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La brecha entre bloques se mueve: la derecha gana pero pierde parte de su ventaja

Le Pen y Meloni, una alianza en peligro para las europeas tras la irrupción de un nuevo partido de ultraderecha

Marine Le Pen y Giorgia Meloni.

Ludovic Lamant (Mediapart)

El anuncio es técnico y sólo afecta a un eurodiputado francés. Pero representa un importante revés para Marine Le Pen en el inicio de la campaña para las elecciones europeas. 

Marion Maréchal, líder de Reconquête para las elecciones del 9 de junio, apareció el miércoles 7 de febrero en el Parlamento Europeo para dar una improvisada rueda de prensa –en francés y en italiano– a dos pasos de la entrada del hemiciclo principal. 

Ante un enjambre de cámaras y micrófonos, anunció que Nicolas Bay, número cuatro de la lista de Reconquête y hasta ahora eurodiputado no inscrito, se incorporaría al grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR)

El "ascenso" del antiguo frentista (Front National, anterior denominación del actual RN, ndt) puede tener importantes consecuencias porque puede bloquear, una vez más, la posibilidad de constituir un grupo unido de extrema derecha en el Parlamento Europeo tras las próximas elecciones. 

El grupo ECR, fundado por tories británicos en 2009, reúne a ultraconservadores de toda Europa, incluidos los posfascistas de Fratelli d'Italia, los neofranquistas de Vox en España y los diputados electos de Ley y Justicia (PiS) en Polonia. A diferencia del grupo Identidad y Democracia (ID), que incluye a miembros de RN, el grupo ECR no está sometido a un cordón sanitario en la vida del Parlamento, y a veces ayuda a construir mayorías sobre textos del orden del día. 

Como era de esperar, ECR ha ganado influencia desde la victoria de Giorgia Meloni en Italia en otoño de 2022, proyectando la imagen de una derecha ultrarradical que también tiene ganas de gobernar. 

Desde hace semanas, se especula con la posibilidad de que RN estreche lazos con Fratelli d'Italia, para dar a la extrema derecha una mayor influencia en el Parlamento Europeo. En una rueda de prensa el 4 de enero, Giorgia Meloni calificó de "razonamiento interesante" la evolución del discurso de Marine Le Pen sobre la Rusia de Vladimir Putin. Algunos vieron en ello una señal. Y el 15 de enero, como informó Le Monde, Marine Le Pen abogó por un grupo conjunto "con los italianos y el Fidesz", el partido del húngaro Viktor Orbán, al margen de los deseos que Jordan Bardella (presidente de RN) declaró a la prensa. 

Un voto "útil”

En principio, este acercamiento no se producirá. Giorgia Meloni ha decidido finalmente abrir las puertas de su grupo parlamentario a los futuros diputados de Reconquête, al menos según la versión dada el miércoles por Marion Maréchal. Sin duda algo tiene que ver el hecho de que esté casada con un eurodiputado de fratelli, Vincenzo Sofo, ex miembro de La Lega. Sofo estuvo presente en la rueda de prensa del miércoles, pero permaneció en la sombra, pegado a su esposa. 

En una entrevista que concedió a Le Point el miércoles, Maréchal dejó claro que "Reconquête será la única delegación francesa". Pero en una rueda de prensa el mismo día, la candidata también defendió la unión de la derecha, tanto en Francia como en el Parlamento Europeo, dando a entender que ella también podría facilitar el diálogo para construir alianzas entre los grupos ID, ECR y quizás parte del PPE (la derecha tradicional). Incluso dijo que no descartaría actuar como "intermediaria" entre Marine Le Pen y Giorgia Meloni. 

Sea como fuere, la estrategia de Marion Maréchal durante la campaña está cada vez más clara: insiste en la utilidad estratégica de un voto Reconquête frente al voto RN para influir en la relación de fuerzas en el Parlamento Europeo. Nicolas Bay, al ser preguntado por Mediapart, añade que "tener siete u ocho diputados de Reconquête en un grupo que cuenta, que puede desempeñar un papel fundamental en la recomposición de la derecha, es un verdadero reto. Tener 20 ó 25 diputados de RN, de los que no sabemos qué hacen una gran mayoría, no aporta nada". 

En cuanto a la lista de Les Républicains (LR), Marion Maréchal reprochó a François-Xavier Bellamy su pertenencia al PPE, el grupo más numeroso del Parlamento, que participa en una coalición con los socialdemócratas, pero también con los liberales, y que en particular ha validado la mayoría de los textos del "Pacto Verde" europeo, en el centro de la protesta agrícola de las últimas semanas. "Les Républicains están con la mayoría de Ursula von der Leyen y son responsables de las políticas que se han puesto en marcha", insistió el miércoles.

