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Investigación

Un cineasta pro-Putin ofrecía películas con Oliver Stone como estrella para lavar la imagen de dictadores

Oliver Stone e Igor Lopatonok, juntos en el Festival de Cine de Roma, en 2021.

Vyacheslav Abramov (OCCRP/Vlast) y Svetlana Romashkina (Vlast)

Vladimir Putin, Alexander Lukashenko e Ilham Aliyev han sido acusados de crímenes horribles contra sus pueblos, que son Rusia, Bielorrusia y Azerbaiyán. Pero donde la mayoría ve dictadores, Igor Lopatonok ve oportunidades.

Este director de documentales de origen ucranio y afincado en Estados Unidos ya tiene varios proyectos colminados. En colaboración con el director de Hollywood Oliver Stone, ha producido dos documentales sobre Ucrania que fueron tachados de propaganda a favor del Kremlin y una miniserie hagiográfica sobre el líder kazajo Nursultan Nazarbayev.

Pero tenía más preparado.

Múltiples documentos obtenidos por la red internacional de medios OCCRP –a la que pertenece infoLibre– y Vlast.kz acreditan que Lopatonok trazó planes para una serie de documentales destinados a mejorar la reputación de los líderes autocráticos de Bielorrusia, Azerbaiyán y otros países autoritarios. Uno de los principales argumentos de venta de al menos dos de estos proyectos era la participación de Stone, que supuestamente entrevistaría a los dictadores.

¿Qué sabía Stone?

En los documentos –que incluyen correos electrónicos internos y sinopsis de películas, así como folletos de presentación– no queda claro si Stone estaba de acuerdo con los planes de Lopatonok, o incluso si conocía la mayoría de ellos. Ninguno de los proyectos ha fructificado. Stone y su representante no respondieron a las solicitudes de comentarios.

Lopatonok, en una entrevista con el OCCRP la semana pasada, dijo que Stone era consciente de que había propuesto documentales a varios dictadores, a los que se refiere como "mis héroes".

La furiosa reacción de Lopatonok a las preguntas de OCCRP

Lopatonok declinó responder a preguntas concretas sobre la financiación de sus películas pasadas o en proyecto. Después ponerse cada vez más combativo y amenazar a los periodistas y a sus fuentes, gritando "vamos a por vosotros personalmente" y "os vamos a destruir", un editor del OCCRP dio por terminada la entrevista.

Posteriormente no respondió a un correo electrónico en el que se le invitaba a responder por escrito. Por contra, fue coautor de un artículo en un sitio web al que está afiliado, Intelligencer.today, en el que se le describe como "víctima" de las "operaciones de información sicarial" del OCCRP.

El líder de Azerbaiyán y un prometido "cara a cara" con Stone

Los documentos obtenidos por los periodistas muestran lo explícito que era Lopatonok sobre el objetivo de sus películas y cómo pretendía presentárselas a sus súbditos: prometiéndoles reforzar su reputación en el escenario mundial.

Uno de los lustrosos lanzamientos de Lopatonok promete que Stone "se sentaría cara a cara" con el hombre fuerte azerbaiyano, Ilham Aliyev, y trataría no sólo "el ascenso del líder al rango de jefe de Estado, sino todas las cuestiones de la colorida y fascinante historia de Azerbaiyán".

Stone, Lukashenko y la invasión de Ucrania

Otra propuesta consiste en "llevar la dramática historia de la Bielorrusia moderna y su líder a un público amplio". "Nosotros, los creadores de la película, creemos en la sensatez y coherencia de las acciones de Alexander Grigorievich Lukashenko", reza la propuesta, encabezada por un montaje en blanco y negro en el que se yuxtaponen el rostro de Lukashenko y el de Stone.

El documento no tiene fecha. No se precisa a qué "acciones" se refiere, pero en 2020, las protestas masivas a favor de la democracia barrieron el país antes de ser violentamente reprimidas por el régimen de Lukashenko. No está claro si Stone estaba al tanto de este lanzamiento.

Correos electrónicos entre miembros del equipo de Lopatonok sugieren que Stone había aceptado participar en la película sobre Lukashenko hasta la invasión rusa a gran escala de Ucrania en febrero de 2022, que parece haber puesto fin a su participación. Stone se pronunció públicamente en contra de la invasión en marzo de ese año.

"Desgraciadamente, el proyecto [sobre Bielorrusia] quedó en pausa debido a la negativa de Oliver", escribió el productor Igor Kobzev a un miembro del equipo en junio de ese año. "Todos los intentos de encontrar un nuevo entrevistador fueron infructuosos a causa de la guerra en Ucrania (todos los que contactamos se negaron)". Kobzev no respondió a una solicitud de comentarios realizada por OCCRP.

