El 90% cree que los más ricos no pagan más impuestos

La cifra destaca por su contundencia: 87%. El 87% de los ciudadanos no cree que los impuestos se cobren con justicia, que paguen más impuestos quienes más tienen. Sólo un 8,5% de los ciudadanos estima que sí hay justicia fiscal. 

El dato está recogido en el sondeo anual sobre política fiscal difundido este miércoles por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), realizado del 9 al 26 de julio de 2013. El porcentaje es bastante semejante al del año pasado, cuando los que percibían que no se pagan impuestos con justicia eran el 88%. Sin embargo, aumenta el número de los que piensan que hay mucho o bastante fraude fiscal: del 92,2% de 2012 al 94,8% del pasado verano. Los encuestados amonestan por eso al Gobierno: el 66,9% tiene claro que se hacen "pocos o muy pocos esfuerzos" para luchar contra la elusión fiscal, frente al 73,3% que opinaba lo mismo 12 meses atrás. El barómetro no pregunta la opinión sobre la amnistía que puso en marcha Cristóbal Montoro el año pasado, como tampoco inquirió por ella en el anterior estudio.

Entre las razones de la evasión, el 22,4% apunta que la razón principal es la escasez de empleos, que hace que se acepte cualquier trabajo aunque no se declaren esos ingresos, mientras que un 15,9% lo atribuye a la "falta de honradez y conciencia ciudadana" y otro 11,6% a la "falta de control de la Administración". En cuanto a los efectos, el 27,8% aduce que el fraude crea injusticias, pues "unos tienen que pagar lo que dejan de pagar otros", y otro 26,2% señala que "disminuye los recursos para financiar los servicios públicos y las prestaciones sociales". 

¿Y por qué la gente engaña a Hacienda? El 73,6% (72,3% en 2012) dice que si los españoles no defraudan más al fisco es "por miedo a una revisión". También hay acuerdo en que "casi todo el mundo engaña algo al pagar sus impuestos, y la Administración ya cuenta con ello" (48,3%). ¿Y qué hacer? Pues un 69,6% indica que en los países europeos habría que luchar para eliminar los paraísos fiscales. 

Las sospechas de injusticia, la percepción de que los impuestos no revierten del todo en la vida de los ciudadanos, se palpa en otros puntos de la encuesta. Así, el 69,2% de los españoles siente que se beneficia poco o nada de lo que contribuye al Estado en tributos y cotizaciones (66,4% en 2012). El 66,6% cree que el Estado le da "menos de lo que paga" (64,6% hace un año). El 68,5% estima que en España se pagan "muchos" impuestos (la cifra era del 66,3% en el sondeo anterior). Más datos: el 35,2% cree que paga más que en otros países de Europa (cuando aquí la presión fiscal es menor) y el 48,9% entiende que es mejor contribuir al erario público con impuestos directos, sobre todo el IRPF. 

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Sin embargo, sí existe una conciencia de que es necesario aportar al fisco para que se mejoren los servicios públicos y las prestaciones sociales: en una escala de 0 (mejor pagar más) a 10 (mejor no pagar impuestos), los españoles se colocan en el 4,63, apenas cinco décimas menos que hace un año. El 87,9% de los ciudadanos se ve a sí mismo como bastante o muy consciente a la hora de cumplir con Hacienda. Para el 46,7%, los impuestos "son necesarios para que el Estado pueda prestar servicios públicos", volumen semejante al del año pasado (48,1%). 

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Los ciudadanos en general se sienten poco satisfechos con la marcha de los servicios públicos. El peor valorado es la Administración de Justicia (para el 78% funciona poco o nada bien). Siguen la ayuda a los dependientes (71,6%), la educación (61%), la sanidad (58,8%) y los servicios sociales (58%). En todos estos capítulos, la puntuación es sensiblemente peor que en el estudio de 2012. O sea, que los ciudadanos perciben el deterioro de los servicios públicos. El apartado que mejor puntuación recibe son las obras e infraestructuras (54,4%), algo mejor incluso que hace un año. Los encuestados, además, sostienen que se destinan "muy pocos" recursos a la enseñanza, a la protección al desempleo, a la sanidad, la cultura, la vivienda, la Justicia, la Seguridad Social y las pensiones, la cooperación al desarrollo, la investigación en ciencia y tecnología y la ayuda a los dependientes (69,1%, el porcentaje más alto). Se percibe en cambio que se invierte demasiado dinero en defensa. Hay satisfacción con lo que se aporta en obras públicas, seguridad ciudadana, transporte y medio ambiente. 

Por otro lado, crece ligeramente, del 32,7% al 33,3% el volumen de contribuyentes que marcan la casilla de fines sociales en su declaración de la renta, por el 18,1% (19,8% en 2012) que pone la X en la Iglesia católica.