Investigación

El director de Elder dejó la residencia para declarar como testigo de Nacho Villa en un juicio por malversación en Madrid

El director de Elder fue elegido concejal del PP en Tomelloso en 2019.

El 9 de marzo de 2020, en la residencia Elder de Tomelloso (Ciudad Real) tenían a dos personas con sintomatología del coronavirus. El día 10, el Patronato de la fundación que es dueña del centro mantuvo una reunión extraordinaria en la que decidió cerrar sus puertas para evitar contagios. Y, pese a todo ello, el director de Elder decidió marchar el día 11 a Madrid para declarar como testigo en un juicio que se celebraba en el Tribunal de Cuentas y abandonar así su responsabilidad al frente de la residencia. En el banquillo se sentaba el periodista Nacho Villa, acusado de malversar fondos públicos.

El director de Elder, José Manuel Sampedro, es periodista de formación. Según consta en su perfil de Linkedin, se licenció en 2012 en la Universidad San Pablo-CEU. En julio de 2013 entró a trabajar en la Radiotelevisión de Castilla-La Mancha (RTVCM), medio público que dirigía entonces Nacho Villa. Pocos meses después, en marzo de 2014, Villa nombró a Sampedro delegado territorial en Ciudad Real, cargo que ocupó durante año y medio. Sin ningún tipo de experiencia en el sector sociosanitario, Sampedro pasó de la tele a la residencia Elder, donde empezó a trabajar en febrero de 2017. Diez meses después fue nombrado director. El centro es propiedad de una fundación del mismo nombre, que preside su padre. En 2019 entró en política al ser elegido concejal del PP en Tomelloso.

Mientras estaba en Madrid esperando a declarar en el Tribunal de Cuentas, Sampedro recibió una llamada de la coordinadora de Enfermería de Elder, informándole del primer positivo por covid de un residente, un hombre que estaba hospitalizado. Poco después, Sampedro comunicó a su equipo de confianza en Elder que se encontraba mal y no podría regresar al centro. Estuvo cinco días sin aparecer por la residencia.

En Elder fallecieron 75 personas durante la primera ola de la pandemia, entre marzo y mayo de 2020. Casi la mitad de los 160 residentes que vivían allí. En las primeras semanas, se contagiaron prácticamente todos. Solo cuatro dieron negativo cuando les hicieron las pruebas PCR.

infoLibre publicó este miércoles la reconstrucción de lo que ocurrió en la residencia aquellas semanas fatídicas, a partir de las declaraciones realizadas por los seis testigos que declararon en la causa judicial abierta contra Sampedro. Entre esos testigos están los tres mandos intermedios que tenía en aquel momento Elder: Ángel S.M., el coordinador de auxiliares; Marisa R.A., la gobernanta, y María del Mar H.M., la supervisora de Enfermería. Sus declaraciones testificales son detalladas, coincidentes y dibujan a un Sampedro completamente incapaz de hacer frente a la situación.

El juez de instrucción, Daniel Vicente Pérez, ordenó el pasado 9 de diciembre el archivo de la causa abierta contra Sampedro. El auto de archivo ha sido recurrido por el abogado de las siete familias de residentes fallecidos que denunciaron a Sampedro. La decisión está ahora en manos de la Audiencia Provincial de Ciudad Real. La Fiscalía, antes de leer el recurso del abogado, ya anunció que no recurriría el archivo. Como desveló infoLibre, el Ministerio Público mantuvo durante toda la instrucción judicial una actitud completamente pasiva, hasta el punto de que ni siquiera asistió a la declaración de Sampedro, porque la fiscal encargada del caso “estaba de vacaciones”.

“Se me iba y venía la cabeza”

El martes 10 de marzo, José Manuel Sampedro anuncia a su equipo que al día siguiente no estará en la residencia. No les explica la razón exacta, sólo que tiene un “compromiso ineludible” fuera de Tomelloso. Esa cita es una declaración como testigo en el Tribunal de Cuentas de Madrid.

Un testigo tiene la obligación legal de declarar. Pero la persona citada puede solicitar que su declaración se realice por videoconferencia o incluso que se aplace su testimonio, siempre que haya razones de peso que lo justifiquen. Los juristas consultados por infoLibre, a los que expuso el caso, no tienen duda sobre lo que debería haber hecho Sampedro: “Dadas las circunstancias habría sido lógico y razonable que hubiera pedido la videoconferencia, tanto por permanecer al frente de la residencia como por poder ser él mismo un vector de contagio”.