El gancho de una estrella

Hasta entonces, Lopatonok parecía haber dado con una fórmula prometedora. Había reunido un pequeño equipo de guionistas y productores que producían ideas cinematográficas para presentarlas a los dictadores, con una oferta tentadora: mucho tiempo en pantalla con un director de fama mundial.

La clave para "monetizar" el proceso era sencilla, dijo una persona que trabajaba en el equipo y accedió a hablar con los periodistas bajo condición de anonimato. Lopatonok había descubierto cómo ofrecer a los poderosos algo a lo que no pudieran resistirse: legitimidad en la escena mundial. "Hay una estrella [Stone] que puede ser vendida. Eso es todo", afirma el informante. "Los compran por baratijas, sólo que las baratijas son Oliver Stone. Los objetivos saltan sobre él: '¡Oh, estoy con Oliver Stone! Me mostrarán en todo el mundo'".

En una serie de documentales de los años 2000 y 2010, Stone proporcionó una plataforma a Fidel Castro y Hugo Chávez para promocionarse. En 2017, lanzó The Putin Interviews, una serie ampliamente criticada de conversaciones entre Stone y el presidente ruso. The New York Times calificó las entrevistas de "obsequiosas" con el líder ruso, a quien se le permitió presentarse ante las audiencias televisivas estadounidenses como un "líder duro pero justo, acosado por la calumnia de los occidentales hipócritas".

Propaganda descarada (y desmoralizante)

Pero su reciente trabajo con Lopatonok ha recibido menos atención, incluso cuando se ha adentrado más en el terreno de lo que los críticos consideran propaganda descarada. En su propuesta a Aliyev, Lopatonok subraya que la película prevista "tendría un impacto positivo único en la publicidad de [el] presidente y de Azerbaiyán".

Aunque no está claro si Aliyev llegó a comprometerse con el proyecto, hacerlo habría estado en línea con otros esfuerzos por presentar su régimen como una influencia dinámica y modernizadora en la región. "Lo veo en línea con todos estos vectores potenciales de lavado de imagen", explica Alexander Cooley, profesor de Ciencias Políticas en el Barnard College de Nueva York. Los gobernantes postsoviéticos a menudo "quieren presentarse como modernizadores", añade. "Siempre han tenido grupos de presión, pero el blanqueo de reputación da mayor peso y verosimilitud".

Cuando los líderes autoritarios obtienen un resplandor hollywoodiense, a menudo es a costa del pueblo al que gobiernan, señala Casey Michel, director del Programa de Lucha contra la Cleptocracia de la Fundación de Derechos Humanos, que lleva años haciendo campaña para que las estrellas de Hollywood dejen de colaborar con dictaduras. "No puedo imaginar lo desalentador que debe de ser para los ciudadanos de lugares como Kazajstán ver cómo este director estadounidense se convierte en portavoz propagandístico de sus dictadores", expone.

Lopatonok, de colorear viejas películas soviéticas a Los Ángeles

Lopatonok, de 56 años, nació en una pequeña ciudad ucraniana cerca de Dnipro, a unos 250 kilómetros al sureste de Kiev. Tras estudiar en una universidad técnica, desempeñó diversos trabajos antes de hacerse un hueco en la industria cinematográfica ucraniana coloreando viejas películas soviéticas. Emigró a Estados Unidos en 2008, y al año siguiente creó una empresa llamada Grading Dimension Pictures Inc.

La mayor parte de lo que se conoce sobre Lopatonok procede de casos judiciales en Los Ángeles, incluida una demanda civil presentada a finales de 2011 por el cofundador de Grading Dimension Pictures, el cineasta Aleksandr Shapiro, en la que alegaba que Lopatonok había malversado más de un millón de dólares en fondos de la empresa.

El caso se resolvió en noviembre de 2012, pero los documentos judiciales no dicen cómo. Jay J. Plotkin, el abogado que presentó la demanda de Shapiro, no quiso hablar del tema con los periodistas. No se sabe si Shapiro está involucrado en los recientes esfuerzos cinematográficos de Lopatonok, que no respondió a una solicitud de comentarios sobre la demanda.

