LAS PRIORIDADES DEL PP
Puigdemont, corrupción, Bildu y Broncano: los temas por los que Feijóo pregunta a Sánchez en el Congreso
"¿Cree que sus prioridades coinciden con los intereses de los españoles?". Esa debía ser, según consta en el diario de sesiones, la pregunta que el líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, debía formular al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la sesión de control celebrada este miércoles 11 de diciembre. Sin embargo, el conservador la modificó para preguntar en su lugar "cuánto más va a costar a los españoles" que el socialista siga en la Moncloa. En su turno de réplica Feijóo censuró la "precariedad parlamentaria" y la "debilidad judicial" de Sánchez e incidió especialmente en ese último punto, hasta llegar a asegurar que en la "mesa de navidad" del presidente del Gobierno "se sentarán dos imputados", en referencia al socialista y a su mujer, Begoña Gómez. "Usted es incompatible con la confianza y el interés general", zanjó, contestando así a la pregunta inicial —jamás formulada—.
Sánchez, por su parte, sí respondió a esa pregunta inicial y aseguró que "las prioridades del Gobierno de España coinciden con la de los ciudadanos" y citó algunas de ellas como la vivienda, el empleo, la seguridad, la economía o la sanidad —tal y como consta en los barómetros del Centro de Investigaciones Sociológicas—. Y añadió: "¿Saben cuántas veces me ha preguntado el señor Feijóo desde que lleva siendo líder de la oposición por estas cuestiones? En las 22 preguntas parlamentarias que me hizo en el Congreso y en el Senado no me ha preguntado ni una sola vez por estas cuestiones. Por lo que pregunta el señor Feijóo es 'a quién escucho como presidente' o si 'creo que gobernar consiste en vivir mejor en La Moncloa'".
Lo cierto es que a lo largo de la actual legislatura, que arrancó en noviembre del pasado año tras la investidura de Sánchez, las preguntas de líder de la oposición se pueden resumir en dos categorías: aquellas relacionadas con la amnistía, Cataluña o las formaciones independentistas que apoyan al Gobierno y aquellas que tienen que ver con las investigaciones judiciales que rodean al Ejecutivo, desde el caso Koldo al Fiscal General del Estado y, por supuesto, la investigación del juez Juan Carlos Peinado contra la mujer del presidente. De las 18 sesiones de control en las que Feijóo ha preguntado el último año al socialista en el Congreso —el conservador no interviene si no está Sánchez—, en 17 de ellas el líder del PP ha hablado sobre el olvido penal a los dirigentes del procés, sobre las presuntas "mordidas" del Gobierno por las mascarillas y las acusaciones del empresario Víctor de Aldama, sobre el auge de Bildu y la responsabilidad de Sánchez en ello, sobre "el cupo independentista" y, especialmente, sobre el entorno familiar de Sánchez.
En la única ocasión en la que Feijóo no mencionó ninguna de estas cuestiones fue en la sesión de control del 10 de abril de 2024. De lo que habló fue, sin citarlo, del humorista David Broncano, ya que apenas unos días antes su programa no recibió el apoyo del consejo de administración de RTVE, lo que provocó una crisis en el ente público que se saldó con la salida de la entonces presidenta, Elena Sánchez, y del director de contenidos, José Pablo López Sánchez, autor del fichaje de Broncano y recientemente elegido como presidente de la corporación. "Dado que usted ha estado muy interesado en hablar de economía y yo no he tenido el tiempo suficiente, sí que le quiero dar dos noticias, una buena y una mala. La buena es que esta mañana ha conseguido usted gastar 14 millones de euros de dinero público cada año fichando un programa en Televisión Española para mejorar su vanidad televisiva. La segunda, la mala, es que a la gente no le interesa la propaganda, porque ya es usted un experto", le reprochó el líder del PP a Sánchez.
Desde que llegó a Génova 13, Feijóo ha descrito al presidente del Gobierno como un político sin límites a la hora de extender su poder y ha liderado una ofensiva sin tregua contra él con tres pilares claros: la movilización, la crispación y la polarización social. Primero con la amnistía, contra la que se manifestaron en numerosas ocasiones y trataron de impedir en el Congreso y ahora también en los tribunales, y después con la corrupción después de que estallara el escándalo del caso Koldo, una investigación dirigida por el juez Ismael Moreno acerca del supuesto cobro de comisiones por parte de uno de los antiguos asesores del exministro José Luis Ábalos. Lo que el líder del PP busca es instalar en la opinión pública la idea de que existe una trama de corrupción liderada por Pedro Sánchez mediante la cual el Gobierno y el PSOE se han enriquecido a costa del erario público.
