Lo mejor de Mediapart

Decroly, virólogo y director de investigación del CSIC francés: "Hay que estudiar si el covid-19 se produjo en un accidente de laboratorio"

Instituto de Virología de Wuhan.

Caroline Coq-Chodorge (Mediapart)

  • Este artículo está disponible sólo para los socios y socias de infoLibre, que hacen posible nuestro proyecto. Mediapart, socio editorial de infoLibre, es un diario digital francés de pago del que traducimos sus mejores artículos. Ya sabes que puedes regalar una suscripción haciendo click aquí. Si no lo eres y quieres comprometerte, este es el enlace. La información que recibes depende de ti

A principios de 2021, una misión conjunta de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y China investigó los orígenes del coronavirus. El informe, publicado a finales de marzo de 2021, consideraba “muy improbable” la teoría del accidente de laboratorio. En lugar de cerrar el debate, el informe lo ha reabierto y muchos expertos señalan las deficiencias de la investigación y la falta de transparencia de los chinos. El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, pidió inmediatamente, el 31 de marzo, “estudios adicionales”, subrayando que “todas las hipótesis siguen sobre la mesa”. También criticó que “las autoridades chinas no permitiesen el acceso a los datos brutos”. En la revista Science, científicos de alto nivel pidieron el 14 de mayo que se estudiara la posibilidad de una fuga de laboratorio igual que la del origen natural.

Desde hace casi un año, científicos anónimos analizan trabajos científicos chinos no inéditos. En particular una tesis, realizada en 2014 en el Instituto de Virología de Wuhan, pero conocida el 12 de mayo, que describe una manipulación de coronavirus obtenidos de murciélagos en una mina de Yunnan, China. Uno de estos coronavirus es el pariente más cercano conocido del SARS-CoV-2. Etienne Decroly, director de investigación en el Centro Nacional de Investigación Científica de Francia (CNRS) y miembro de la Sociedad Francesa de Virología, aborda la cuestión en esta entrevista concedida a Mediapart (socio editorial de infoLibre). Decroly forma parte del grupo informal de científicos conocido como “París”, que lleva muchos meses reclamando una investigación profunda, sin apriorismos, sobre los orígenes del coronavirus.

PREGUNTA: Hace un año, dos virólogos del complejo hospitalario CHU Caen, Astrid Vabret y Meriadeg Le Gouil, defendían en las páginas de Mediapart la tesis de la aparición natural del SARS-CoV-2 y consideraron posible, aunque poco probable, que se debiese a un accidente de laboratorio, como la mayoría de científicos. Ahora esta segunda hipótesis toma forma, entre las declaraciones del director de la OMS y la carta publicada por Science. ¿Qué ha pasado en un año?Science

RESPUESTA: Estamos en el proceso de construcción de un pensamiento científico. Meriadeg le Gouil es un gran especialista en el muestreo de coronavirus, conoce su increíble diversidad genética. Su abundancia es tal que inicialmente se favoreció la hipótesis de una aparición natural del SARS-CoV-2. Además, es bien sabido que la mayoría de los virus emergentes son zoonosis, que pasan de un animal al ser humano. Pero normalmente, cuando se trata de una zoonosis, se consigue identificar el reservorio animal y las vías de contaminación. En el caso del SARS-CoV-1, el reservorio fue la civeta y, en el caso del MERS-CoV, el dromedario. La posibilidad de que el SARS-CoV-2 sea una zoonosis sigue abierta. Sin embargo, la secuenciación masiva de muestras no ha aportado nada.

Según el informe de la OMS, se analizaron más de 80.000 muestras de animales salvajes, domésticos y de granja, en el mercado de Wuhan, en la región de Hubei y en otras regiones chinas. Todas salieron negativas y no se identificó el virus progenitor (o proximal) del SARS-CoV-2. Una vez que una hipótesis científica se ha probado más de 80.000 veces, sin resultados convincentes, es normal cuestionar su validez y probar otras.

P: Usted pertenece al “grupo de París”, ¿por qué lleva muchos meses defendiendo la tesis de un accidente de laboratorio?

