Ell futuro de Andalucía

PP y Cs pactan las medidas de gobierno en Andalucía mientras esconden su dependencia de los votos de Vox

Juanma Moreno, en el momento de anunciar el acuerdo programático con Ciudadanos.

Partido Popular y Ciudadanos confirmaron este viernes lo que desde ambas formaciones se había empezado a avanzar desde la noche del jueves: el acuerdo programático con una veintena de medidas para los primeros cien días del nuevo Gobierno andaluz está cerrado. A menos de una semana para la constitución de la Mesa del Parlamento regional, el líder del PP andaluz y aspirante a suceder a la socialista Susana Díaz, Juanma Moreno, cedió ante el partido naranja y aceptó que se avanzase este acuerdo sin tener cerradas las estructuras de la Mesa del Parlamento y del Gobierno. La idea inicial de los conservadores es que el bloque de los 47 –los escaños que suman PP y Cs en la Cámara regional– cerrasen un pacto global que contemplase programa, Mesa y Ejecutivo y presentarlo antes del 27 de diciembre. 

Pero al pacto no le faltan sólo las patas de la composición del órgano de Gobierno de la Cámara. En esta primera fase de las negociaciones falta un actor importante si se tiene en cuenta que el partido de Pablo Casado y el de Albert Rivera necesitan a la ultraderecha de Vox –12 escaños– para que Moreno Bonilla sea investido presidente. Un hecho que Cs y PP han optado por dejar en un segundo plano. Pero que si se tienen en cuenta las declaraciones del portavoz de Cs en Andalucía, Juan Marín, va a tener que ser puesto sobre la mesa en breve. Este viernes, tras cerrar con Moreno el grueso de ese documento de 21 puntos [aquí, en PDF], señaló que en virtud de ese entendimiento "el PSOE se irá a la oposición". Y la posibilidad de una abstención de los socialistas para permitir que gobierne el PP es bastante remota.

 

El acuerdo programático completo de PP y Cs, más allá de los primeros cien días de Gobierno estará integrado por unas 80 medidas y será cerrado en los próximos días, según coinciden las fuentes de ambas formaciones consultadas. En palabras de Marín lo que resta por cerrar son "flecos", obstáculos "salvables". En el PP andaluz utilizan prácticamente al mismo lenguaje: "flecos sin importancia" que no van a impedir el acuerdo. Pero no ocultan su intención de que el día 27 lleguen al Parlamento con todos los asuntos cerrados.

"No hay excusas para limitar el tiempo del cambio"

Moreno destaca que "no hay excusas para limitar el tiempo del cambio". Los conservadores dicen entender que Ciudadanos "necesita su tiempo" para estudiar el papel que quieren jugar en el futuro de Andalucía, pero en los últimos días Rivera y los suyos han logrado poner nerviosos a los conservadores. Hasta el punto de que Moreno llegó a advertirles de que si no llegaban al 27 con un acuerdo cerrado, el PP presentaría su propio candidato a presidir el Parlamento andaluz, puesto que desde el principio se había reservado a Ciudadanos Ciudadanos.

Mientras los dos bloques negociadores intentan no dar alas a Vox, los ultraderechistas que lidera el exmilitante del PP Santiago Abascal han aprovechado el primer gesto de entendimiento real de PP y Cs para reivindicarse. Nada más celebrarse las elecciones salieron a subrayar que no esperaban cargos, que ahora no estaban en política por los sillones, sino por el cambio. Pero este viernes, tras el "acuerdo sobre el programa para gobernar Andalucía", emitieron un comunicado en el que se quejan de que ambas formaciones "hasta ahora han despreciado la voz de 400.000 andaluces", en referencia a los votos que obtuvieron en las urnas. "En ocasiones han llegado a maltratarlos de palabra, y ni siquiera han condenado el acoso y demonización que han sufrido. Se han negado a incluirnos en la mesa de negociación", lamenta Vox.

En este contexto, advierten de que su grupo parlamentario exigirá a cualquier futuro gobierno en Andalucía que rechace el "cordón sanitario que algunos pretenden aplicar a Vox" y que "condene las amenazas y agresiones que contra Vox alienta la extrema izquierda política y mediática".

 

Vox y la "devolución de las competencias"

Además, exigirá al futuro Gobierno andaluz una serie de cuestiones que van desde la "devolución de las competencias autonómicas de Educación, Sanidad, Justicia y Seguridad al Gobierno de la Nación" al "compromiso de reducción al máximo del gasto público de Canal Sur, la eliminación inmediata de uno de los dos canales, con el objetivo final de la supresión de la televisión autonómica sustituyéndola por la emisión territorial de TVE". 

