América Latina y el Caribe, de nuevo en el radar de la política europea

Francisco Aldecoa Luzárraga

Con este título, “América Latina y el Caribe, de nuevo en el radar de la política europea”, se celebró en Bruselas el lunes 17 de febrero de 2025 el quinto seminario de alto nivel, organizado por la Fundación Euroamérica y EUROLAT, para analizar las relaciones entre la Unión Europea y América Latina, pensando en el futuro y teniendo en cuenta los cambios más recientes. Participó, como interviniente especial, Kaja Kallas, Alta Representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad. Hizo referencia a la importancia de la relación entre la Unión Europea y América Latina, que matiene una larga asociación y en donde coincidimos en valores comunes, intereses compartidos. Y una misma visión del mundo en un momento como el presente. También insistió en la relevancia que tiene el acuerdo de UE-Mercosur, que espera que tenga consecuencias futuras en el acercamiento de los dos continentes.

Por otro lado, el acto lo presidieron Gabriel Mato, Presidente de EUROLAT y Vicepresidente del Consejo Federal Español del Movimiento Europeo (CFEME), y Ramón Jáuregui, Presidente de la Fundación Euroamérica. El programa se dividió en tres mesas, la primera sobre los desafíos compartidos entre democracia, justicia y seguridad, moderada por Ramón Jáuregui, donde se pasó revista, a través de preguntas concretas, a los distintos ponentes. Entre ellos destacaba Fernando Carrillo, ex Ministro de Justicia Colombiano y Vicepresidente de Prisa, que hizo un análisis realista de cuál es la situación que se vive en Latinoamérica. Carrillo puso de relieve que la política está enferma, que hay una crisis de representación y hay un dilema entre democracia y autoritarismo, y no entre derecha e izquierda, donde surgen un montón de noticias falsas y algunos gobiernos son impotentes ante los conflictos sociales pendientes y el aumento de la criminalidad, consecuencia del narcotráfico.

Asimismo, Olga Baus, de la Comisión Europea, también insistió en el problema del incremento del narcotráfico, e hizo referencia a los programas que la Unión Europea tiene para mejorar la democracia, la justicia y la seguridad en la región. También habló Hazel Díaz, Directora del Banco Santander, encargada de la ciberseguridad, explicó la importancia que ahora tiene el cibercrimen, que ha calado, vinculado al desarrollo de las nuevas tecnologías y la gran vulnerabilidad que tienen los Estados latinoamericanos para hacerles frente.

El segundo panel, presidido por Ignacio Salafranca, Vicepresidente de la Fundación Euroamérica y del CFEME, y exeurodiputado que participó durante muchos años en las negociaciones de Mercosur, tenía como tema el acuerdo UE-Mercosur y la modernización del Acuerdo UE-México, que entendía que son mucho más que acuerdos comerciales. Salafranca dirigió muy bien la conversación entre los intervinientes, e hizo preguntas muy pertinentes a los panelistas, que nos permitieron conocer no solo la relevancia que tiene la rúbrica del acuerdo de Mercosur en Montevideo hace dos meses, sino la posición de los latinoamericanos. El primero en hablar fue Francisco José Millán, eurodiputado, ponente de la Comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento Europeo para Mercosur, donde señaló la relevancia del acuerdo y el equilibrio que tenía el mismo, recogiendo los intereses más diversos.

Me llamó la atención que Rodrigo Bardoneschi, el Director de las negociaciones internacionales del Ministerio de Asuntos Exteriores de Argentina, que intervino telemáticamente, fue contundente sobre la importancia del acuerdo para su país y sus ventajas. En una dirección parecida se manifestó el Embajador de México en Bruselas, Rogelio Granguillhome, que defendió la relevancia para su país de la modernización del acuerdo con la UE y la importancia que tiene, mucho más en el contexto actual de sus relaciones con los Estados Unidos.

También cabe destacar la intervención de Aloysio Nunes, que había sido Director de asuntos estratégicos en Brasil y había participado varios años en la negociación del acuerdo con Mercosur, que defendió con entusiasmo. Al mismo tiempo, manifestaba la importancia de la relación de ahora y en adelante, que tiene que tener la UE y América Latina, señalando que, en las actuales circunstancias, podemos ser un bloque importante en la sociedad internacional. Aseguró que se podía calificar al acuerdo como un acuerdo civilizador. Su intervención fue firme a favor de las relaciones entre Europa y América Latina. El moderador Salafranca también fue incisivo preguntando al representante de la Comisión, Paolo Garzotti, sobre el futuro de la posible vigencia del acuerdo UE-Mercosur. 

