Todas las épocas de la historia tienen algunos valores en alza y algunos contravalores en alza. La época actual, en sus contravalores, se caracteriza por la inmediatez y búsqueda constante de nuevos estímulos sin excesivo criterio. La competitividad se lleva a cabo forma superficial en redes sociales, con agresividad en los comentarios en medios, mintiendo en los currículums o perfiles profesionales, exagerando las cualidades propias y los defectos de quienes podemos considerar adversarios, como indica en el artículo publicado el domingo 30 de abril de 2023 en El País Semanal la gran escritora Irene Vallejo, con quien me alegra coincidir en el uso de la palabra “hiperbólico” para definir la enorme capacidad y tendencia a exagerar que tienen algunas personas para defender sus opiniones.
A veces las personas podemos ser demasiado obstinadas o sectarias, pero la cara más amable y positiva de luchar por lo que nos importa, por mucho que el proceso sea lento y esté lleno de baches, es la perseverancia. Perseverancia es el valor de la persona opositora en seguir estudiando aunque a veces vea que no puede más y necesita parar. Así, tras haber hecho la pausa necesaria, vuelve a la carga. Perseverancia es el valor de los y las más valientes activistas en diversos países del mundo que, por difíciles que tengan las cosas y, por ingrato que a veces sea escuchar reacciones de quienes les desprecian, continúan con ahínco la labor por la que luchan. Es el valor de la persona con discapacidad, que va enfrentándose a sus problemas con toda la voluntad que puede sacar, para ser una persona autónoma, funcional y lo más feliz posible. Es el valor de quienes persiguen su vocación y el de quienes saben afrontar con diálogo los problemas en sus relaciones para mejorarlas.
A veces las personas podemos ser demasiado obstinadas o sectarias, pero la cara más amable y positiva de luchar por lo que nos importa, por mucho que el proceso sea lento y esté lleno de baches, es la perseverancia
Ningún valor es absoluto ni puede aplicarse de igual manera a todas las personas en todas las situaciones. A veces abandonar es lo más sano, puede salvarnos de algo peor, pero muchas de las mejores cosas que tenemos en la vida son fruto de la perseverancia. La mejor perseverancia no impide una visión panorámica para valorar otras posibilidades en la vida, sino que sabe conjugar una mirada amplia con la voluntad de ser cada día mejor y hacer las cosas cada día mejor, incluso en aquellos días en los que solo parece que se retrocede. La buena perseverancia es la que, incluso en los días tristes y negativos, decide que eso será pasajero y vendrán días mejores y celebra los pequeños logros y éxitos con alegría, pues vida solo hay una y no hay sacrificio que valga si solo es un valle de lágrimas.
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Laura Ramos Aranda es socia de infoLibre
Todas las épocas de la historia tienen algunos valores en alza y algunos contravalores en alza. La época actual, en sus contravalores, se caracteriza por la inmediatez y búsqueda constante de nuevos estímulos sin excesivo criterio. La competitividad se lleva a cabo forma superficial en redes sociales, con agresividad en los comentarios en medios, mintiendo en los currículums o perfiles profesionales, exagerando las cualidades propias y los defectos de quienes podemos considerar adversarios, como indica en el artículo publicado el domingo 30 de abril de 2023 en El País Semanal la gran escritora Irene Vallejo, con quien me alegra coincidir en el uso de la palabra “hiperbólico” para definir la enorme capacidad y tendencia a exagerar que tienen algunas personas para defender sus opiniones.