Los candidatos de Ciudadanos que se resisten a pactar con el PP como pretende Rivera

La dirección nacional de Ciudadanos, comandada por Albert Rivera, ha dejado clara cuál es su estrategia de pactos tras las elecciones: el "socio preferente" es el PP, allá donde den los números debe ser con los conservadores con quienes negocie el partido naranja, y solo se abrirán conversaciones con el PSOE "excepcionalmente". Pero hay dirigentes y candidatos en comunidades autónomas y ciudades que no comparten esta visión. Además del caso más evidente, el de Manuel Valls en Barcelona –que está dispuesto a hacer alcaldesa a Ada Colau pese al rechazo de Ciudadanos–, los candidatos en Castilla y León y la Región de Murcia no han cerrado la puerta a pactar con los socialistas, a pesar de que sus votos podrían dar los ejecutivos autonómicos al PP.

Este lunes, el secretario general de Ciudadanos, José Manuel Villegas, insistió en el que lleva siendo el discurso oficial de Ciudadanos desde que acabó el ciclo electoral y comenzó el periodo de negociaciones para formar gobiernos: tanto en comunidades como en ayuntamientos, la primera opción del partido naranja es gobernar con el PP allá donde pueda. A nivel autonómico, los votos de Ciudadanos pueden servir para que sean elegidos presidentes conservadores en cuatro comunidades –la Comunidad de Madrid, la Región de Murcia, Castilla y León y Aragón, en las dos últimas con el apoyo de Vox y en Aragón también del PAR–, y lo mismo ocurre en ciudades como Madrid, donde también serán necesarios los votos de la ultraderecha.

No obstante, lejos de asumir esta estrategia de negociar solo con el PP, algunos de los candidatos que son claves para conformar gobiernos del PP se muestran, como mínimo, reacios a cerrar la puerta a los acuerdos con el PSOE. El único dirigente que se ha mostrado completamente enfrentado a la dirección de Ciudadanos en el asunto de los pactos es el ex primer ministro francés Valls, que ha hecho gala de su vitola de independiente para dejar claro que reprueba cualquier pacto que conlleve llegar a acuerdos con Vox y que ha ofrecido sus votos a Ada Colau sin ninguna contrapartida para evitar que ERC llegue a la alcaldía de Barcelona pese a la oposición de Rivera, que únicamente se ha mostrado dispuesto a apoyar al candidato del PSC en la ciudad, Jaume Collboni.

Ninguno de los candidatos autonómicos de Ciudadanos ha llegado tan lejos como Valls en su enfrentamiento con la dirección central del partido naranja. Pero lo cierto es que ni Francisco Igea, en el caso de Castilla y León, ni Isabel Franco, en la Región de Murcia, han mostrado en los últimos días especial cercanía hacia el PP de sus respectivas comunidades, pese a que la estrategia de su partido lo considera el socio preferente. De hecho, ambos líderes han dejado la puerta abierta a pactar con el PSOE, que fue primera fuerza en las dos regiones el 26M y con el que sumarían mayoría sin necesitar a otros partidos.

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Hace unos días, el líder de los socialistas en Castilla y León, Luis Tudanca, pidió formalmente a Igea abrir negociaciones con Ciudadanos en esa comunidad. La respuesta del candidato naranja a esa petición fue dar una de cal y una de arena al PSOE. En su carta, Igea recordaba a Tudanca sus "serias discrepancias" con los socialistas sobre "la necesidad de una política más firme en defensa de la legalidad constitucional", y también admitía que Ciudadanos comparte "más espacio" con el PP en lo relativo a la "política económica". Pero el candidato también mostraba sus "serias dudas sobre la voluntad real del PP para admitir el cambio y la regeneración que las urnas han solicitado".

Y es que Igea ha hecho bandera de una medida que el PP castellanoleonés rechaza, al menos a priori: la limitación de mandatos para los cargos públicos. "El PP no ha respondido afirmativamente aún a nuestra exigencia de hacer efectiva con carácter inmediato la limitación de mandatos a dos legislaturas de todos los altos cargos", criticaba el candidato de Ciudadanos en su respuesta al PSOE. Y este mismo domingo hacía público otro comunicado en el que insistía en que Ciudadanos "cree en la limitación de mandatos porque cree en la lucha contra el clientelismo y la profesionalización de la política" y señalaba que "los ciudadanos no pueden entender, y nosotros tampoco, que si el PP ha aceptado ya que permanecer más de dos legislaturas en el mismo puesto es perjudicial para el sistema nombre ahora a personas que ya llevan esos mismos años".

"Los ciudadanos de Castilla y León tienen una legítima desconfianza en que el PP acepte de buena gana un cambio en la comunidad. Son muchas las veces que el PP nos ha prometido, y firmado, cosas que no ha cumplido. Es el mismo PP que firmó esa misma limitación de mandatos en la diputación de Valladolid, el mismo que nos prometió transparencia en Sanidad, el mismo que bloqueó las comisiones de investigación que había firmado, el mismo", denunciaba Igea en su carta, en la que señalaba que la limitación de mandatos es la única medida "que demuestra desde el minuto 0 el compromiso real del PP con el cambio". Y utilizaba una cita de Quevedo para atizar a los conservadores: "Nadie ofrece tanto como el que no va a cumplir".

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La situación está igual de abierta en la Región de Murcia, donde tanto el PSOE como el PP llevan días cortejando a un Ciudadanos que es clave para cualquier acuerdo: si pactase con los socialistas, alcanzarían entre ambos la mayoría absoluta en la asamblea regional, mientras si lo hiciese con el PP las dos formaciones necesitarían el apoyo de Vox para elegir un presidente conservador. Este lunes, de hecho, la cúpula de Ciudadanos tenía prevista una reunión para sopesar las ofertas que tiene de ambas formaciones, y por el momento, lejos de considerar socio preferente al PP, el partido naranja no está dando prioridad ni a uno ni a otro.

"Seguiremos trabajando con los dos partidos para tratar de llegar a un punto de encuentro que nos permita analizar debidamente con cuál de ellos coincidimos en mayor medida", explicó en este sentido la candidata regional de Ciudadanos, Isabel Franco, el pasado domingo, cuando también rechazó que las decisiones sobre a quién apoyar a nivel autonómico y municipal vayan a tomarse en "paquete". "Vamos a estudiar cada uno de los casos por separado. En cada municipio atenderemos las circunstancias que se dan y en la comunidad autónoma también", sostuvo.

Y es que la posición clave del partido naranja ha provocado que el PSOE esté tratando de atraerlo a su terreno para evitar que pacte con el PP. Para empezar, si no hay cambios de última hora, Ciudadanos presidirá la asamblea regional que se constituye este martes, y para ello podría recibir o bien los votos del PP, o bien los del PSOE. Pero, además, los socialistas han ofrecido al partido naranja la alcaldía de Murcia si éstos apoyan al PSOE para presidir la Región, e incluso han incluido en su propuesta de acuerdo la renuncia a recuperar el impuesto de sucesiones y el apoyo a la aplicación del artículo 155 de la Constitución "en el caso de que el Govern de la Generalitat no acate el orden constitucional".