De las palabras de ambos, saqué la conclusión de que la aprobación definitiva no es fácil, pero no imposible. Concretamente, se va a dividir en dos el acuerdo, dejando la parte comercial separada del resto de las cuestiones, que al no ser competencia comercial exclusiva de la Comisión exigen unanimidad. El acuerdo estrictamente comercial tiene que aprobarse por el Parlamento y por el Consejo, y se va a dilatar algo su tramitación. Formalmente, explicaron que, debido a las traducciones y a otros trámites, pero creo que la razón real era que no lo van a llevar al Consejo hasta el fin de la Presidencia Polaca del Consejo, y no iniciarlo hasta julio con la Presidencia danesa (como es sabido, Polonia y Francia se oponen de forma clara a este acuerdo). Asimismo, Polonia y Francia necesitan al menos a Italia para lograr la mayoría de bloqueo en el Consejo, pero en este país se encuentran divididos en este sentido. Respecto a su aprobación en el Parlamento Europeo, se ve con mayor facilidad.

La Unión Europea ha puesto el radar en América Latina, y no solo el radar, sino también la actuación, a través de diversos programas y buscando la liberalización comercial, tanto con México y Mercosur como con todo el continente en su conjunto

La tercera sesión era sobre las prioridades y objetivos hacia la Cumbre UE-CELAC de 2025, moderada por Gabriel Mato con soltura. La primera intervención corrió a cargo de Margarita Manjárrez Herrera, diplomática colombiana encargada de la organización de la Cumbre, ya que Colombia tiene la presidencia pro tempore de la CELAC desde marzo, sustituyendo a Honduras. Ella fue muy clara sobre los objetivos de la conferencia y señaló el cambio climático, una inteligencia artificial ética, la digitalización, las cuestiones sociales, la energía, la movilidad humana, como temas prioritarios. Entre ellos, destacó también el Foro Académico EULAT, señalando que, para Colombia, es estratégico el poder participar en una agenda multilateral.

Después habló Christian Burgsmüller, Jefe de la División de Asuntos Regionales Americanos en el Servicio Europeo de Acción Exterior, que insistió en el éxito de la cumbre anterior, de 2023, que se produjo después de una parálisis de ocho años, y dijo que, ahora, juntos, somos 60 países, un tercio de las Naciones Unidas, y que tenemos la capacidad en esta cumbre de influir a nivel mundial. Por su parte, Ignacio Corlazzoli, gerente del CAF (Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe), fue muy claro sobre la relevancia del Global Gateway, y asimismo insistió en la importancia del crimen organizado y el incremento de los delitos, lo que dificulta la inversión.

Por último, Félix Fernández-Shaw, Director de América Latina de la Comisión Europea, se refirió a que la Cumbre de 2025 necesita “neumáticos fuertes para poder aterrizar, porque volamos bien respecto a los valores pero nos cuesta mucho aterrizar, y para eso los aviones necesitan neumáticos”. Está trabajando en posibles proyectos concretos para poner en práctica las consecuencias de la cumbre, especialmente la interconexión eléctrica, la producción de energía, la digitalización y también se refirió a que, a veces, se olvidan proyectos concretos en el Caribe y, ahora, la Global Gateway está planteando una iniciativa para solucionar el problema que tienen estos países con el “sargazo”, un alga que está dificultando el turismo en la zona atlántica del Caribe.

Por todo ello, de esta exposición breve de un seminario intenso, que duró más de tres horas sin descansos, se puede concluir que la Unión Europea, efectivamente, ha puesto el radar en América Latina, y no solo el radar, sino también la actuación, a través de diversos programas y buscando la liberalización comercial, tanto con México y Mercosur como con todo el continente en su conjunto. Esto es lo opuesto a lo que está promoviendo Trump, que está planteando nuevos aranceles para la región y para el mundo. 

En este seminario pude constatar la cercanía que hay entre latinoamericanos y europeos. Participaron cinco ponentes de los principales países de la región, coincidiendo con la nueva situación de incumplimiento de compromisos del nuevo Presidente de los Estados Unidos, donde la potencia conjunta de Europa y América Latina está creciendo de forma relevante. Por último, quiero felicitar a los organizadores por haber reunido a este fantástico plantel en el que se tocaron los problemas reales, en un momento muy oportuno y muy bien moderados, a través de preguntas concretas, especialmente sobre el futuro.

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Francisco Aldecoa Luzárraga es presidente del Consejo Federal Español del Movimiento Europeo y catedrático emérito de Relaciones Internacionales en la UCM.

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