Buenos en competencias básicas, malos en talento de alto nivel: los obstáculos al avance digital en España

La Unión Europea está inmersa en una estrategia de transformación digital global con un horizonte temporal, 2030, que está segmentada por metas y objetivos. En el Informe sobre el estado de la Década Digital se analiza la evolución de ésta y de la ejecución del programa estratégico armado a su calor. Junto al mismo, se han elaborado otros estudios por países en los que se recogen una selección de 32 indicadores relevantes que permiten describir cómo se encuentra cada estado miembro en relación con los puntos cardinales de esa Década Digital. Estos últimos se estructuran en torno a cuatro áreas concretas: competencias digitales, infraestructuras, digitalización de las empresas y de los servicios públicos.

De acuerdo al informe relativo a España, con datos de 2023, en lo que respecta a las competencias digitales, el país se encuentra diez puntos por encima de la media de la UE, con un 64% de la población con capacidades básicas. El porcentaje de graduados en Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) la supera también, con un 4,8%, frente al 4,2%. Sin embargo, aunque en los últimos años se ha observado un incremento porcentual de especialistas en TIC, España se halla ligeramente por debajo del promedio europeo en ese aspecto, con un 4,3% frente al 4,6%, en este caso. De hecho, en el informe se refleja que se deben “acelerar esfuerzos” en este ámbito, en particular, en lo concerniente a la mejora de las capacidades y al "reciclaje profesional de la mano de obra", sobre todo, en tecnologías avanzadas y emergentes, para hacer frente a la falta de especialistas. Además, se recomienda seguir fomentando que más estudiantes se especialicen en TIC, promover la diversidad y una utilización equilibrada desde el punto de vista del género, reduciendo los posibles estereotipos en la enseñanza y el aprendizaje de la informática.

En cuanto a las infraestructuras digitales, si bien se reconoce que España está haciendo una contribución importante a los esfuerzos colectivos de la UE para alcanzar los objetivos de la Década Digital, hay alguna directriz por cumplir. Con todo, el país supera la cifra del conjunto de la Unión en lo relativo a redes fijas de alta capacidad, al presentar un 93%, por el 73% correspondiente a la media europea. E, igualmente, cuenta con un 91% en cobertura de fibra, un porcentaje muy por encima del 56% europeo. En la esfera del 5G, España sigue mostrando su avance con un 82% de cobertura, sobrepasando la media europea del 81%. No obstante, en el informe de seguimiento se insta a seguir acelerando la “creación de ecosistemas 5G” en ciudades, en lugares industriales relevantes o en zonas rurales. Se anima, asimismo, a fomentar asociaciones entre empresas innovadoras y otras grandes compañías que proporcionen la infraestructura a implementar; así como a proseguir con las medidas adoptadas en materia de semiconductores y de computación cuántica para ayudar a la UE a convertirse en un área fuerte.

Mejor lo público que lo privado

En lo relativo a la digitalización empresarial, aún se necesita mejorar en algunos aspectos. El porcentaje de las pequeñas y medianas entidades, las llamadas pymes, con al menos un nivel básico de intensidad digital, está ligeramente por debajo del promedio de la Unión, con un 68% frente al 69%. De forma similar, España cuenta con menores tasas en big data, un 9% versus un 14%; y en cloud -nube-, con un 27% frente al 34% europeo. Si bien, se equipara a la UE en cuanto a la Inteligencia Artificial (IA), con un 8%. En este apartado, en el informe de país se aconseja poner el acento en apoyar el despliegue de tecnologías avanzadas en las pymes y en proporcionar condiciones marco de respaldo para las empresas emergentes y en expansión. En definitiva, a pesar de iniciativas como los programas Kit Digital y Agentes del Cambio o la Ley de Startups, sigue habiendo espacio de avance en este bloque.