El pasado lunes, infoLibre trasladó a Sampedro varias preguntas relacionadas con su declaración ante el Tribunal de Cuentas, pero el director de Elder no contestó a las mismas [puedes leer las cuestiones planteadas al final de esta información].

Sin embargo, Sampedro sí se refirió a lo que ocurrió aquel 11 de marzo en su comparecencia como investigado ante el juez Daniel Vicente Pérez. Este periódico ha tenido acceso al contenido íntegro de dicha declaración, que se produjo el pasado 27 de julio.

Yo estaba en el Tribunal de Cuentas por un juicio como testigo, que además se había suspendido anteriormente”, explica Sampedro cuando el instructor se centra en lo ocurrido en la jornada del 11 de marzo. El director de Elder continúa así su relato: “Ese día yo me empiezo a encontrar muy mal. Yo estoy en la sala de espera del Tribunal de Cuentas esperando para declarar, que además recuerdo que me tocó el último, en torno a la una y media de la tarde, y yo me encontraba muy mal. Es decir, se me iba, se me venía la cabeza, me dolía muchísimo, tenía un malestar general impresionante, escalofríos, sentía como que tenía fiebre, pero no me podía tomar la temperatura porque no estaba en casa”.

Al contrario que los testigos, que tienen la obligación de decir la verdad, un investigado puede mentir. Pero si las palabras de Sampedro fuesen ciertas, su actuación habría sido llamativa. Primero, porque una persona a quien “se le va y viene la cabeza”, sin duda no está en las mejores condiciones para declarar como testigo en un juicio. Y, sobre todo, por la imprudencia de entrar a declarar con un estado de salud tan preocupante –además de los vaivenes de la cabeza, sufría “un malestar general impresionante” y “escalofríos”–, y cuando además ya tenía la certeza de que un residente de Elder había dado positivo en covid. Lo prudente habría sido evitar cualquier contacto con terceros.

Sin embargo, situar ese malestar en la mañana del miércoles tiene una ventaja para Sampedro: descarta la hipótesis de que cuando regresó a Tomelloso, dejó de ir a la residencia por miedo a contagiarse. No habría una relación de causa-efecto entre conocer que el virus ya había entrado en Elder y anunciar que no iba al centro, puesto que su malestar físico habría empezado antes o al mismo tiempo de recibir la noticia. Fue su propio abogado defensor, Juan José Losa, quien quiso descartar esa posibilidad durante la declaración judicial del director de Elder:

– Abogado defensor: ¿Usted entiende que se inhibió por miedo en algún momento?

– Sampedro: No, porque si yo hubiera tenido miedo no habría vuelto. Yo cuando vuelvo es cuando se está produciendo la explosión.

“Una presión en el pecho, no podía respirar”

En la tarde del miércoles 11, Sampedro regresa a Tomelloso. El malestar no remite, al contrario. Así le explica la jornada del día 12 al juez instructor: “Me levanto con 38 y medio de fiebre. Yo llevaba sin tener fiebre desde pequeño y me encontraba muy mal. Yo ese día, y en días posteriores, llamo tanto al centro de salud como al número covid. A mí no me coge el teléfono nadie. Había colapso. Decía que dejaras el número de teléfono y que luego te llamaban. A mí nunca me llamó nadie. Mi intención era decir cómo me encontraba yo y que alguien me diera una solución sobre qué podía hacer, si tenía que ir a trabajar, si no tenía que ir a trabajar porque en aquel momento no se hablaba ni de cuarentenas ni de nada. No la recibí la solución porque no me cogían el teléfono. Pero mis llamadas están en mi factura”.

A priori, “si no se hablaba ni de cuarentenas ni de nada”, sería extraño que en el centro de salud le fuesen a decir por teléfono a Sampedro si tenía que ir o no a trabajar, puesto que eso sería hablar de cuarentenas. Sea como fuere, el cuadro clínico del director de Elder no dejaba de empeorar: “Yo tanto el viernes como el sábado la verdad es que estaba bastante mal, tenía una presión en el pecho, no podía respirar”. Es decir, el viernes 13 y el sábado 14, tenía todos los síntomas que entonces se asociaban al covid: fiebre y baja saturación. Pero Sampedro siguió sin pedir ayuda médica. Según se desprende de su declaración judicial, en todo momento seguía en contacto telefónico con su equipo en Elder y realizando todo tipo de gestiones para ayudar desde la distancia a frenar la crítica situación que se vivía en la residencia.

