La profesión médica empieza a rejuvenecer
Hace años comenzó a advertirse de un fenómeno que preocupaba, y mucho, a buena parte de la profesión sanitaria: los médicos y médicas eran cada vez mayores. Si echamos la vista atrás en el archivo del Instituto Nacional de Estadística (INE), puede comprobarse. En 2012, hace una década, los profesionales menores de 35 años suponían tan sólo el 17,6% del total de colegiados. En números absolutos, eran 40.201 de 228.917. En paralelo, el porcentaje de sanitarios y sanitarias que entonces tenían entre 55 y 64 años era del 23,6% (eran, en concreto, 53.965). Ahora, esos porcentajes se han acercado, según los últimos datos publicados por el INE y analizados por el Sindicato Médico de Granada e infoLibre.
¿Qué ha pasado en estos diez años? Según los expertos, por el camino se han aumentado progresivamente las plazas para médicos internos residentes (MIR) y, a la vez, ya han terminado las jubilaciones de una parte de la profesión que ya estaba envejecida.
El proceso ha sido muy progresivo. Fue en 2016 cuando empezó a producirse este rejuvenecimiento. En ese momento, los menores de 35 suponían el 17,7% del total y los profesionales en activo mayores de 55 —es decir, los más mayores que todavía no se habían jubilado—, el 31,6%. Desde entonces, el primer porcentaje ha ido en aumento y el segundo en descenso. Hasta llegar a las últimas cifras, en las que los mayores de 55 que siguen trabajando han descendido hasta suponer un 27,3% del total.
Según las estimaciones, esto seguirá ocurriendo. O, al menos, esa es una de las conclusiones a las que se llegó en el Informe Oferta-Necesidad de Especialistas Médicos 2021-2035, publicado en enero de 2022 por el Ministerio de Sanidad. Las cifras que recoge hablan de que "en 2021 el 43% de los médicos activos tenía más de 50 años y el 18%, más de 60". "La tendencia de ambos indicadores es de rejuvenecimiento; las proyecciones indican que el porcentaje de médicos con 50 y más años se reducirá en torno a 8 puntos pocentuales en 2035 (hasta el 34,7%). Los mayores de 60 años representarán en 2035 apenas el 12,1% del total", indican las autoras.
El coordinador del Centro de Estudios del Sindicato Médico de Granada, Vicente Matas, opina igual. "Esto es sólo un comienzo. Parece que la edad de los médicos irá descendiendo progresivamente", indica.
Pero, ¿por qué ocurre este fenómeno? En primer lugar, según el experto, porque todos los profesionales que estaban hace una década en una edad cercana a la jubilación ya están retirados. Por eso, de hecho, los mayores de 70 años han aumentado en números absolutos. Si en 2012 eran 16.394, en 2022 esa cifra llegó hasta los 35.476. "Todavía quedan años de jubilaciones, pero se van a ir moderando poco a poco porque está descendiendo el número de profesionales en edad de jubilación", explica Matas. En 2016, por ejemplo, había 70.988 colegiados y colegiadas entre 55 y 64 años (lo que suponía un 28,6% del total); ahora son 62.306 (el 21,3%).
En paralelo, ha ocurrido otro fenómeno: las plazas MIR han aumentado. En 2016 se adjudicaron 6.097; en 2022, 8.095. El incremento en estos años, por tanto, ha sido de un 32,8%.
Sin embargo, según apuntan los expertos consultados, de nada sirve aumentar las plazas si las condiciones laborales provocan que, tras finalizar la residencia, los profesionales se marchen. "Los que están llamados a sustituir a los ya jubilados y a quienes se van a jubilar próximamente son un grupo de personas que han nacido en una época sin fronteras y sin barerras en el idioma, por lo que muchos se van porque retener el talento en este país es bastante complicado. Hay malas retribuciones y mucha exigencia laboral", explica el ex secretario general de Amyts, Julián Ezquerra.
Por ahora, aun así, este fenómeno no supone un problema. "Las migraciones de médicos españoles hacia otros países son cualitativamente importantes por lo que representan (inversiones en capital humano cuyos retornos se recogen fuera) pero cuantitativamente representan números pequeños en relación al total de egresados anuales en Medicina, según las cifras de la OCDE", señala Sanidad en su informe. Según los últimos datos del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM), en 2022 se dieron de baja 358 profesionales para trabajar en el extranjero, un 10% menos que en 2021.
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En cualquier caso, los datos no se pueden leer de forma global, puesto que hay algunas especialidades que sí tienen déficit de profesionales y un horizonte con pocas soluciones. Es lo que le ha pasado, por ejemplo, a la atención primaria. Según el informe de Sanidad, esta especialidad "se configura como un problema esencial para el Sistema Nacional de Salud". Es, de hecho, la segunda especialidad más envejecida: uno de cada tres médicos y médicas de familia tiene 60 o más años y el 60,2%, más de 50. "Tenemos que ponernos las pilas. No sirve de nada aumentar las plazas por ejemplo en esta especialidad si luego las condiciones hacen que nadie quiera trabajar en ella", coincide Matas.
Los últimos datos parecen además confirmar este hecho. Este año quedaron vacías, en la primera vuelta de adjudicación de los residentes (MIR), 202 plazas de la especialidad de Medicina de Familia y Comunitaria, un número que finalmente se redujo a 131 después de que el Ministerio de Sanidad aprobase una segunda vuelta de la adjudicación. En 2022 quedaron vacías 93 plazas de esta especialidad. Por eso es una de las que "peores pronósticos de déficit" tiene.
Sin embargo, no es la única. Según el informe del departamento de José Manuel Miñones, Anestesiología y Reanimación, Geriatría, Psiquiatría y Radiodiagnóstico son otras que actualmente tienen un gran déficit de profesionales. Y coinciden, además, "con las de mayor necesidad futura".
