Los sondeos dejan al PS de Costa sin mayoría absoluta y a la ultraderecha como gran beneficiada

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El rechazo parlamentario a los presupuestos generales aboca a Portugal a nuevas elecciones en las que, en principio, el Partido Socialista (PS) de António Costa reeditará victoria. Lo hará, según los sondeos, por debajo de la mayoría absoluta a la que aspira el primer ministro y en un escenario en el que la ultraderecha puede ser la gran beneficiada, según informa Europa Press.

Costa llegó al poder tras los comicios de 2015, a pesar de que su formación había obtenido menos votos que por el entonces gobernante Partido Social Demócrata (PDS), de ideología conservadora. Lo hizo al frente de lo que popularmente se ha conocido como gerigonça, una alianza de izquierdas junto al Bloque de Izquierdas y el Partido Comunista (PCP). Cuatro años más tarde, los socialistas sí lograron la victoria, aunque la falta de mayoría absoluta les obligó a depender de socios externos al Gobierno, de nuevo en el flanco izquierdo de la Asamblea de la República. Hasta el miércoles, en el BE y el PCP consideraron que tenían que decir no a los presupuestosno.

A falta de que el presidente, el conservador Marcelo Rebelo de Sousa, dé el paso de disolver la Cámara y convocar elecciones -en principio después de la reunión del Consejo de Estado el 3 de noviembre-, Costa ya ha dejado claro que no piensa dimitir en las próximas semanas y que está dispuesto a encabezar de nuevo el PS en unos comicios que, como pronto, tendrían lugar en enero.

El primer ministro quiere "una mayoría reforzada", lo que pasaría por aumentar los 108 diputados actuales y alcanzar incluso los 116 que le otorgarían la mayoría absoluta. En la legislatura actual, el PS se venía apoyando en los 19 del BE y en los diez del PCP, frente a una oposición que no podía ofrecer ningún tipo de alternativa política.

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Las encuestas publicadas en los últimos meses por los medios portugueses, sin embargo, sitúan al PS en una horquilla de intención de voto similar a la de 2019, cuando logró el 39% de los sufragios. El último ensayo tangible, las elecciones locales de septiembre, mantuvieron a los socialistas ligeramente por debajo de este porcentaje, aunque dejaron algunos síntomas de desgaste como la pérdida de la alcaldía de Lisboa, que el propio Costa ejerció de 2007 y 2015. El PSD obtuvo en esos comicios municipales alrededor de un 20% de los sufragios y no está claro que pueda revertir los malos resultados de las elecciones de 2019, cuando se quedó por debajo del 28%. Lastrado por debates internos en torno al liderazgo de Rui Rio se quedaría de nuevo por debajo del 30%, según coinciden todas las encuestas publicadas recientemente.

El Bloque de Izquierda de Catarina Marins obtuvo la tercera plaza en los últimos comicios legislativos y, en caso de adelanto electoral, podría perder hasta cuatro puntos. Se vería superado por los comunistas, a lo que los sondeos sí sitúan con una tendencia al alza o, al menos, con un resultado mejor que el 6,3% de 2019.

En lo que sí coinciden los expertos en que la Chega! (¡Basta!, en español) pasará de ser la anécdota a tener cada vez más peso. Si en las pasadas legislativas obtuvo algo más del 1% de los votos y un único escaño -el de su líder, André Ventura-, en esta ocasión aspira no solo a subir sino a erigirse en tercera fuerza política en la Asamblea de la República, solo por detrás del PS y del PSP.

El rechazo parlamentario a los presupuestos generales aboca a Portugal a nuevas elecciones en las que, en principio, el Partido Socialista (PS) de António Costa reeditará victoria. Lo hará, según los sondeos, por debajo de la mayoría absoluta a la que aspira el primer ministro y en un escenario en el que la ultraderecha puede ser la gran beneficiada, según informa Europa Press.

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