Si se coloca la lupa en la digitalización de los servicios públicos, cabe reseñarse que España destaca en Europa en este campo y en el de gobierno electrónico, gracias a una actualización continua de su infraestructura tecnológica. Se rebasa la media de la Unión en interacción ciudadana con gobierno electrónico, 84% versus 74%; en la reutilización de información, con un 83%, frente al 68%; y en el acceso a historiales médicos electrónicos, con un 83%, mientras el promedio UE es del 72%. Estos resultados están relacionados con la estrategia de digitalización implementada por la Administración del Estado, aunque la alta descentralización administrativa presenta un reto constante para la interoperabilidad de servicios digitales en todos los niveles gubernamentales. Es más, en el trabajo de evolución diseccionado, se pide más empeño para conectar otros tipos de proveedores de atención médica a la salud electrónica y en los registros, para alcanzar “una cobertura completa”. Se aboga, asimismo, por persistir en la toma de medidas que garanticen que, a nivel regional, se proporciona una calidad de servicio comparable y la exhaustividad de los datos sanitarios electrónicos.

Confirmación del diagnóstico y alguna recomendación

Al margen de ese estudio, el Real Instituto Elcano ha llevado a cabo otro titulado ¿Están España y la UE progresando adecuadamente hacia los objetivos europeos de la Década Digital 2030? Una de sus autoras, la investigadora del ente Judith, resume a infoLibre sus conclusiones principales: “De las cuatro puntas de la brújula digital, España está muy bien posicionada en conectividad y en digitalización del sector público. No lo está tanto en talento, más que desde el punto de vista de capacitación digital básica del conjunto de la población, desde el del talento digital a niveles altos, es decir, en número del personal TIC, etc”. A ello añade: “Ni tampoco estamos bien posicionados en términos de digitalización del sector privado, esto es, de implementación de herramientas como big date, IA o servicios en la nube por parte de las empresas”.

Arnal aporta luego que “hasta 2022, en el DESI –Índice de la Economía y la Sociedad Digitales– se recogía una clasificación global de los distintos países y España estaba muy por encima de la media de la UE y de grandes estados miembros como Alemania, Francia e Italia”. Pero desde 2023 “no se ha vuelto a publicar esa calificación global por motivos políticos”. Aún así, “si se ve indicador a indicador, se puede comprobar que España continúa bien posicionada en términos generales”.

En el mencionado análisis del instituto, armado por Arnal, junto a Emilio García y a Raquel Jorge Ricart, se hacen recomendaciones de políticas públicas a impulsar para progresar en esta área. En relación a la transformación digital del sector privado, por ejemplo, se apuesta por facilitar el acceso a la financiación y a la “creación de polos de innovación”, dado que “los unicornios están concentrados en países y ciudades muy específicos”. A juicio de estos investigadores, las medidas adoptadas por la UE para propulsarlos “no parecen lo suficientemente ambiciosas”.

En detalle, hace falta, creen “un impulso verdaderamente ambicioso en la Unión de los Mercados de Capitales". "Desde su lanzamiento en 2015 –se desarrolla en el informe–, se han aprobado más de una decena de expedientes, pero no ha habido avances significativos en los verdaderos elementos que marcarían la diferencia, es decir, en la armonización de los marcos nacionales corporativo, impositivo y de insolvencia”. La financiación “no es suficiente”, a su entender, se necesitan “un buen marco de políticas públicas de innovación, que favorezca la transferencia de conocimientos y la cultura del emprendimiento”. “La UE tiene que tener su propio Silicon Valle”, condensan.

Sobre el otro elemento a optimizar en España, el talento, sugieren una mayor interlocución con lo local. "Un primer paso podría ser el establecimiento de un diálogo y actividades informativas a entidades públicas locales, desde donde puede haber mayor facilidad o acceso directo a ciertos datos difíciles de recopilar en el ámbito estatal y europeo, incluso mediante patronales”, proponen. La digitalización es cada vez menos una materia árida inabordable.