El futuro de Cataluña

Podemos admite "los riesgos" de su estrategia pero confía en rentabilizarla "a medio plazo"

El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, junto al portavoz de En Comú Podem, Xavier Domènech.

La tercera vía que trata de defender Unidos Podemos para solucionar el problema territorial de Cataluña está generando discrepancias internas en la coalición. Algunos sectores y dirigentes han dejado claras sus diferencias con una estrategia que, consideran, arrastra a Unidos Podemos a quedar vinculado con el bloque independentista a ojos de la opinión pública y le perjudica en el resto de España. Pero la cúpula de la coalición se muestra convencida de que, a largo plazo, su hoja de ruta dará frutos, aunque admite que tiene "riesgos" en un momento de máxima polarización como el actual.

Unidos Podemos, Catalunya en Comú y Podemos Cataluña mantienen posiciones ligeramente diferentes entre sí desde hace meses con respecto al problema territorial, si bien los tres coinciden en una cosa: rechazar tanto la actuación unilateral de la Generalitat como la actitud del Gobierno y pedir la celebración de un referéndum pactado. Tras la consulta del 1 de octubre, la coalición morada y sus aliados han insistido en esta visión, si bien se han mostrado mucho más críticos con el Ejecutivo central –al que han acusado de reprimir el ejercicio de derechos fundamentales– que con el encabezado por Carles Puigdemont, algo que ha generado voces críticas dentro de Unidos Podemos, voces que consideran que se podría haber hecho un esfuerzo mayor para denunciar las posiciones ilegales de los independentistas.

Según publicó hace unos días El Independiente, estas diferencias se hicieron palpables hace unos días en una reunión del grupo parlamentario en el Congreso, donde dirigentes como Bescansa o el propio coordinador federal de IU, Alberto Garzón, alertaron de que la posición mantenida por Unidos Podemos escora a la coalición al bloque secesionista y la deja sin "un discurso para España", al menos a ojos de buena parte de la opinión pública. Pero el entorno del secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, sostiene que su estrategia tiene sentido a largo plazo, y afirma que las pérdidas de apoyos que les puede suponer ahora se compensarán cuando la tormenta pase y el ambiente se destense.

"Nuestra posición es complicada"

"Sabemos que nuestra posición es complicada, pero no ahora, lo sabemos desde hace meses", admite un dirigente próximo a Iglesias, que señala que la dirección del partido morado era incluso más pesimista porque entendía que el clima de máxima polarización se produciría ya desde antes del 1-O y no a raíz de la jornada de votación, como finalmente ha ocurrido. "En un escenario como este, los matices son prácticamente imposibles, y tenemos muy claro que nuestra postura es difícil de defender, especialmente cuando hay una cruzada patriótica en la mayoría de los medios de comunicación" que defiende la actuación del Gobierno como la única posible para solventar el problema territorial, sostiene este dirigente.

Pero, sin embargo, estas fuentes próximas a Iglesias afirman que su estrategia, "a medio y largo plazo", es la correcta. "Creemos que cuando baje esta marea patriótica se percibirá que nuestra posición es la única realmente viable", sostienen. Y aseguran que, pese a defender una vía intermedia entre la unilateralidad de Puigdemont y el cierre de filas de Rajoy, Unidos Podemos no puede caer en la "equidistancia" y criticar por igual a uno y a otro. "Nosotros estamos en contra de las últimas decisiones de Puigdemont, y hemos votado en su contra en el Parlament", pero el Gobierno lleva "siete años" negándose a negociar con la Generalitat, argumenta un dirigente del sector oficialista.

"No negamos el riesgo de que se nos asocie al bloque independentista, pero es muy difícil defenderse del ataque sin renunciar a tus principios", zanja este dirigente. Y con él coinciden las fuentes de IU consultadas, que se muestran satisfechas con la estrategia seguida por Unidos Podemos hasta el momento. "Es cierto que, ahora mismo, no se te va a escuchar", porque en un escenario de choque de nacionalismos "la gente no se va a parar" a valorar una propuesta intermedia, admite un dirigente de IU, que señala que "el marco actual es un problema" para Unidos Podemos. Pero "hay que ser consecuentes" con el discurso defendido en los últimos tiempos por parte de la coalición, consideran estas fuentes, que se muestran confiadas en que la propuesta calará fuera de Cataluña a medio plazo y con los ánimos más calmados.

Pero no todo el mundo dentro de Unidos Podemos lo ve igual. Un diputado del sector crítico con la dirección afirma que la estrategia que se está siguiendo ahora mismo "se está olvidando de interpelar a las personas que también tienen una identidad española", tanto en Cataluña como en el resto de España. "Hemos pasado de intentar resignificar el concepto de España a utilizar un lenguaje de la transición", lamentan estas fuentes, que aseguran que Unidos Podemos se ha resignado a realizar su discurso en el terreno de juego marcado por la pugna entre los independentistas y el Gobierno.

A este respecto, un dirigente crítico con la estrategia seguida por la dirección con respecto a Cataluña pone un ejemplo sobre por qué Unidos Podemos, a su juicio, no está sabiendo hilvanar un discurso que cale fuera de esa comunidad. "Cuando una persona de Badajoz, por ejemplo, nos escucha hablando de 'presos políticos', ya da igual todo lo demás que digamos o propongamos, porque lo que le va a evocar es ETA" y el conflicto en el País Vasco, apuntan estas fuentes, que insisten en que la coalición ha "dejado de interpelar a ese elector que no considera el concepto de España como un problema".

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Sin embargo, las eventuales pérdidas para Unidos Podemos en el conjunto de España a causa de su estrategia no se reproducen en Cataluña. Así lo creen la mayoría de los dirigentes consultados, y así lo verbaliza uno de los líderes de Podemos en la comunidad: "En Cataluña se está diluyendo el eje de independencia sí o independencia no para dar paso al de libertades sí o libertades no, y eso todavía no ha ocurrido en España". Y ese cambio, asegura, facilita que el partido morado y también Catalunya en Comúse posicionen contra la actuación del Estado en las últimas semanas, una postura que pueden defender sin ambages y mucho más cómodamente.

"Es verdad que las cosas en Cataluña se ven diferentes a como se ven en el resto del Estado, pero es que, vista la represión que ha habido desde el 1 de octubre, estamos hablando de que lo que está en juego es el autogobierno, no la independencia", se explaya un dirigente de Podemos Cataluña a este respecto. Y, por ello, asegura, la rama catalana del partido morado tiene que definirse claramente. "Jugar aquí el papel que está jugando el PSC", que ha criticado la dureza del Estado pero que se ha mostrado dispuesto a apoyar la aplicación del artículo 155 si Puigdemont declara la independencia, "te escora mucho a la derecha", interpreta.

"Es cierto que en el eje nacional, que es el que impera ahora mismo, nos cuesta mucho brillar, pero hay que hacer pedagogía, porque en el resto del Estado el eje nacional está monopolizado por la visión de España del PP", opina por su parte un dirigente de la ejecutiva de EUiA. Su visión coincide con la de las fuentes consultadas de IU, el referente estatal de EUiA: "Ahora hay que saber aguantar una posición de grises en un horizonte en el que parece que sólo vale el blanco o el negro", porque, a juicio de este dirigente, "hay que volver a dar la batalla" para imponer "la idea de plurinacionalidad" en España.

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