Recuperación súbita

Entonces ocurrió algo inesperado. Se conocen cientos de casos de personas con covid que estaban bien y, en apenas 24 horas, fallecieron. Sampedro, con síntomas de covid pero aún sin diagnóstico, experimentó en cambio el proceso inverso: una recuperación súbita. “Yo el domingo ya me encuentro un poco mejor”, le dice al juez, y el lunes “a las nueve y media” de la mañana acude a Elder. Lo hace básicamente como un ejercicio de responsabilidad. Estas son sus palabras: “Acudo porque, aparte de encontrarme mejor, me encontraba muy nervioso, muy preocupado. Es decir, yo sé cómo es mi manera de trabajar. A mí me gusta trabajar en equipo, pero me gusta llevar las riendas yo. Y sé cómo es mi equipo, y sé cómo trabajan conmigo. Y sé que si no estaba yo, faltaba un puntal muy importante porque ellos me suelen consultar a mí todo. Y desde casa no es lo mismo. Entonces yo decido volver porque creo que con responsabilidad, si estoy mejor, es lo que debo hacer. Y llevar las riendas del centro”.

Si hacemos caso a lo que declararon los tres mandos intermedios de Elder–, el regreso de un “puntal tan importante” no sirvió para nada.

– Juez: ¿Quién dirigió el centro el lunes 16? ¿Estaban supervisados por alguien?

– Marisa: No. Estábamos Ángel y yo conforme nos iban surgiendo las cosas. Él [Sampedro] no se pronunciaba.

[...]

– Abogado acusación: Cuando se reincorpora el día 16, ¿adopta alguna medida?

– Mar: No. Nos decía que en qué ayudaba. Que qué hacía.

Pero el testimonio clave respecto a ese momento es el que proporciona Ángel, puesto que incide en el tema de la recuperación exprés de Sampedro y ofrece una posible clave sobre la causa de su curación: “La noche del domingo o por la mañana, no sé cuando, me escribió y me dice ‘Ángel, sigo malo, no voy a ir’. Y ya fue cuando por redes empezó a circular que el director no estaba yendo a la residencia y tal. Y de repente, cuando estábamos en el reparto de comidas, llegó y nos dijo que qué tenía que hacer. Le pusimos una bata de las que nos había dado el Sescam. Y lo primero que hizo al llegar fue: ‘¿Me podéis decir qué residente no tiene síntomas para hacerme una foto?’. Marisa y yo nos quedamos como diciendo, la prioridad aquí ahora mismo es otra. Yo hice caso omiso totalmente a eso, ni le contesté y me fui a seguir mi marcha. Yo ahí ya dije, si después de la que tenemos aquí liada lo más importante es esto, apaga y vámonos”.

En la noche del sábado 14 habían fallecido cinco mayores en la residencia. El centro estaba sin médico y el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam) decidió realizar una primera actuación en la tarde noche del domingo 15. Envió varias UVIs móviles al centro. Tras analizar la situación, los médicos deciden derivar a nueve residentes: cinco al hospital de Tomelloso y cuatro al de Villarrobledo. Al día siguiente, el personal del Sescam realizó pruebas PCR a casi medio centenar de residentes.

Recapitulemos: el sábado 15 Sampedro está en su casa con problemas para respirar, y es el cuarto día en que se encuentra mal después de que el 11 empezasen los vaivenes de la cabeza y los escalofríos; el domingo 16 por la noche el Sescam envía UVIs a Elder y en la localidad se empieza a extender el rumor de que el director está desaparecido, y el lunes 17 a las nueve y media de la mañana Sampedro ya está a las puertas del centro charlando con los sanitarios que están haciendo las pruebas PCR a los residentes, según explicó él mismo. Y regresa a un centro lleno de mayores enfermos, sin que conste en ningún momento que es negativo en covid.

En una de las pocas cuestiones que pudo plantear el abogado de la acusación a Sampedro sin que el juez le interrumpiese, Luis Miguel Polo preguntó precisamente por este asunto:

– Abogado acusación: ¿Volvió con síntomas a la residencia?

– Sampedro: Cuando vuelvo es porque estoy bien. Obviamente no me encuentro al cien por cien, pero creo que me encuentro bien para trabajar. De hecho lo consulto con mi médico y creemos conveniente que me puedo incorporar a trabajar.

Cuándo consiguió consultar Sampedro con su médico es otro misterio, porque recordemos que antes había declarado que todos sus intentos de contactar con el centro de salud y con el número covid habían sido infructuosos: “A mí nunca me llamó nadie”.

El martes 17, el Sescam le comunicó a Sampedro que iba a intervenir Elder, lo que suponía apartarle del cargo y nombrar a un director provisional. El viernes 20, le dieron la baja médica por covid.