R: No somos un grupo propiamente dicho, simplemente una comunidad de científicos que considera que es esencial encontrar los orígenes de este coronavirus para protegernos de futuras pandemias. No tenemos prejuicios, consideramos todas las hipótesis. Si este virus es una zoonosis, debemos encontrar el reservorio animal y entender los mecanismos que le permitieron pasar de los animales a los humanos. Si se trata de un accidente de laboratorio, debemos cuestionar las prácticas y las condiciones de seguridad para que no vuelva a ocurrir. Nuestra contribución al debate es haber escrito cartas abiertas (aquí y aquí) en las que se exponen las condiciones necesarias para identificar el origen del virus. Tenemos que volver a la ciencia basada en pruebas, muestras, la racionalidad. Tenemos que encontrar métodos sólidos y demostrativos. No se trata sólo de una cuestión política. Se trata de la seguridad del mundo en el futuro. Se nos ha visto como defensores de la hipótesis de la fuga de laboratorio porque planteamos este debate en un contexto en el que la comunidad científica favorecía la hipótesis de la zoonosis.

P: La misión conjunta OMS-China investigó a principios de 2021, durante tres semanas. Su informe resultante, publicado a finales de marzo, consideró “extremadamente improbable” un accidente de laboratorio.

R: Lamentablemente, el informe de la comisión OMS-China no identificó los orígenes de esta epidemia. El estudio se centró principalmente en la hipótesis zoonótica y no se analizó en detalle la cuestión del accidente de laboratorio. En este contexto, es legítimo cuestionar las conclusiones del informe. Además, el informe de la OMS sitúa los primeros casos de covid el 8 de diciembre. Sin embargo, la literatura científica ha identificado los primeros casos ya el 17 de noviembre y el 1 de diciembre. La identificación del paciente cero y del primer foco de infección es una tarea muy importante para localizar el foco preciso de aparición. No se hizo con la suficiente precisión, los investigadores de la misión conjunta OMS-China no llegaron hasta el final. Se contentan con señalar que varios casos muy tempranos no tienen relación alguna con el mercado de Wuhan, designado inicialmente como foco de la epidemia.

Se están realizando trabajos moleculares; en todo el mundo se están analizando muestras de sangre congelada de donantes de sangre y de pacientes con sospecha de neumonía. En Francia, estos análisis han identificado a los pacientes positivos de SARS-CoV-2 desde diciembre. Desde el momento en que se encuentra el virus, intentamos secuenciarlo para reconstruir su filogenia, el árbol genealógico del virus. Esto nos permite determinar qué virus es un padre, un descendiente o un primo.

P: El informe de la OMS da crédito a la teoría china de que el virus se transmitió a través de la carne congelada, que podría haber llegado de cualquier parte del mundo. ¿Qué opina?

R: Sólo estamos seguros de una cosa, el primer foco importante de propagación del virus es, efectivamente, la ciudad de Wuhan, lo que no excluye eventos esporádicos en otros lugares. Entre febrero y junio, salió a la luz un dato crucial: el virus más parecido al SARS-CoV-2 hasta la fecha, el RaTG-13, se recogió en una mina abandonada de la región de Yunnan (1.500 kilómetros al suroeste de Wuhan), donde viven colonias de murciélagos. En 2012, los trabajadores que recogían allí los excrementos de murciélagos para utilizarlos como abono sufrieron una grave neumonía. Tres murieron.

Esta información la reveló inicialmente el colectivo DRASTIC (acrónimo de “Decentralized Radical Autonomous Search Team Investigating Covid-19”), compuesto por una treintena de personas, en su mayoría anónimas. El colectivo encontró la tesis de un médico chino que trabajó en estas neumonías y muertes. Las radiografías de los pulmones de estos trabajadores son similares a las de los pacientes de covid-19. El médico identificó en los mineros anticuerpos que reconocían los virus de la familia SARS-CoV. Por lo tanto, concluyó que la enfermedad estaba relacionada. Como resultado de esta investigación, en 2013, el Instituto de Virología de Wuhan fue a recoger muchas muestras a esta mina.

“Una base de datos de coronavirus desapareció de internet en septiembre de 2019”

P: ¿Han reconocido los investigadores chinos la existencia de estas neumonías y muestras?

