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Límite de mandatos

Adiós a Kichi y Teresa Rodríguez: los liderazgos de Podemos que sí tienen una fecha de caducidad

José María gonzález, 'Kichi', junto a Teresa Rodríguez.

"Queridos vecinos, queridas vecinas. No voy a presentarme a las próximas elecciones municipales 2023. Así doy cumplimiento a la palabra dada y al compromiso de no ocupar un cargo público durante más de ocho años consecutivos. Siempre he pensado que la política no debería ser un trabajo, una forma de ganarse la vida, sino un acto de compromiso voluntario, un acto de amor y generosidad que tiene que ser temporal para no dar oportunidad alguna a la vanidad, a la tiranía, a la corrupción, a la rutina". Así arranca el vídeo de despedida de José María González, Kichi, alcalde de Cádiz.

Kichi llegó a la alcaldía en mayo de 2015, en plena efervescencia del movimiento 15-M y tras la irrupción de Podemos en las europeas un año antes. Desde su entrada en el consistorio municipal ha defendido, hasta el final, la no profesionalización de la política. "Para representar a la gente hay que vivir como la gente. No profesionalizarme y no enriquecerme, no ganar ni un euro más que en mi trabajo anterior y no cambiarme de barrio fueron compromisos claros a los que hoy doy cumplimento", asegura en el vídeo. A juicio del alcalde de Cádiz "el valor de la palabra dada" es "casi revolucionario".

Dos días después del anuncio de Kichi fue Teresa Rodríguez, portavoz de Adelante Andalucía en el Parlamento regional, la que aseguró que su marcha se produciría "pronto". "Empecé en 2014 en las europeas, estamos en 2022, son ocho años. Estamos en condiciones de poner sobre la mesa un relevo. Mi órgano de dirección me tira para que esté un poquito más de tiempo", aseguró. Según las fuentes consultadas por infoLibre la fecha de no está decidida y cabe la posibilidad de que deje su escaño pero siga dirigiendo la formación de manera temporal.

El escenario no es el más sencillo para Rodríguez, ya que a finales de octubre ella misma confirmó que su formación se presentará a las elecciones generales de 2023, tratando de coger la estela de Compromís o Más Madrid. Tras la ruptura con Podemos desde Adelante Andalucía creen que hay un espacio político de probado tirón, e incluso incluyen el ejemplo de escala provincial de Teruel Existe. Con todo, Rodríguez aclaró que ella no encabezará ninguna candidatura al Congreso.

Lo cierto es que el anuncio de Kichi forzó a Rodríguez a hacer lo propio por "coherencia ética". Ambos han construido su capital político bajo la premisa de "parecerse al pueblo" y por ese motivo lucen con orgullo el hecho de no haberse cambiado de barrio ni de casa, una máxima que choca con la decisión del otora líder de Podemos, Pablo Iglesias, de trasladar su lugar de residencia de Vallecas —un barrio obrero al sur de Madrid— a Galapagar —un municipio al norte de la región con una renta por cápita superior a la media—, lo que provocó sonadas críticas por parte de Kichi y Rodríguez.

Voces como la de Ramón Espinar, exdirigente de Podemos, o Raimundo Viejo, exdiputado de los comunes en el Congreso, han aplaudido la decisión de Kichi de no presentarse a la reelección. "Prometimos irnos a los 8 años porque no queríamos políticos profesionales, un cáncer. Kichi es de los pocos que cumplen. Un grande y una pena que no lo hayamos tratado mejor", reflexionaba el primero a través de su cuenta de Twitter. "Cuando nos presentamos hace dos legislaturas lo hicimos con la intención de no ser iguales, de guiarnos por un código ético, de ensanchar la democracia", añadía el segundo, recalcando su "respeto" hacia el alcalde de Cádiz.

Vistalegre III: ampliación del límite de mandato, nuevos topes salariales y la marcha de Anticapitalistas

El limite de ocho años para los cargos públicos fue una de las grandes promesas de Podemos —la formación en la que Kichi y Rodríguez militaban— de cara a las elecciones de 2015 junto con la renuncia a otros "privilegios" políticos como los sueldos —la formación morada limitó sus retribuciones a 3 salarios mínimos interprofesionales (SMI)— las tarjetas para viajar en taxi o el uso de coches oficiales. Unos compromisos regulados en el Código Ético del partido que el partido, con Iglesias al frente, modificó en 2020, poco después de la entrada de la formación en el Ejecutivo de coalición.

La tercera Asamblea Ciudadana Estatal de Podemos, celebrada telemáticamente por el coronavirus, mantuvo los ocho años como el límite estándar pero añadió la posibilidad de ampliarlo a doce años —o incluso más— de forma excepcional si así lo avalan las bases. La formación también acabó con la imposibilidad de mantener dos cargos a la vez, lo que ya hacían los ministros y secretarios de Estado de Podemos, que no renunciaron a su acta cuando fueron nombrados. La dirección del partido justificó el cambio aludiendo a la juventud de sus dirigentes y a su papel como fuerza institucionalizada.