Su testimonio en el Tribunal de Cuentas

Hemos visto que Sampedro, pese a estar convencido de ser un “puntal muy importante” que su equipo en Elder necesitaba tener cerca, el día 11 de marzo abandona la residencia para ir a Madrid al Tribunal de Cuentas. Allí se celebra un juicio por malversación contra su exjefe en la Radiotelevisión de Castilla-La Mancha, Nacho Villa, y Sampedro está citado a declarar como testigo.

Villa fue director general del medio autonómico entre julio de 2011 y septiembre de 2015. Lo colocó en el puesto la entonces presidenta regional y secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal. Durante el mandato de Villa fueron innumerables las denuncias de los periodistas del medio público por “manipulación”, hasta el punto de que entre los sectores críticos se empezó a hablar de “TeleCospedal”.

Pero el periodista de confianza de Cospedal no estaba lógicamente en el Tribunal de Cuentas por sus decisiones informativas, sino acusado de malversar dinero público. Había utilizado dos tarjetas Visa oro a su nombre para realizar pagos con cargo a una cuenta del ente público que no estaban relacionados con su actividad profesional, además de extraer de cajeros dinero en efectivo. La mayoría eran gastos en restaurantes y hoteles, pero también había facturas de establecimientos de bricolaje y decoración, perfumerías o joyerías.

El periodista sostenía que todos los gastos guardaban relación con su cargo de director general del medio público. Muchos de ellos eran de diferentes localidades de la región, a las que acudía cuando la radiotelevisión retransmitía algún evento. En la sentencia en segunda instancia del Tribunal de Cuentas, se indica que esta versión fue respaldada por los testigos, entre los que estaba Sampedro: “En el interrogatorio de los testigos, éstos manifestaron que era práctica habitual de Don Ignacio Villa Calleja realizar continuos viajes para asistir a todas las retransmisiones que realizaba RTVCM de eventos deportivos, taurinos, festivales culturales, teatrales o musicales, carnavales, entregas de premios, fiestas populares, etc. Aprovechando estos viajes, mantenía también reuniones de trabajo con personas relacionadas con el evento retransmitido, autoridades locales o responsables territoriales de RTVCM”.

En primera instancia, en julio de 2020, el Tribunal de Cuentas condenó a Villa a devolver al ente público autonómico 69.349 euros. También fueron condenados por los mismos hechos los tres directores financieros que había tenido RTVCM, por contabilizar de forma ilegal los gastos del periodista. Villa y el resto de condenados presentaron recurso de apelación y el Tribunal realizó un nuevo cálculo que situó la cantidad malversada en 68.172 euros. La cifra es muy similar, pero a ella se llegó después de incorporar una serie de gastos y de excluir otros. Entre estos últimos, tal y como pedía Villa, el Tribunal consideró justificados todos los relacionados con desplazamientos a lugares de la región desde donde RTVCM realizaba retransmisiones, en línea con lo declarado en el juicio por los testigos.

"En periodismo no todo vale"

Durante el año y medio que ejerció como delegado territorial en Ciudad Real de la televisión pública, Sampedro también protagonizó varias polémicas.

En junio de 2014, la Asociación de la Prensa de Ciudad Real publicó un comunicado criticando que hubiese incluido en una noticia parte de una “conversación privada” con la jefa de prensa de la Diputación. “El hecho no puede pasar desapercibido para esta junta directiva puesto que choca frontalmente contra los principios que rigen la deontología periodística. En periodismo no todo vale y emplear métodos indignos para hacer una información sólo mancha el nombre de uno mismo y del medio para el que se trabaja”, sostenía la asociación profesional.

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En octubre de aquel año, los representantes de los trabajadores de la televisión pública denunciaban el despido de una periodista que llevaba ocho años trabajando en la delegación de Ciudad Real. "El caso resulta aún más bochornoso si se tiene en cuenta que José Manuel Sampedro –de tan breve experiencia y tan escasa trayectoria profesional– disfruta desde hace unos meses de un contrato indefinido como redactor audiovisual de RTVCM, sin que a los representantes legales de los trabajadores les conste a qué plaza se adscribe dicha contratación", añadían.

María Dolores de Cospedal dejó de ser presidenta autonómica en julio de 2015. Dos meses después, Villa y Sampedro cesaron en sus respectivos cargos.

En 2019, el ya director de Elder decidió entrar directamente en política. El PP lo incluyó en las listas para las elecciones municipales de Tomelloso y Sampedro resultó elegido concejal. Tuvo que dimitir en diciembre de 2020, dos semanas después de ser imputado en la causa que ahora ha archivado el juez.

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