Evasión fiscal: el gigante francés del lujo Kering aparece implicado en una nueva denuncia penal en Suiza

Yann Philippin (Mediapart)

Desde que Mediapart reveló la amplitud de la evasión fiscal llevada a cabo por Kering en Suiza, se acumulan los problemas para el gigante francés del lujo (Gucci, Yves Saint Laurent, Balenciaga, Bottega Veneta...) propiedad de la familia Pinault. Tras la investigación penal realizada en Italia, el grupo informó, a finales de enero, que el fisco de la península le había notificado un ajuste fiscal de 1.400 millones de euros. Y Kering puede que tenga que defenderse de un nuevo frente judicial, está vez en Suiza.

Según nuestra información, Matteo Pronzini, diputado comunista en el parlamento del cantón italófono del Tesino, presentó el miércoles una denuncia penal ante el fiscal de Lugano contra el patrono de la filial de Gucci, Marco Bizzarri y su predecesor, Patricio Di Marco, acusados de haber obtenido, con la ayuda de Kering, la residencia fiscal ficticia en el Tesino.

Matteo Pronzini ha pedido también al parlamento del Tesino que abra una comisión de investigación para aclarar qué ventajas fiscales ha conseguido Kering a cambio de la instalación allí de su filial de logística Luxury Goods International (LGI). Gracias a LGI, que gozaba de una tasa impositiva de solo el 8%, Kering ha podido concentrar el 70% de sus beneficios en Suiza y eludir 2.500 millones de euros en impuestos, de los cuales al menos 180 millones son en perjuicio de Francia.

Como habían revelado Mediapart y sus socios del EIC, Kering ha construido un montaje de evasión fiscal para remunerar a los patronos de Gucci, Patrizio Di Marco (hasta 2014) y luego Marco Bizzarri. Cuando trabajaban y vivían en Italia disfrutaban de la residencia fiscal suiza combinada con un estatuto de contribuyente tarifa plana muy generoso. Los dos no han pagado más que entre el 2 al 4% de impuestos de la renta, mientras que Kering se ha ahorrado 89 millones en impuestos y cotizaciones sociales sólo de sus salarios.

La denuncia del parlamentario tesinés Matteo Pronzini, basada en nuestras revelaciones y en documentos confidenciales enviados por "una fuente anónima", pide al fiscal abrir una investigación para comprobar si las residencias fiscales de Bizzarri y Di Marco eran fraudulentas por haber sido "obtenidas en base a informaciones falsas" comunicadas a las autoridades suizas. Se trata de un delito penal sujeto a una pena de cárcel de hasta tres años.

Pronzini precisa en su denuncia que, a pesar de nuestras revelaciones, las autoridades del Tesino no han llevado a cabo  ningún control probablemente porque Kering era, antes de modificar el montaje tras el escándalo, el mayor contribuyente local. "Hay que preguntarse si las autoridades cantonales y comunales (…) han cerrado voluntariamente un ojo, o tal vez dos, para no chafar el sector de la moda que siempre se ha descrito como el “principal contribuyente  del cantón" y un "sector en expansión". Como "parece ser que nada se mueve desde hace un año", el parlamentario se ve “en la obligación" de denunciarlo, escribe al fiscal de Lugano.

El expediente es, sin embargo, abrumador. "Residir en Suiza es un requisito esencial para poderse beneficiar de la imposición en base a los gastos", recuerda Matteo Pronzini. Porque la investigación de Mediapart muestra que Bizzarri y Di Marco trabajaban y vivían en Italia donde poseían bienes inmuebles y estaban instalados con sus familias.

Toda la operación ha sido montada por Kering. Los dos dirigentes eran pagados por Castera, una sociedad buzón de empresa inscrita en Luxemburgo, ya que el régimen está reservado a los individuos que no tienen remuneración en Suiza.

Nuevos documentos confidenciales conseguidos por Mediapart confirman la implicación de Kering en el establecimiento de estas residencias presuntamente ficticias, obtenidas por estos dos hombres en 2010. Entonces Patrizio Di Marco era el presidente de Gucci, mientras que Bizzarri dirigía Bottega Veneta, otra filial italiana del grupo.

Los dos hombres se han alojado, al mismo tiempo, en pisos situados en el mismo edificio en Paradiso, a las afueras de Lugano. Bizzarri y Di Marco firmaron sus contratos de alquiler el mismo día, el 1º de mayo de 2010.

 

El alquiler del apartamento en Paradiso de Marco Bizzarri, el actual CEO de Gucci.

Sólo que este edificio, ruidoso y sin encanto, cuyos balcones dan a una vía de tren, no se corresponde con el standing del presidente de un gigante de las marcas de lujo. Algunos vecinos, preguntados por la cadena de televisión pública RSI, dicen no haber visto jamás a Patrizio Di Marco. En la misma investigación, un testigo nos dice que empleados de LGI, la filial de Kering, pasaban de vez en cuando por el piso de Di Marco para poner en marcha algunos electrodomésticos y así poder presentar facturas de electricidad.

Los alquileres eran pagados por Kering. Para Patrizio Di Marco, las facturas iban directamente a LGI, la filial suiza del grupo. "¿Por qué LGI habría de pagar el piso de Di Marco si no había ninguna relación profesional con él?" "¿Cómo es posible que esta ventaja no se haya considerado como salario?", se pregunta el parlamentario tesinés en su denuncia.

Como se indica en la denuncia, "la residencia y la actividad profesional de los dirigentes del grupo en el Tesino han sido condición esencial del sistema de optimización fiscal establecido por Kering". Con el fin de tratar de dar "sustancia" a su filial suiza LGI y justificar que recauda el 70% de los beneficios del grupo, Kering ha transferido ficticiamente al Tesino a unos veinte directivos de Gucci.

Queda por saber si el fiscal de Lugano va a abrir una investigación. Hasta ahora, las autoridades tesinesas se han mostrado tan pasivas como las francesas. Un año después de nuestras primeras revelaciones, no ha sido abierta ninguna investigación penal en Francia. Y en Bercy (Dirección General de Control Fiscal) se niegan a decir si Kering es objeto de un control fiscal, como había sugerido Emmanuel Macron en la televisión en abril de 2018.

Preguntado en una de nuestras investigaciones anteriores, Kering ha declinado responder justamente a nuestras preguntas alegando que actualmente existe un procedimiento penal en Italia. El grupo afirma que respeta la ley e indica que "su situación es perfectamente conocida por las autoridades fiscales helvéticas, italianas y francesas". Patrizio Di Marco "tiene confianza en el hecho de que su conducta ha sido apropiada y lo demostrará a las autoridades competentes", nos han indicado sus abogados. El actual presidente de Gucci, Marco Bizzarri, no ha querido responder a nuestras preguntas. ____________Traducción de Miguel López

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