Vox cierra su comunicado asegurando que no van a "defraudar" a los andaluces ni van someterse "a chantaje o desprecio alguno". "Por todo ello, anunciamos que el empeño de Ciudadanos de contar con el PSOE en esta nueva etapa (evidenciado en sus declaraciones y contactos) y la sumisión del PP a esta pretensión, en ningún caso contará con los votos de los diputados de Vox en el Parlamento andaluz",en ningún caso contará con los votos añade.

"En Vox están marcando su territorio. Ha habido contactos discretos dentro de la cortesía. Desde el primer momento dijimos que una vez cerrado el acuerdo a 47 escaños se ampliaría el círculo. De momento vamos a dar prioridad a cerrar el pacto global con Ciudadanos y luego será el momento del resto", defiende un dirigente del PP. La misma fuente defiende que es muy probable que los documentos pactados entre PP y Cs se unan "observaciones" del partido de Abascal.

El documento

Nueve de los 21 puntos del documento acordado este viernes por PP y Cs tienen que ver con la regeneración democrática. Muchos de ellos son viejos conocidos en Génova, cuartel general de los conservadores. Porque han tenido que firmarlos en comunidades autónomas como Madrid o Murcia, donde el partido naranja les ha prestado sus apoyos.

 

El punto uno es el de "tolerancia cero con la corrupción", con el compromiso de "separación inmediata de los cargos públicos en todas las instituciones andaluzas, tanto autonómicas como locales, que hayan sido o sean imputados formalmente por delitos de corrupción, hasta la decisión definitiva del órgano judicial".

Ciudadanos ha logrado que el PP se comprometa a aprobar un proyecto de reforma del Estatuto de Autonomía para la supresión de los aforamientos. A nivel nacional los conservadores se niegan con el argumento de que no se dan las condiciones para una reforma constitucional.

Ambos partidos se proponen iniciar la reforma de la Ley de Gobierno de la comunidad autónoma para limitar los mandatos de presidente de la Junta y consejeros a 8 años. Y constituirán un grupo de expertos que estudie "las posibilidades de redimensionamiento y de mejora de la eficiencia en la utilización de los recursos de la Radio y Televisión Andaluza (RTVA), así como las reformas necesarias para garantizar su profesionalidad, imparcialidad, pluralidad e independencia del poder político".

En el plano económico, abogan por la supresión o bajada de impuestos. En políticas sociales, por un "Plan Andaluz de Refuerzo Educativo" y por un "Plan de Choque para la Mejora de la Calidad de la Sanidad Pública". También, por medidas de apoyo a las familias, a los dependientes y por un programa de "mejora de la gestión de la política migratoria".

El último punto, el 21, aboga por el impulso de un "gran acuerdo contra la violencia de género" que desarrolle en Andalucía los "avances" del pacto de Estado en esta materia.

A priori, este es uno de los puntos en el podrían surgir roces con Vox. El partido Abascal pide la "sustitución de la Ley Andaluza de Violencia de Género por una Ley de Violencia Intrafamiliar". La sensación que hay ahora en el partido de Casado es que Vox ha levantado el pie del acelerador en algunas de sus exigencias.

Los principales obstáculos

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A partir de ahora, PP y Cs negociarán la Mesa y el Ejecutivo. Los conservadores darán prioridad al órgano de gobierno de la Cámara regional porque el 27 se constituye. Para esa fecha ha de tener también garantizado que el partido naranja va a darle su voto a favor en la investidura. Porque el reparto de carteras puede esperar. A prioiri, en el equipo de Moreno Bonilla ven como "innegociables" la Presidencia de la Junta y la Consejería de Hacienda.

Fuentes conocedoras del contenido de las conversaciones entre ambos bloques aseguran que el principal inconveniente a día de hoy es que no hay consenso sobre cómo deben repartirse los siete puestos de la Mesa.

El PP aboga por un esquema en el que Ciudadanos se hace con la Presidencia, ellos se hacen con dos puestos, otros dos son para el PSOE y uno para Vox y para Adelante Andalucía. En el equipo de Marín defienden que Cs debe tener dos asientos y que debe ser el PP el que ceda un puesto al partido de Abascal. El PP estaría dispuesto a que Vox tenga voz y voto en este órgano parlamentario.

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