Tellado y Álvarez de Toledo lideran la ofensiva en el Congreso
Feijóo cuenta con sus dos lugartenientes en el Congreso para poner en práctica esa estrategia. Uno de ellos es el portavoz del PP en la Cámara, Miguel Tellado, la voz más dura en la sesión de control de los miércoles y que somete a la presidenta de la Cámara, Francina Armengol, a un cuestionamiento permanente en todas las sesiones a puerta cerrada que celebran semanalmente la Mesa y la Junta de Portavoces. El portavoz suele confrontar con el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, y el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, aunque antes de su marcha a Bruselas también lo hizo con la exministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, a la que responsabilizó de la dana ocurrida en Valencia el pasado octubre. "¿Qué entiende usted por terrorismo?"; "¿Qué información tenía el Gobierno sobre la trama de corrupción del llamado caso Koldo?"; "¿Cómo puede combatir la corrupción un Gobierno que fue investido gracias a amnistiar la corrupción?"; "¿Va a seguir su Gobierno pactando con quienes niegan el terrorismo y 'carecen de madurez democrática'?"; ¿Por qué cree que los españoles se merecen ahora un Gobierno corrupto?", son solo algunas de las preguntas planteadas por el conservador en los últimos meses.
El portavoz del PP ha llegado a calificar de "anomalía democrática" a la mayoría parlamentaria que invistió a Sánchez, al que deseó que saliera "del país en un maletero" y del que aseguró que "prostituye la Constitución con tal de satisfacer su ego". Además, también justificó el acoso al ministro Óscar Puente al considerar que los socialistas eran "matones de patio de colegio" por lo que no podían "ni salir a la calle". Desde que saltó el caso Koldo, Tellado trata de situar a Sánchez como "el cabecilla" y a los ministerios de su gobierno como cómplices pese a que, hasta la fecha, ni el sumario ni la investigación de la Guardia Civil apuntan a una trama organizada por el PSOE. Además, apoya la mayoría de sus acusaciones, tanto en sede parlamentaria como en redes sociales, en titulares de The Objective, OkDiario y, sobre todo, El Debate.
La que también ha ido ganando espacio en estas sesiones de control es Cayetana Álvarez de Toledo, portavoz adjunta del PP, que juega un papel protagonista en esta ofensiva parlamentaria. Es ella la que, habitualmente, se enfrenta a Bolaños y desde la formación conservadora consideran que es "muy hábil" durante sus intercambios dialécticos. "¿Cuál es la aportación exacta de la ley de amnistía a la convivencia entre españoles?"; "¿Va a informar la Portavocía del Gobierno sobre las próximas negociaciones con Puigdemont?"; "¿Qué va a hacer el Gobierno si los tribunales deciden que la ley de amnistía, pensada y redactada por y para los delincuentes y en contra de los principios elementales del Estado de Derecho, está al margen de la Constitución y el Derecho Europeo?; "¿Cuál es el conflicto entre España y Cataluña?"; "Qué hará el Gobierno cuando el prófugo con voluntad de reincidir, Puigdemont, regrese a España?"; "¿Es 'acción democrática' que los ministros menoscaben la imagen pública del Juez que investiga a la mujer del Presidente?", son algunas de las preguntas que ha trasladado al Ejecutivo. Todas ellas sobre Cataluña, la amnistía o la corrupción, siguiendo la misma línea que Feijóo.
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La diputada por Barcelona es una de las voces más reconocibles del ala dura del partido, en sintonía habitual con la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Ambas han rechazado abiertamente que el PP alcance pactos con Junts y se han mostrado críticas con algunas decisiones de Feijóo, pero el líder del PP ha dejado en manos de Tellado la organización del Congreso y él ha decidido rehabilitarla pese a la traumática experiencia de la dirección del PP. Después de su destitución, en agosto de 2020, el equipo de Casado confiaba en que el ostracismo al que había sido condenada dentro del grupo parlamentario acabaría indicándole el camino de salida del Congreso, pero Álvarez mantuvo el escaño y, además, publicó su libro, Políticamente indeseable, en el que se mostraba especialmente dura con el exsecretario general del PP, Teodoro García Egea, al que acusaba de practicar acoso dentro del partido.
Otra de las figuras que está ganando peso en el partido es Ester Muñoz, encargada de confrontar con Ribera por la dana, y también una de las voces más duras contra el Gobierno. Ascendió a la dirección del PP hace un año como vicesecretaria de Educación y Sanidad y es la encargada de preguntar a la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, o al ministro Óscar Puente. "¿Qué información tenía usted sobre la trama corrupta que se desarrolló en el seno del Ministerio de Transportes?; "¿Cuánto tiempo van a seguir amparando la corrupción?" son las últimas cuestiones que ha planteado en el control de los miércoles.
Desde Génova se la está promocionando también por las televisiones mientras otras figuras como la de la secretaria general, Cuca Gamarra, o el portavoz nacional, Borja Sémper, ven diluida su presencia en la Cámara Baja. Gamarra sí pregunta en cada sesión de control, antes a la vicepresidenta Nadia Calviño y ahora a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, pero sus intervenciones quedan en un segundo plano pese a que, precisamente, sí que suele preguntar por la materia competente al contrario que el resto de sus compañeros. En el caso de Sémper en el último año apenas ha tenido preguntas en estas sesiones parlamentarias.