Además, la asamblea ciudadana también eliminó el principio por el cual los cargos del partido sólo podían percibir un sueldo máximo equivalente a tres salarios mínimos, estableciendo un nuevo sistema en los ministros, consejeros autonómicos o concejales de Gobierno deben donar un 15% de su salario al partido. La formación defendía que el aumento del SMI que en 2020 se situaba en 950 euros en 14 pagasimpedía ajustarlo "de manera coherente, razonable y responsable" a la realidad social del país, ya que esto elevaba el salario bruto anual a unos 40.000 euros. Desde la dirección justificó la necesidad de modificar unos reglamentos internos que estaban concebidos para una fuerza de oposición, no de gobierno.

Un mes antes de que se celebrara este Vistalegre III —programado para marzo y retrasado por la pandemia—  el sector Anticapitalista de Podemos, que lideraba Teresa Rodríguez, Kichi y el eurodiputado Miguel Urbán, decidió no participar en el cónclave como paso previo a su salida de la formación. Ese anuncio llegó apenas cuatro días después de que Rodríguez pactara con Iglesias su marcha del partido. La suya fue una ruptura amistosa y ambos lo explicaron en un vídeo conjunto, en el que exlíder de Podemos agradecía a Anticapitalistas su "lealtad". Sin embargo, la expulsión de Rodríguez y siete diputados afines de Adelante Andalucía provocó un cisma que acabó en los tribunales, que eliminó cualquier atisbo de cordialidad.

Adiós al Podemos más "populista": "Reivindicamos la política como trabajo"

Desde que Podemos llegó a las instituciones muchas cosas han cambiado en la política española. Cambios que también han experimentado en el propio partido, que llegó con la promesa de "asaltar los cielos" y "acabar con la casta". De aquel Podemos original todavía quedan algunos visos, pero quienes hoy se integran en las filas del partido admiten que pecaban de "populistas" en según qué temas, especialmente los relacionados con los privilegios de la política. "Reivindicamos la política como trabajo", apunta una voz del espacio confederal en conversación con infoLibre. "Hemos madurado. Entrar en el Congreso y, sobre todo, en el Gobierno nos ha hecho afrontar muchas contradicciones, pero ha valido la pena por todo lo que estamos logrando", resume una segunda persona.

En ese sentido, las fuentes consultadas aseguran que este límite de mandatos "juega en su contra" algunas veces. "Conocer cómo funcionan las instituciones, ya sea el Parlamento nacional, autonómico o incluso una alcaldía, no es algo fácil. Ese bagaje lo consigues, habitualmente, a base de errores. Y creo que no tiene mucho sentido dejarlo precisamente cuando ya lo controlas. Eso nos hace retroceder", analizan. Los estatutos de Izquierda Unida, que también forma parte del grupo confederal de Unidas Podemos, establecen que "las personas cargos públicos electas de IU no podrán permanecer en el mismo cargo, de manera continuada, más de dos legislaturas, u ocho años" salvo excepciones.

El politólogo Daniel Guisado, que conoce de cerca la realidad de la izquierda, señala que "no está demostrado" que medidas como la limitación de mandatos "tengan efectividad contra la corrupción, a favor de la transparencia o la regeneración". "¿Dónde está el límite para evitar que una persona se corrompa?", se pregunta. "En el origen de esas medidas, que yo también considero que son bastante populistas, está el eje corrupción versus limpieza política, para evitar que la política se convierta en una forma de vivir y no en una forma de solucionar los problemas de la gente, pero a mí me parece que la política puede ser perfectamente una profesión. Una profesión con contrapesos, con controles internos y externos", analiza.

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El analista insiste en que no hay "ninguna evidencia científica" que demuestre que a partir de llevar un número determinado de años en política "empieces a corromperte": "Puede haber gente que solo esté cuatro años en las instituciones y robe y otra que esté veinte años en cargos representativos y no lo haga", expone. En ese sentido, Guisado cree que esa reivindicación inicial de Podemos correspondió a "la necesidad de distinguirse" del resto de formaciones políticas en un contexto "en el que el eje no era izquierda o derecha sino corruptos sí o corruptos no".

"Estas medidas, desde el límite de mandatos a la cuestión de los sueldos, fueron una herramienta necesaria para llevar a cabo esa distinción, más que un convencimiento ideológico", opina. Sin embargo, el politólogo cree que hay personas que sí lo creen y asegura que Kichi es "un ejemplo de ello": "Ha llevado hasta la última consecuencia lo que prometió al comienzo de su mandato", concede.

Guisado también sitúa el foco en que este tipo de promesas suelen ser utilizadas para atacar al cabo de un tiempo. "Ha pasado con Podemos, con los Comunes de Ada Colau, con el Movimiento Cinco Estrellas en Italia, ha pasado con muchos partidos, generalmente de izquierdas, a lo largo del mundo", resume, enfatizando que esas formaciones se han tenido que retractar de sus intenciones iniciales. Para el politólogo, el caso de Podemos "ejemplifica muy bien" esa transición "del momento populista e impugnatorio" al "momento actual de inserción en el modelo de partidos como uno más". Guisado aclara que no se refiere a que Podemos sea lo mismo que el Partido Popular o el PSOE, sino que que es "un actor político más": "No hacer énfasis en estas medidas implica que ya no estamos en esa época de impugnación del año 2014 o 2016 y que Podemos ha escogido ser más partido que movimiento".

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