Sólo hay una condición: que Reconquête consiga superar el umbral del 5% de los votos emitidos.

En una entrevista a Le Point, añadió: "El grupo ECR puede convertirse [...] en la tercera fuerza política del Parlamento Europeo. Eso significa superar por un amplio margen al grupo liberal Renew, al que pertenecen los eurodiputados macronistas, y, en consecuencia, reducir su influencia en el Parlamento Europeo en beneficio de la derecha conservadora. Y sólo ECR -y por tanto Reconquête [...]- está en condiciones de hacerlo". 

Para todo ello sólo hay una condición: que Reconquête consiga superar el umbral del 5% de los votos emitidos, indispensable para obtener escaños en la delegación francesa. Si Reconquête no consigue escaños todo volverá a estar abierto para RN. 

"Es una buena táctica por su parte, porque les diferencia de Rassemblement National para la campaña francesa", observa Marie-Pierre Vedrenne, líder de la delegación de Renaissance en el europarlamento. La eurodiputada del Mouvement Démocrate (MoDem) descarta cualquier posibilidad de una futura coalición que vaya de los liberales a los ultraconservadores del ECR, pasando por el PPE. También aboga por reforzar el "cordón sanitario" del Parlamento Europeo en torno a determinados partidos del ECR. 

Por su parte, el PPE amenaza con cortar toda cooperación con el ECR si Reconquête desembarca allí tras las elecciones europeas: "Si el partido de Éric Zemmour se convierte en miembro del ECR, esto representaría un obstáculo para la cooperación del centro-derecha. Los amigos de Putin no pueden ser nuestros socios. Eso socavaría la influencia del ECR en la dirección de la política europea", afirma una fuente del partido. 

François-Xavier Bellamy, cabeza de lista de LR a las elecciones europeas, resta importancia al anuncio de cara a la legislatura que comienza el próximo verano: "Es un no inscrito que se une a un grupo. No es exactamente lo mismo que un movimiento de placas tectónicas en la vida europea". 

Orbán mantiene el suspense

En este contexto, las recientes declaraciones de Viktor Orbán no pasaron desapercibidas en Estrasburgo. Los doce eurodiputados de Fidesz, que antes pertenecían al Partido Popular Europeo (PPE), están en este final de mandato como no inscritos. ID no ha ocultado su intención de atraer a eurodiputados húngaros: "Estamos muy a favor", declaró a Euractiv Jean-Paul Garraud, jefe de la delegación de RN, a finales de enero. 

Pero Orbán declaró a dos diarios italianos el 5 de febrero que su partido “estaba dispuesto" a unirse a ECR, otro jarro de agua fría para ID. Orbán y Meloni son muy afines, incluso en las cumbres europeas de Bruselas. Pero hasta ahora, la entrada de Fidesz en el ERC se ha topado con la cuestión rusa: el jefe del Gobierno húngaro es el más prorruso de los líderes de la UE, mientras que el PiS polaco está en contra de Moscú y a favor de Ucrania, igual que Meloni. 

La relativa pérdida de influencia del PiS, derrotado en las elecciones legislativas polacas del año pasado, parece haber cambiado la situación. El anterior jefe de gobierno, Mateusz Morawiecki, figura importante del PiS, dejó claro a finales de enero que ya no se oponía a la llegada de Orbán. El miércoles, sin embargo, el eurodiputado italiano Nicola Procaccini, co-presidente de ECR, se mostró mucho más cauto sobre la incorporación de los húngaros al grupo

La situación para Marine Le Pen es aún más incómoda si se tiene en cuenta que el grupo Identidad y Democracia (ID) incluye a Alternativa para Alemania (AfD), un partido de extrema derecha que se ha vuelto aún más sulfuroso desde que Correctiv reveló en enero sus planes para "expulsar" a millones de ciudadanos. "Estoy totalmente en desacuerdo con la propuesta que se habría discutido o decidido" en la AfD, declaró Marine Le Pen. 

Pero en los pasillos del Parlamento Europeo se relativiza este distanciamiento y no se piensa que vaya a haber una ruptura irremediable entre la AfD y RN. En este momento, algunos sondeos pronostican un fuerte crecimiento tanto para el grupo ID como para ECR. ID, en particular, se vería favorecido por los buenos resultados en Francia y Alemania, pero también en Flandes y en los Países Bajos gracias al partido de Geert Wilders. 

Sea cual sea el alcance del éxito previsto de RN en Francia, la tarea de formar un grupo autónomo en el Parlamento Europeo podría resultar de nuevo especialmente complicada. Sobre todo si ECR sigue atrayendo a otras formaciones de extrema derecha. Para lograrlo, será necesario contar con eurodiputados de al menos una cuarta parte de los Estados miembros, lo que no parece darse a estas alturas.

 

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Traducción de Miguel López

 

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