La Universidad de Harvard ha vuelto a demandar a la Administración del presidente estadounidense, Donald Trump, después de que esta revocara su permiso para matricular a estudiantes extranjeros (que suponen la cuarta parte del estudiantado) por presunto "antisemitismo" de la institución, informa EFE.
En la demanda, interpuesta hoy en un tribunal del distrito de Massachusetts, el centro educativo argumenta que esta revocación es una "violación flagrante de la Primera Enmienda" y una "represalia contra Harvard" por rechazar "sus exigencias de controlar la institución, su plan de estudios y la ideología de profesores y estudiantes".
La Universidad, la más prestigiosa de Estados Unidos, asegura que las acciones de la Administración son "ilegales", hacen caso omiso de la propia normativa del Gobierno y carecen "de una explicación racional".
El Gobierno de Donald Trump prohibió ayer a Harvard matricular en adelante a estudiantes extranjeros, en una grave escalada en el conflicto que los enfrenta desde hace varios meses, y conminó a los actualmente inscritos a trasladarse a otras universidades so pena de perder su estatus migratorio.
La decisión fue comunicada en una carta remitida a Harvard y firmada por la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, que indicaba que el programa de la Universidad para Estudiantes y Visitantes Extranjeros ha sido revocado.
En su denuncia, la institución afirma que la certificación de Harvard para acoger a estudiantes extranjeros es "esencial" para que estos permanezcan legalmente en el país mientras completan sus cursos, y la revocación de este permiso ha "desbaratado innumerables programas académicos, laboratorios de investigación y clínicas y cursos".
Además, asegura que cumplió con los requisitos enviados por la Administración el pasado abril para conservar su financiación y facilitó información sobre los alumnos con visados de estudiante al Gobierno, tal y como este solicitaba.
"Para los estudiantes y académicos internacionales afectados por la acción de este jueves, sabed que sois miembros vitales de nuestra comunidad. Vosotros sois nuestros compañeros de clase y amigos, nuestros colegas y mentores", escribió hoy el presidente de Harvard, Alan Garber, en la página web de la Universidad.
Harvard ya demandó el pasado abril a la Administración republicana con el fin de recuperar su financiación federal, congelada (2.600 millones de dólares) por incurrir en supuestas conductas antisemitas.
La prestigiosa institución es una de las universidades que han visto amenazada su financiación por informes del 'Grupo de trabajo federal para combatir el antisemitismo', creado por Trump, por aplicar políticas de 'discriminación positiva' o por no dar cabida a lo que el Gobierno califica como "diversidad de ideas".
Las acusaciones de antisemitismo vertidas por el líder republicano hacen referencia sobre todo a las protestas propalestinas que tuvieron lugar el año pasado en la Universidad de Columbia (Nueva York) y que se extendieron a otras facultades estadounidenses.
Indignación en Harvard ante el cerco de Trump: "El campus vive un momento hostil"
En el campus, la indignación es palpable. La ceremonia de graduación tendrá lugar el próximo jueves y entre carpas en construcción y un flujo constante de turistas, quienes no se han ido a casa por el fin de semana largo del Día de los Caídos (el lunes) aprovechan para hacerse sus primeras fotos con la toga y el birrete entre la incertidumbre por su situación o la de sus compañeros y el orgullo por haberle hecho frente a Trump.
Wilson, de 27 años y de Taiwán, se preparó durante dos años para ser aceptado. Apenas lleva tres meses en Estados Unidos y si la amenaza de Trump se materializa debería volver a casa. "Todavía estoy en shock y un poco triste, porque tengo muchos planes aquí. No estoy preparado para volver", señala a EFE este estudiante de Artes y Ciencias.
Pocos alumnos quieren hablar con la prensa y muchos de los que se prestan a hacerlo prefieren pronunciarse solo con su nombre o bajo la condición de anonimato.
Mohamed, el que piensa que el centro atraviesa un momento hostil, no está personalmente afectado, pero sí muchos de sus compañeros. Ellos son los que hacen que, en su opinión, "Harvard sea Harvard" y sin los que él no acaba de ver un futuro para la institución.
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"Básicamente lo que el Gobierno está haciendo es limitar la capacidad de Estados Unidos para progresar al impedir que algunas de las mentes más brillantes vengan aquí, estudien y hagan avanzar al país", señala a EFE.
Entre quienes sí pueden ver revocada tanto su matrícula como su visado hay alumnos que prefieren no caer en el pesimismo: "Lo peor que me puede pasar sería volver a mi país. Nunca me ha asustado nada", sostiene uno de ellos. Es africano, se encuentra en su segundo año y coincide en que en las aulas "los ánimos están bajos".
La universidad, no obstante, no es la única afectada. La de Columbia, por ejemplo, se encuentra en negociaciones para recuperar los fondos federales que Trump le canceló tras acusarla de tolerancia con el antisemitismo y exigirle cambios, y desde el Ejecutivo ya se ha subrayado que el veto aplicado a Harvard es un aviso para el resto.
La Universidad de Harvard ha vuelto a demandar a la Administración del presidente estadounidense, Donald Trump, después de que esta revocara su permiso para matricular a estudiantes extranjeros (que suponen la cuarta parte del estudiantado) por presunto "antisemitismo" de la institución, informa EFE.