La relación Lopatonok-Stone

No está claro cómo Lopatonok conoció a Stone, pero a partir de mediados de la década de 2010 los dos hombres se asociaron para hacer dos películas sobre la Ucrania natal del cineasta: Ucrania en llamas, estrenada en 2016, y Revelando Ucrania, en 2019. Los documentales retrataban una visión favorable al Kremlin en la Revolución Euromaidán de 2014, en la que las protestas contra la corrupción expulsaron al presidente prorruso ucraniano Víktor Yanukóvich. "Mi actitud hacia Maidan fue inmediatamente negativa", dijo Lopatonok en una entrevista de 2016 con Komsomolskaya Pravda, un tabloide ruso, añadiendo que lo consideraba un golpe "apoyado" por servicios secretos extranjeros.

Las colaboraciones de Stone y Lopatonok fueron ignoradas por la mayoría de los medios internacionales, pero elogiadas en Rusia, con el medio progubernamental Izvestia escribiendo que la película había "conmocionado a Europa al exponer a la élite de Kiev".

El papel del oligarga Medvedchuk

Cuando Revelando Ucrania se estrenó en el Festival de Cine de Taormina 2019, en Sicilia, Stone y Lopatonok estuvieron acompañados en la alfombra roja por el oligarca y político ucraniano Viktor Medvedchuk, un estrecho aliado de Putin que aparece de forma destacada en la película y fue entrevistado por Stone.

El medio estadounidense The Daily Beast especuló con la posibilidad de que la película hubiera sido un "vehículo de relaciones públicas" para Medvedchuk en un momento en que estaba organizando su regreso político a Ucrania.

Ahora, correos electrónicos internos obtenidos por Vlast sugieren que la película fue financiada, al menos parcialmente, por Medvedchuk. "En Taormina... intercambié unas palabras con Oksana Medvedchuk [esposa de Medvedchuk] y más tarde con Goran", escribió entonces un guionista del equipo a la esposa de Lopatonok. "Naturalmente, dijeron que eso era todo, que el presupuesto de la película está completamente cubierto por ellos". Ella respondió que Goran había enviado "una parte de los honorarios de Oliver y pagado el rodaje en Mónaco", pero luego dijo que "no le dieron más". Los periodistas no pudieron identificar el apellido de Goran ni confirmar su papel.

Medvedchuk y su esposa no respondieron a las solicitudes de comentarios, mientras que Lopatonok no respondió a las preguntas sobre la financiación de Revelando Ucrania.

Preguntado en una entrevista con el OCCRP por qué centraba su objetivo en los autócratas, Lopatonok dijo que simplemente hacía películas sobre sus héroes. "Admiro cómo gobiernan a su pueblo. Admiro que Minsk [capital de Bielorrusia] tenga calles limpias y no haya indigentes... como en mi Los Ángeles".

El modelo de Kazajstán

A finales de 2019, Stone y Lopatonok comenzaron a trabajar en Qazaq: Historia del Hombre de Oro, su documental sobre Nazarbayev, el que fue presidente de Kazajstán. El OCCRP y Vlast informaron en 2022 de que una fundación benéfica controlada por Nazarbayev pagó al dúo al menos 5 millones de dólares para producir la película. Se emitió en la televisión nacional kazaja en 2021 como una miniserie de ocho capítulos en alabanza de los logros de Nazarbayev. Un mes más tarde, miles de manifestantes kazajos, hartos de la permanencia del líder en el poder, salieron a la calle al grito de "Viejo, vete" para echarlo del poder. No se tiene constancia de que el documental haya vuelto a emitirse en Kazajstán.

No obstante, la película kazaja pudo haber dado a Lopatonok una plantilla sobre cómo acercarse a otros dictadores: ellos o personas cercanas a ellos proporcionarían la financiación, y él haría una hagiografía con altos valores de producción y un entrevistador estrella. Los documentos obtenidos por los periodistas muestran que su equipo preparó sinopsis de posibles películas sobre al menos otros seis gobiernos autoritarios, prometiendo a dos de ellos que Stone entrevistaría a sus líderes y ayudaría a contar su "verdadera historia".

De Azerbaiyán a Turquía

Entre los temas propuestos para la conversación de Stone con el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, estaban el "éxito" del país bajo el "gobierno dinástico" de la familia Aliyev. Un resumen de la película propuesta deja claro el tenor del planteamiento de Lopatonok: describe a Aliyev como un "verdadero sucesor" de su padre, el anterior presidente, que le había enseñado a ser un "líder sabio".