R: La viróloga Shi Zheng-Li, que dirige el laboratorio de alta seguridad del Instituto de Virología de Wuhan (WIV), publicó un artículo, en la revista Nature, el 3 de febrero de 2020, en el que explicaba que el SARS-CoV-2 es similar, en un 96,2%, al virus RaTG-13, extraído de un murciélago. No fue hasta noviembre de 2020, en una addenda al artículo original de Nature, cuando admitió que el RaTG-13 se recogió en esa mina. A la revista Science, en julio de 2020, le explica que las diferencias entre el SARS-CoV-2 y el RaTG-13 sugieren que evolucionaron a partir de un ancestro común hace entre 20 y 70 años. También afirma que su laboratorio nunca ha cultivado un virus de murciélago.

El WIV ha secuenciado al menos otros ocho coronavirus de la familia SARS-CoV-2 en la mina de Yunnan. Disponía de una base de datos con las secuencias de estos virus, elaborada con financiación internacional: esta base de datos desapareció de la Red en septiembre de 2019, oficialmente por un ataque informático. Por supuesto, a los científicos les gustaría ver publicadas las secuencias de todos los coronavirus recogidos en esta mina. Los investigadores de la OMS no pidieron acceso a esta base de datos por “carecer de interés”, según algunos integrantes.

P: Un usuario anónimo de Twitter, “The Seeker”, reveló el pasado 12 de mayo, tres nuevas tesis, esta vez de investigadores del Instituto de Virología de Wuhan. Uno de ellos describe un experimento para “amplificar” siete coronavirus de la mina de Yunnan con el fin de estudiar la “reactividad cruzada entre los coronavirus de los murciélagos y los humanos”. ¿Qué significa esto?

R: Uno de los proyectos científicos del WIV es la protección contra la aparición de nuevos virus similares al SARS-CoV. Por ello, el Instituto de Virología de Wuhan recoge coronavirus de la naturaleza, los secuencia y a veces los cultiva para su estudio. Cuando es imposible recuperar los virus infecciosos de las muestras, una posibilidad es insertar elementos de la proteína Spike –que contiene las claves para la entrada del virus en las células– en otro virus. De este modo, se crea un virus quimérico y se puede estudiar el peligro potencial de estos virus para los humanos. Este tipo de experimento se ha cuestionado durante años porque hay riesgos de construir virus que son potencialmente peligrosos para los humanos. Es importante entender que este proceso de recombinación artificial también puede ocurrir en la naturaleza cuando los murciélagos se infectan con varios coronavirus, que pueden intercambiar parte de su genoma.

Personalmente, no quiero llevar a cabo este tipo de experimentos llamados de ganancia de función. Considero que los riesgos superan los posibles beneficios, sobre todo porque hay procedimientos experimentales más seguros. Para otros científicos, estos experimentos son esenciales para comprender y protegerse mejor contra los virus. En 2012-2013 se produjo un intenso debate, se realizaron experimentos para manipular el virus de la gripe en Estados Unidos y Holanda. Conmovieron a la comunidad científica, Estados Unidos decidió una moratoria en 2012, que terminó en 2017. Pero otros países han seguido trabajando en esta dirección, como el laboratorio de Wuhan, que ha publicado varios artículos sobre estos experimentos. Uno de estos trabajos, publicado en 2015 en Nature Medicine, describe la creación de un coronavirus quimérico. Sus autores son Shi Zheng-Li y el virólogo estadounidense Ralph Baric, que es uno de los firmantes de la carta que apareció la semana pasada en Science.

Una de las tesis, encontrada y traducida por The Seeker, trata en efecto de un experimento de ganancia de función en coronavirus de la familia SARS-CoV encontrados en la mina de Yunnan.

P: ¿Cuál es la capacidad evolutiva de este virus en el futuro?

R: Este virus evoluciona bajo presión. A partir de finales de 2020, cuando la inmunidad comenzó a establecerse en las poblaciones humanas, se seleccionaron las mutaciones y, por desgracia, algunos de los virus mutados son más transmisibles o infecciosos. La naturaleza de un virus es mutar. Gracias a las vacunas que inducen una inmunidad específica contra este virus, esperamos que la circulación del virus disminuya lo suficiente como para permitir el control de la epidemia y limitar la aparición de variantes. El reto de la vacunación no es nacional, sino mundial. Cuanto más rápido inmunicemos a las poblaciones humanas, menos variantes habrá y menos riesgo.

Vietnam registra una variante híbrida del coronavirus que combina las india y británica

Vietnam registra una variante híbrida del coronavirus que combina las india y británica

Traducción: Mariola Moreno

Leer el texto en francés:

Más sobre este tema
stats