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Operación Tándem

La CNMV da ya por prescritos los delitos por las escuchas de Villarejo para el BBVA pese a que el caso está aún bajo secreto

El presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, Sebastián Albella

El presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Sebastián Albella, dio este jueves por prescritos los delitos derivados del presunto espionaje que, por encargo del BBVA, realizó entre 2004 y 2005 el entonces comisario José Manuel Villarejo. Y lo hizo pese a que la investigación, de carácter secreto, arrancó hace menos de un mes y ni siquiera se sabe por tanto en qué infracciones penales habrían incurrido los involucrados. La CNMV, dijo Albella, no emprenderá acciones legales ni acometerá una investigación interna.

Lo que, a través de las informaciones publicadas por moncloa.com y elconfidencial ha trascendido hasta ahora se resume así: que con el objetivo de desactivar el intento de desembarco del grupo Sacyr en el accionariado del BBVA, Villarejo pinchó entre 2004 y 2005 casi 4.000 teléfonos e interceptó 15.000 llamadas de políticos, empresarios y periodistas. Entre los espiados se encontraban los dos máximos responsables de la CNMV en aquella etapa: el presidente, Manuel Conthe, y el vicepresidente, Carlos Arenillas.

A tenor de los datos conocidos, el BBVA pagó a Villarejo más de seis millones de euros por sus servicios. El policía, y así lo recalca un auto por el que el juez Manuel García Castellón nombra administradores judiciales para varias de sus empresas, tejió una red de sociedades conectadas en muchos casos con paraísos fiscales. Y esos paraísos fiscales o territorios no cooperantes "vienen siendo utilizados para retornar desde el exterior" los fondos que le reportaban sus "ilícitos servicios contratados por clientes privados".

"Muchas otras prioridades"

Reproducidas por distintos medios, las palabras de Albella sobre el espionaje de Villarejo para el BBVA fueron estas: "Es un caso que ocurrió hace más de 12 años, por lo que creemos que ha prescrito. Yo fui nombrado en 2016 y ahora mismo tenemos muchas otras prioridades que eso, así que no vamos a tomar ninguna medida legal". 

"No soy muy partidario –añadió– de preocuparme ahora más de la cuenta o dedicar recursos a algo que ocurrió hace 12 o 13 años, por lo que mi inclinación a hacerlo [investigar] es limitada".

A preguntas de infoLibre, un portavoz oficial de la CNMV aseguró, vía correo electrónico, que Albella se había limitado a afirmar ante los periodistas  "que no es un experto penal pero que ha leído" que los eventuales delitos "estarían prescritos". 

La fuente confirmó que el organismo supervisor, encargado de velar por la limpieza de las operaciones que afectan a empresas cotizadas, no emprenderá acciones judiciales. Respecto a la posibilidad de una personación en el caso Villarejo –la Operación Tándem–  como entidad perjudicada por el trabajo clandestino que Villarejo y su agencia de investigación hicieron para el BBVA bajo el mandato de Francisco González, dicho portavoz precisó que esa opción no se ha planteado aún. 

Lo que Albella enfatizó por la mañana fue que la CNMV permanecerá muy vigilante para que el BBVA facilite al mercado información correcta y suficiente. El presidente de la CNMV entiende que esa información debe ser transparente respecto de los riesgos que afronta el BBVA. Y que debe incluir una "mención específica a los relacionados con la corrupción". Albella, no obstante, cree que el banco "está haciendo el trabajo que tiene que hacer".

La Operación Trampa, como el propio Villarejo bautizó el espionaje para impedir la entrada de Sacyr en el BBVA, afectó a miembros del Gobierno de Zapatero como el hoy exministro Miguel Sebastián. Los investigadores entienden que aquel no fue un episodio aislado sino un eslabón en lo que ya se perfila como una larga cadena de encargos por parte del banco al policía, hoy jubilado y en prisión desde que en noviembre de 2017 estalló el caso que engloba todas sus –presuntas– actividades ilegales: la Operación Tándem, cuya investigación corre a cargo del juzgado 6 de la Audiencia Nacional y ahora dirigida por su titular, Manuel García Castellón, tras la marcha del primer instructor del caso, Diego de Egea.

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La investigación judicial sobre el BBVA y sus pagos a Villarejo examinará así de forma conjunta no solo aquel espionaje a gran escala sino la serie completa de trabajos de inteligencia que el policía realizó para la entidad a lo largo de casi tres lustros, según adelantó este jueves infoLibre.

De la relación sostenida entre el BBVA y Villarejo ya han trascendido tres hitos desde el estallido de la Operación Tándem, que en noviembre de 2017 provocó el ingreso en prisión y con carácter preventivo del hombre cuyo apellido opera hoy casi como sinónimo de las denominadas cloacas del Estado. De esos tres hitos, el más importante por su magnitud y sus implicaciones políticas y económicas, es el del espionaje de Sacyr, cuya datación comienza en 2004 y que en apariencia constituye la primera misión realizada para el BBVA.

El segundo es el del exhaustivo rastreo sobre el emporio societario de la hoy desaparecida asociación de usuarios de banca Ausbanc y sus relaciones con jueces, desarrollado en los primeros años de la actual década. Y, de momento, el tercero y último es el contrato que en 2016 suscribió de nuevo el banco con el policía con el objetivo oficial de que auditase la seguridad de un crucero en el que planeaba hacer una travesía por el Egeo el entonces presidente de la segunda entidad financiera del país, Francisco González.

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