EL AVISO DE TRUMP A ESPAÑA
El plan b para subir el gasto en Defensa si no hay Presupuestos: la ampliación de crédito

Donald Trump ya está en la Casa Blanca. Y en su llegada ha puesto sobre la mesa el nombre de España. El nuevo presidente de los Estados Unidos ha incluido al país entre los BRICS con la amenaza de un aumento al cien por cien de los aranceles, además de verbalizar la crítica al presupuesto en Defensa por debajo de lo que pide la OTAN y de lo que presiona la administración norteamericana.
El Gobierno no quiere entrar en el choque con el nuevo habitante del Despacho Oval, a pesar del océano ideológico que los separa. En Moncloa, de hecho, achacan las palabras de Trump a una confusión. La portavoz del Ejecutivo, Pilar Alegría, resaltó que España “no es un BRIC, no es un país emergente” y subrayó que se va a hacer “todo lo posible” por mantener la relación estrecha y estratégica con Washington. Con el mensaje de que el país es un socio “serio y fiable” también dentro del marco de la OTAN.
El presupuesto de Defensa del Gobierno español siempre ha estado en el punto de mira tanto de Estados Unidos como de la OTAN, que quieren que Madrid vaya más rápido a la hora de inyectar millones de euros en el sector. El actual Ejecutivo de Sánchez tiene comprometido con los países aliados elevar hasta el 2% del PIB en las cuentas en defensa para 2029 (algo a lo que en realidad se debía haber llegado el año pasado en virtud del acuerdo de la cumbre de 2014, pero que el Ejecutivo logró aplazar hasta que acabe esta década).
El gasto en la OTAN
La idea de Trump va mucho más allá de lo acordado en el seno de la OTAN y se marca incluso un umbral de un 5% del PIB. Actualmente, el mayor gasto en virtud del Producto Interior Bruto, según el último informe de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, lo registran Polonia (4,12%), Estonia (3,43%), Estados Unidos (3,38%), Letonia (3,15%) y Grecia (3,08%). Por encima del 2% acordado también están Finlandia, Dinamarca, Reino Unido, Rumanía, Macedonia del Norte, Noruega, Bulgaria, Suecia, Alemania, Hungría, Turquía, Francia, Países Bajos, Albania, Montenegro y Eslovaquia.
España, en cambio, se encuentra a la cola. Según los cálculos de la propia OTAN, el gasto en Defensa se sitúa en un 1,28% del PIB. En ese vagón por debajo de lo exigido también están: Eslovenia (1,29%), Luxemburgo (1,29%), Bélgica (1,30%), Canadá (1,37%), Italia (1,49%), Portugal (1,55%) y Croacia (1,81%). Todo ello en un contexto de aumento sin precedentes de la inversión, especialmente por el marco de la invasión de Rusia en Ucrania, con una subida de los aliados en conjunto de un 18%.
El compromiso de España sigue vigente con lo acordado con la OTAN. El titular de Exteriores, José Manuel Albares, declaró en Onda Cero al calor de la proclamación de Trump que cualquier aliado puede tener su opinión, pero es una decisión que se adopta de manera colectiva y, en este caso, el objetivo que se acordó fue llegar a que los países invirtieran al menos el 2 % del PIB. Recordó que el compromiso de España es llegar a ese porcentaje en 2029. "Y lo vamos a hacer", subrayó.
De visita en el Líbano este martes, la titular de Defensa, Margarita Robles, lanzó también el siguiente mensaje: “Hay que recordar que España pertenece hace más de cuarenta años a la OTAN. Y como aliado es serio, fiable, responsable y comprometido. Tenemos más de 3.800 hombres y mujeres en misiones de paz. En el ámbito de OTAN estamos en Letonia, Eslovaquia, Rumanía y en Turquía. Nadie puede negar que el compromiso de España con la organización, con la seguridad, con la paz y con la defensa es total. Vamos a seguir trabajando en ese sentido. Se está haciendo un enorme esfuerzo inversor en defensa porque es invertir en paz. Pero dicho esto: nadie olvida que España es ese aliado fiable en el tratado y con una de las contribuciones más importantes a las misiones de paz”.
En el gasto en Defensa de los aliados hay diferentes aspectos que influyen, por ejemplo la inclusión del gasto de los salarios y las pensiones. España también busca que se tenga en cuenta más en cuenta el peso de la inversión en adquisición de equipamiento militar e investigación y desarrollo (el Gobierno español está por encima de la media y llega al 30%, por encima del 20% del compromiso de la Alianza). Asimismo, siempre se pone sobre la mesa el peso, como hizo Robles, de la aportación a las misiones.
¿Y si no hay Presupuestos?
España está comprometida con ese aumento al 2%, pero se encuentra en una situación ahora mismo de incertidumbre sobre si habrá Presupuestos Generales del Estado para el año que viene. El Ejecutivo tiene la intención de aprobarlos en el Consejo de Ministros, pero no se descarta que haya que prorrogar las cuentas otra vez (las actuales son las de 2023) por falta de consenso entre los socios de investidura.
Fuentes del Gobierno indican que no hay previsión exacta todavía de cuánto será la partida para Defensa en ese proyecto que está elaborando el Ejecutivo. Y en caso de que se prorroguen las actuales cuentas y se tuviera que hacer un aumento de gasto, la fórmula, señalan las fuentes, tendría que pasar por una ampliación de crédito.
Esta vía no es algo nuevo para el Gobierno de coalición, pues ya ha aplicado ese sistema durante el año pasado. El Gobierno prorrogó las cuentas de 2023 al convocarse las elecciones anticipadas en Cataluña. El presupuesto vigente de Defensa, correspondiente a aquel año, ascendió en el proyecto aprobado por el Consejo de Ministros a 12.317 millones de euros, lo que supuso un aumento superior al 25% (en el anterior ejercicio fue de 9.791 millones de euros).
Con Trump, Estados Unidos culminará la liquidación del derecho internacional
Ver más
A pesar de no haber un proyecto nuevo de Presupuestos el año pasado, y tener que prorrogarse las anteriores cuentas, no significa que el monto destinado a Defensa no se incrementara. El Gobierno aprobó varias ampliaciones de crédito con cargo a los fondos de contingencia. Por ejemplo, en la reunión del Consejo de Ministros del pasado 30 de julio se dio luz verde a una partida de 471,84 millones de euros para “operaciones de mantenimiento de paz”. De esa cifra, 91,91 millones fueron para gastos corrientes en bienes y servicios y 379,92 millones se destinaron a “inversiones reales”.
Según explicó Hacienda, “las diferentes misiones en las que participan las Fuerzas Armadas Españolas atienden a los tres grandes objetivos estratégicos siguientes: proporcionar estabilidad y seguridad; luchar contra el terrorismo; y disuadir y defender el territorio aliado”.
La partida incluida en el proyecto de Presupuestos en los últimos años para Defensa siempre se ha quedado corta. De hecho, en 2022 se incrementó hasta un 30% de lo planificado comparándolo con los datos de ejecución ofrecidos por el Ministerio de Hacienda, algo similar a lo ocurrido al año siguiente (con un incremento final del 20%). También los Ejecutivos han utilizado en alguna ocasión la vía de ampliación de crédito a través del Ministerio de Industria. Estás prácticas han sido criticadas por el Tribunal de Cuentas a lo largo de los últimos años. En 2017 este órgano instó al entonces Gobierno de Mariano Rajoy a ser “realista en los programas especiales de armamento dentro de los Presupuestos Generales del Estado, evitando el recurso a créditos extraordinarios y suplementarios mediante Real Decreto-ley”.