"¿Es realmente tan malo el modelo de gobierno del Estado elegido por Azerbaiyán?", pregunta el resumen, pareciendo anticiparse a cierta crítica. "¿Se puede llamar realmente 'culto a la personalidad' al sistema estatal existente en Azerbaiyán? ¿O es sólo un tributo del respeto de la gente a un líder que fue capaz de convertir el país de la pobreza en un país desarrollado y próspero?". Lopatonok escribió en la sinopsis que la producción de la película sobre Aliyev costaría 15 millones de dólares.

Otra sinopsis, para una película centrada en el presidente turco Recip Tayyip Erdogan, ofrecía al dirigente la oportunidad de pregonar su defensa de los intereses turcos. En estos términos: "Erdogan es turco y no tiene por qué basar sus acciones en los intereses de otros países. Pero, ¿qué intereses tiene? ¿Puede restablecer la Gran Ruta de la Seda? ¿Y tiene realmente planes expansionistas? ¿Qué pretende Erdogan? Él mismo debería responder a estas preguntas.Y sólo él. No deberíamos intentar adivinar [los planes de Erdogan] a partir de los posos del café, aunque sea un magnífico café turco que sólo saben hacer en Estambul".

El recorrido de los proyectos

No está claro hasta dónde llegó ninguno de estos proyectos, pero en una entrevista de 2021 en una proyección de Qazaq en Bakú, la capital de Azerbaiyán, Lopatonok habló de sus esperanzas para una futura película. "Este país tiene una cultura muy rica y colorida", declaró a los medios locales. "Haría una buena película sobre Azerbaiyán".

En una entrevista de 2018, Ibrahim Kalin, entonces portavoz de Erdogan, confirmó que habían recibido una propuesta para un documental sobre el presidente en la misma época en que Stone estaba en Turquía."Lo estamos estudiando", dijo. "Conozco la serie que hizo antes para el señor Putin".

El documental bielorruso de Lopatonok ya había comenzado su preproducción cuando se interrumpió tras la invasión rusa de Ucrania. Un documento obtenido por los periodistas muestra que estaba previsto que se rodara en diversos lugares de Bielorrusia, incluida la casa de la infancia de Lukashenko y una fábrica de leche. En cada lugar, se le harían al presidente una serie de preguntas:

"De qué le gustaría hablar:

– Infancia, trabajo como presidente de koljós [granja colectiva soviética], madre, padre, boda-esposa, hijos.

– Ser diputado, ¿por qué?

– Campaña presidencial previa a las elecciones, intento de asesinato

Acontecimientos de 2020:

– Bielorrusia independiente, ¿cómo la ve nuestro héroe ahora y en el futuro?

– ¿Los acontecimientos de 2020?

– Las elecciones, ¿quién ganó realmente?

– ¿Por qué la gente hizo cola todo el día en Minsk para votar a Tikhanovskaya?"

'La guerra', el proyecto más ambicioso

La propuesta más ambiciosa de Lopatonok, titulada La guerra, parece dirigida al Kremlin. Promete una valoración comprensiva del heroísmo ruso en el frente oriental durante la Segunda Guerra Mundial –un tema que obsesiona a Putin–, narrada por la estrella de Hollywood Hugh Grant y producida por el director de El Señor de los Anillos, Peter Jackson. Hugh Grant no respondió a las peticiones de comentarios. Jackson, a través de su agente, dijo que nunca había oído hablar del proyect0. "Me apena que roben así mi nombre y mi reputación, y lo he puesto en manos de mi abogado", afirma.

El objetivo de la película, según la presentación, era transmitir la "verdad" sobre el papel de Rusia en la guerra a un público internacional, evitando al mismo tiempo la apariencia de cualquier vínculo oficial con el país. Rusia, se lamenta, había sido "declarada culpable" de instigar la guerra. "Cualquier respuesta de la parte rusa se percibe de antemano como propaganda", se lee. El proyecto debía "producir un efecto tanto a nivel fáctico como emocional" a favor de Rusia

A pesar de los otros grandes nombres, es la asociación de Lopatonok con Stone –a quien se refiere como "Maestro", en español–, el centro de sus argumentos de venta. En La guerra, Stone era ofrecido como guionista y narrador, además de como productor. "Esta es una cualidad mágica en las películas de Oliver: envejecen muy bien, como el buen vino", escribió Lopatonok en un Instagram de 2022. "Estoy muy orgulloso de que mis películas con Maestro también mantengan esta cualidad".

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Aquí puedes leer el artículo origina en inglés en la web de OCCRP.

Con información de Kevin G. Hall, Kelly Bloss, Dan Mika, y Julia Wallace

Fact-checking a cargo del OCCRP Fact-Checking Desk

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