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Usar los colegios electorales para testear el coronavirus: una idea para el análisis

Todo preparado en un colegio electoral de Pamplona.

María Jesús Albarreal | Pablo Aumente Gallego y 14 firmas más

El censo electoral está actualizado. Los colegios están vacíos. Se podría usar el sistema electoral con sus sedes físicas, su censo electoral actualizado y su infraestructura informática para dar soporte a la realización de test de forma generalizada al tiempo que controlada y ordenada a la población. Se puede adaptar el sistema de recuento para procesar la información de forma rápida y eficaz. El diagnóstico precoz y el aislamiento selectivo parecen ser una forma de evitar el colapso del sistema sanitario y salir de esta crisis.

Si algo hemos aprendido en estas semanas de cómo se está combatiendo el coronavirus en diferentes países es que es fundamental realizar más tests a la población para poder aislar completamente a los contagiados y a las personas de su entorno. La forma concreta de cómo hacerlo es una tarea compleja que requiere de la participación de grupos multidisciplinares que pongan todo su empeño y saberes. En este documento lanzamos algunas ideas para que puedan ser debatidas en el foro que corresponda.

El confinamiento tal como se está aplicando actualmente no parece sostenible a largo plazo. Y además no está claro el alcance de su eficacia, porque se trata de un confinamiento parcial y sin criterios claros. La mayoría de la gente está parcialmente aislada, pero muy pocos están totalmente aislados. Se aísla por igual al contagiado sin diagnosticar que al no contagiado, porque no se sabe quién está contagiado y quién no.

Para detener la propagación del virus muchos expertos coinciden en que hay que testear a la mayoría de los casos sospechosos y a las personas de su entorno, y aislar a todos los casos positivos y sus contactos recientes totalmente durante al menos 14 días.

En las últimas horas hemos sabido que el Gobierno ha comprado 640.000 test rápidos y cuatro robots que realizarán hasta 80.000 pruebas diarias de coronavirus, y se ha anunciado la importación de otros seis millones de test de otros países europeos, lo que confirma que el camino a seguir pasa por aumentar el número de test.

Pero además de aumentar el número, pensamos que sería conveniente precisar al máximo a qué personas testear, con qué frecuencia o recurrencia, y poder disponer de los resultados de los test de la forma más inmediata posible, integrada, y en una herramienta que permita el análisis de la información para la toma de decisiones.

España dispone de un recurso logístico que ha sido puesto como ejemplo de eficacia y eficiencia en muchas ocasiones: el sistema de recuento electoral. Proponemos que se estudie como posible punto de partida para planificar y ejecutar la logística en este caso. Aquí algunas ideas de por qué podría ser un sistema a estudiar:

  • El censo electoral es actualizado permanentemente.
  • Los colegios electorales están distribuidos por todo el territorio.
  • La población está distribuida de manera proporcional en colegios y mesas electorales.
  • Los colegios están actualmente vacíos y disponen de diferentes estancias.
  • Los colegios pueden formar una red de centros para dar soporte al testeo.
  • Personal sanitario y voluntariado podría ser formado en la recogida de muestras.
  • Los datos podrían ser incorporados a un sistema de información usando como base el de las elecciones.
  • Se podría tener información en tiempo real de la distribución geográfica de los focos de contagio y del perfil de la población contagiada.
  • Un sistema de detección temprana que usa como indicador la ratio de test positivos permitiría distribuir recursos sanitarios anticipadamente en el ámbito nacional.
  • El diagnóstico precoz podría permitir iniciar el tratamiento de forma anticipada, disminuyendo el número de casos graves.
  • Las personas en cuarentena podrían recibir en los centros de aislamiento su comida y la asistencia necesaria, evitando el contacto con el resto de la población.
  • Los casos graves podrían ser derivados a los hospitales maximizando la eficiencia del sistema.
  • El personal sanitario especialista en cuidados intensivos podría dedicar el 100% de su tiempo a los casos realmente graves.

En definitiva, existe la red de infraestructuras, los datos y las herramientas para poner en marcha este sistema. Faltaría dotarlo de los recursos humanos y materiales necesarios luego de hacer un análisis de idoneidad con datos que estén en posesión de las autoridades competentes.

Esto es una propuesta nacida de la sociedad civil para que sea analizada por personal experto y que esté al mando de las operaciones por parte de los poderes públicos. Para llevarla a cabo haría falta un análisis más exhaustivo y pormenorizado, pero creemos que puede ser una idea ingeniosa y audaz que puede servir para poder afrontar esta situación de extrema emergencia.

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Tal vez esta propuesta ya se haya planteado y descartado, o tal vez por la contingencia de lo urgente no se haya siquiera analizado. Por eso, proponemos nuestra idea para someterla a evaluación como personas preocupadas por la crisis global que vivimos.

Lista de firmantes (orden alfabético):

  1. María Jesús Albarreal, Profesora del Departamento de Construcciones Arquitectónicas, Universidad de Sevilla
  2. Pablo Aumente Gallego, MAS Arch en Vivienda ETH Zürich, arquitecto por la ETSA Sevilla.
  3. David Benavides, Profesor del Departamento de Lenguajes y Sistemas Informáticos, Universidad de Sevilla
  4. Luis Enrique Caballero, Economista, MBA INSEAD, Consultor especializado en Salud
  5. Jesús Castillo, Profesor del Departamento de Ecología, Universidad de Sevilla
  6. Teresa Duarte, Profesora del Departamento de Economía Financiera y Contabilidad, Universidad Sevilla
  7. José A. Galindo Duarte, posdoctoral Juan de la Cierva, Departamento de Lenguajes y Sistemas Informáticos. Universidad de Sevilla
  8. Jesús Gallardo García, Environmental Management MSc, University of Queensland. Consultor Medioambiental. Director Técnico Cinclus Soluciones, Grupo Plegadis
  9. Miguel A. Olalla, Profesor del Departamento de Álgebra, Universidad de Sevilla
  10. David Patiño, Profesor del Departamento de Economía e Historia Económica, Universidad de Sevilla
  11. Francisco Pérez Cutiño, MBA University of Cambridge
  12. Juan José Ramos, MSc, Imperial College London, Ingeniero Informático en Hudl
  13. Ana Rincón, Profesora del Departamento de Genética, Universidad de Sevilla
  14. Amanda Rodríguez Camarero, Ingeniera de Caminos, funcionaria del cuerpo de gestión de la AGE
  15. Roberto del Tío, Doctor en Biología
  16. José Antonio Zarrías Adame, MBA, doctor en ADE, asesor jurídico parlamentario, profesor de Derecho Mercantil en UPO y de Civil en Univ. Loyola

 

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