El sistema financiero español renquea; el Banco de España recibe fuego graneado por ocuparse más del mercado laboral que de vigilar a los bancos y la troika (BCE, Comisión Europea y FMI) supervisa el destino de los 41.000 millones inyectados para mantener en pie el entramado bancario del país. Pero la maquinaria europea no se detiene. En julio del próximo año estará en funcionamiento el supervisor bancario único que debe vigilar a los grandes bancos de los 17 países de la zona euro. La carrera de los bancos centrales para colocar sus piezas en este organismo clave en la futura unión bancaria ya ha empezado.
A España, aseguran fuentes bancarias y del Banco de España, no le ha ido mal en los primeros movimientos. El Banco Central Europeo (BCE) ha formado un grupo de 80 especialistas encargados de diseñar el llamado Mecanismo Único de Supervisión y 15 de ellos son españoles. En porcentaje supone un 18% del total del grupo, por encima de lo alcanzado por Francia o Italia. Supera el peso que España tiene en el capital del Banco Central Europeo (10%).
Los 15 funcionarios españoles del Banco de España enviados a Francfort por un periodo de seis meses, ampliable, son la avanzadilla. En un año, habrá "un reclutamiento general" de entre 800 y 1.000 inspectores de todas las nacionalidades. Y ahí sí habrá batalla.
Los nuevos vigilantes de la banca europea, aseguran fuentes del sector en España, serán elegidos en un proceso abierto. No procederán sólo de los bancos centrales, sino también de entidades privadas, auditoras y compañías de seguros. Habrá, aseguran, procesos de selección por convocatorias del BCE, pero también, aseguran "fichajes directos".
Límite, 30.000 millones
El supervisor bancario europeo estará encargado de auditar y controlar, por cuenta del BCE, todas las entidades de crédito de la zona euro que cuenten con activos superiores a 30.000 millones; que supongan una quinta parte del PIB de su país de origen o que hayan recibido ayudas europeas. Son unas 200 entidades, de las cuales 15 serán españolas.
El supervisor europeo es, por supuesto, un espacio clave para los juegos de influencia y poder en Europa. Es una nueva autoridad, no simplemente un mero sistema de coordinación de supervisores nacionales.
"El Mecanismo Único de Supervisión", explicaba recientemente Ramón Quintana, director de Supervisión del Banco de España, será "el primer elemento de la futura Unión Bancaria", con una función clave: "contribuir a una solución eficaz del problema de la crisis financiera internacional, que ha evidenciado deficiencias relevantes en el diseño institucional de la Unión Económica y Monetaria".
Quién paga
Quienes preparan el terreno, los 15 enviados españoles a Francfort, no son empleados del Banco Central Europeo. "Vienen por seis meses" explican fuentes de la autoridad monetaria europea desde Francfort. "Y se han elegido con un criterio más de competencia que de nacionalidad, aunque teniendo en cuenta, por supuesto, que debe haber un cierto equilibrio".
A los "destacados" del Banco de España a Francfort les pagará tanto el Banco de España como el BCE. Tendrán incentivos en forma de menores impuestos, ayudas a la vivienda y para transporte y viajes.
Todo el marco legal del nuevo mecanismo de supervisión debería estar listo el próximo 1 de enero de 2014. "Es una iniciativa sin freno ni marcha atras" aseguró Quintana ante directivos de la Confederación de Cajas este mismo mes.
Pese a las dificultades del sector financiero, que ha revelado importantes deficiencias de control del banco central español, Quintana sacó pecho: el Banco de España, explicó, participa en el grupo de alto nivel High Level Group on Supervision que dirige el presidente del BCE, Mario Draghi y en el equipo más reducido (project team) que supervisa la evolución del proyecto.project team
El sistema financiero español renquea; el Banco de España recibe fuego graneado por ocuparse más del mercado laboral que de vigilar a los bancos y la troika (BCE, Comisión Europea y FMI) supervisa el destino de los 41.000 millones inyectados para mantener en pie el entramado bancario del país. Pero la maquinaria europea no se detiene. En julio del próximo año estará en funcionamiento el supervisor bancario único que debe vigilar a los grandes bancos de los 17 países de la zona euro. La carrera de los bancos centrales para colocar sus piezas en este organismo clave en la futura unión bancaria ya ha empezado.