lo pretendieran.  Solo  la  incauta Ayuso se echaría esta responsabilidad a las espaldas.

Este cordón democrático no es negociable y lo saben Casado, Mañueco, el PP pasado  y el jóven. No se lo permiten sus socios europeos, los restantes partidos europeos y sus instituciones. Tampoco  el sistema legal instaurado y los jueces europeos que velan por su cumplimiento.

"El Tribunal de la UE avala congelar fondos a países que vulneren el Estado de derecho". "El TJUE avala condicionar los fondos de ayuda comunitarios al respeto del Estado de derecho, que considera imperativo para estar en la UE". Estos son los titulares de dos periódicos nacionales de hace unos días. Responden estos titulares a la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea que valida el reglamento comunitario que permite suspender los fondos comunitarios a los países que muestren un deterioro evidente de la democracia y que desestima el recurso de Hungría y Polonia, proclives a querer primar su nacionalismo respecto de las leyes comunitarias.

Es posible que Europa esté un poco más distraída, tratándose de la  autonomía de Castilla y León, en cuanto a la necesidad de su intervención,  pero se crearía un peligroso precedente. Solo  Ayuso, la más inexperta entre los inexpertos del PP, la más liberal entre los liberales, no duda de que puede establecerse una alianza y gobierno con Vox. Por eso  en la guerra abierta  entre la dirección nacional y la madrileña,  ganará la nacional, a pesar del respaldo que le prestan a Ayuso muchos medios. Primará  la solera. Esta es la "batalla cultural" (ideológica y política) que debe ganar Casado y restantes dirigentes contra Ayuso  si no quieren el sorprasso que reflejan algunos medios y,  lo que es más grave, del que se alegran. De este avance de la ultraderecha y el fascismo tenemos que reflexionar todos.

Con estas premisas, en Castilla y León no cabe la formación de un Gobierno PP- Vox. Se formaría contra los acuerdos de las instituciones europeas,  y si Casado y Mañueco quieren reforzar sus respectivos liderazgos, tan amenazados, sobre todo  el de Casado por la crisis entre él y Ayuso, tienen que ser  muy firmes y no dubitativos ni veletas, estando al aire que más sopla. No lo tendrán fácil con muchos medios que se han posicionado en su contra. Al mismo tiempo tendrán que sosegar a sus huestes.

Tampoco por estos mismos motivos, Tudanca y Sánchez tienen plena libertad de acción para una abstención "gratis", para  permitir un gobierno exclusivo  de Mañueco, su gran sueño y esperanza, que ha sido descartada desde el primer momento. No solucionaria la necesaria colaboración que de los fondos europeos recibe el Gobierno de España y que canaliza a las Autonomías para su buena   gestión,  y que tanto critica Casado. Mañueco,  con ayuda de Vox, podría pervertir estos fondos para políticas de enfrentamientos y desigualdad. Europa camina, con el aprendizaje de la crisis de la pandemia, por una senda socialdemócrata  distinta a la neoliberal de la crisis financiera del 2008. La macrogranja de Noviercas tendría que rechazarse de plano.

Esta "guerra cultural" de que habla Pepe Sanroma la tiene que solucionar en gran medida Casado y la dirección nacional. Lo lógico, pues, sería un acuerdo amplio, como ha propuesto Sánchez,  para  un cordón democrático contra Vox en todas las autonomías

Finalmente, no es descartable ni es mi deseo que, puesto que la victoria de Mañueco ha sido "pírrica" y "dulce" la derrota de Tudanca, se formara un Gobierno de gran coalición. Levantaría ampollas a uno y otro lado de los partidos que hoy forman los bloques. En política  peores cosas veredes. Puede que Europa haya sugerido en algunos ámbitos está alternativa.

Felipe Domingo Casas es socio de infoLibre

    

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