El conflicto palestino-israelí: casi una década de crímenes de guerra bajo la lupa de la Corte Penal

Un niño camina entre los escombros que han dejado los bombardeos sobre Gaza.

Oriente Próximo se incendia de nuevo. Cuarenta y ocho horas después de la ofensiva de Hamás sobre Israel, la guerra abierta entre las milicias del grupo islamista y el Estado hebreo ha dejado ya más de un millar de muertos y alrededor de cinco millares de heridos en ambos bandos. Todo apunta, además, a que el conflicto se recrudecerá. "Estamos luchando con animales y actuaremos de la misma manera", ha advertido este lunes el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant. Una escalada de enfrentamientos que, con toda seguridad, acabará incluida en la compleja investigación que desde hace años mantiene abierta la Corte Penal por posibles crímenes de guerra en Palestina. Pesquisas que ponen bajo la lupa casi una década de excesos por parte del Ejército israelí y los grupos armados palestinos.

El eterno conflicto palestino-israelí se reactivó de nuevo el pasado sábado, con el ataque por tierra y aire de las milicias de Hamás contra diferentes puntos del Estado hebreo. Un movimiento sin precedentes al que Israel ha respondido con la movilización masiva de reservistas, una campaña de bombardeos y el "completo asedio" sobre la Franja de Gaza. "No habrá ni comida ni electricidad", ha señalado Gallant. Los enfrentamientos han dejado ya más de 1.200 muertos, más de dos centenares de ellos en el área desértica próxima a la franja de Gaza donde se celebraba en la madrugada del sábado un festival de música electrónica. Además, hay más de un centenar personas tomadas como rehenes por grupos palestinos. Y dos españoles desaparecidos.

La escalada ha puesto en alerta a la comunidad internacional. Desde Estados Unidos ya se ha anunciado el envío de ayuda militar a Israel, mientras que la Comisión Europea ha comunicado públicamente que congela temporalmente los pagos de ayudas al desarrollo a Palestina. Un conflicto que, además, podría acabar sobre la mesa de la Corte Penal Internacional. Aunque el Estado hebreo no forme parte del Estatuto de Roma, el palestino lo ratificó a comienzos de 2015. Y, por lo tanto, el tribunal tiene competencia para estudiar los excesos que se hayan podido cometer por las dos partes en conflicto. "Habrá que ver la calificación que puedan tener los hechos", señala en conversación con infoLibre Concepción Escobar, miembro de la Comisión de Derecho Internacional de la ONU.

La competencia de la Corte Penal Internacional para abordar los crímenes cometidos en el marco del conflicto palestino-israelí fue, durante años, objeto de profundo debate. Pero la discusión quedó zanjada al inicio de 2021, cuando la sala de cuestiones preeliminares del tribunal de La Haya, por dos votos frente a uno, consideró que el organismo tenía margen normativo para ocuparse de esta cuestión. Un mes después, en febrero de ese mismo año, la fiscal de la Corte Fatou Bensouda anunció la apertura de una investigación formal por posibles crímenes de guerra en suelo palestino. "Se llevará a cabo de forma independiente, imparcial y objetiva, sin miedos ni favores", señaló Bensouda, quien pidió "paciencia" a las víctimas.

Excesos en ambos bandos desde 2014

Las pesquisas, que se circunscriben a Gaza y Cisjordania –incluyendo Jerusalén Oriental–, ponen la lupa tanto sobre las Fuerzas Armadas israelíes como sobre los grupos armados palestinos. Y se centran en todos aquellos hechos producidos a partir de junio de 2014, que es cuando las autoridades palestinas aceptaron por medio de una declaración la jurisdicción de la Corte antes de ratificar el Estatuto de Roma. Eso incluye, por ejemplo, la operación Margen Protector, que dejó 2.251 palestinos –1.462 civiles, 551 de ellos niños– y 73 israelíes –67 militares y 6 civiles– muertos. O las escaramuzas de mayo de 2021 entre el Ejército del Estado hebreo y Hamás, que se saldaron con más de dos centenares de fallecidos.

Amnistía Internacional lleva años denunciando los abusos cometidos tanto por Israel como por grupos armados palestinos. A ambas partes las acusa de crímenes de guerra por sus ataques indiscriminados contra la población civil. Y al Estado hebreo, además, de imponer "un régimen de opresión y dominación institucionalizado contra el pueblo palestino" allí donde ejerce "control sobre sus derechos". "Actos crueles e inhumanos como la confiscación masiva de tierras y propiedades, los homicidios ilegítimos, las lesiones graves, los traslados forzosos, las restricciones arbitrarias de la libertad de circulación y la denegación de la nacionalidad, entre otros, hacían a las autoridades israelíes responsables del crimen de lesa humanidad de apartheid", completaban.

La investigación iniciada por la Corte Penal Internacional aún sigue abierta. Y los posibles abusos cometidos en el marco de esta nueva escalada bélica en el conflicto palestino-israelí se podrán incluir en el marco de ese procedimiento. "Siempre y cuando, eso sí, se hayan cometido en la zona en la que se centran las pesquisas iniciadas", cuenta Escobar. No obstante, si afectan a otros territorios diferentes, nada impide que se pueda abrir otra investigación diferente. "Para ello, bastaría con que Palestina o cualquier otro Estado presentasen una denuncia", señala la catedrática de Derecho Internacional Público.

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Lo vivido en las últimas horas sobre el terreno podría encajar perfectamente dentro de la calificación de crímenes de guerra. El Estatuto de Roma incluye bajo este concepto ataques dirigidos de forma intencional contra "población civil", "bienes civiles" o instalaciones médicas. En este sentido, los bombardeos israelíes sobre la Franja de Gaza han provocado la muerte a cerca de un centenar de niños, mientras que cientos de civiles israelíes han perdido también la vida durante la ofensiva lanzada por Hamás. Y desde Médicos sin Fronteras, además, han denunciado ataques del Estado hebreo contra sus ambulancias en la zona.

El derecho internacional, del mismo modo, considera como crimen de guerra la toma de rehenes. En este sentido, la incursión de las milicias palestinas en Israel se saldó con el secuestro de al menos 130 personas, entre los que se encuentran civiles y militares. Y, de hecho, el brazo armado de Hamás amenaza con ir ejecutando a todos ellos si continúan los bombardeos israelíes sobre la Franja. "Cualquier ataque contra casas inocentes en Gaza sin previo aviso y alerta se enfrentará a la ejecución pública de un rehén", ha señalado en un comunicado Abu Obeida, portavoz de las brigadas Al Qasam. Un asesinato que, según ha completado, será "de rehenes civiles, no militares".

Escobar, sin embargo, recuerda que este tipo de investigaciones que lleva a cabo la Corte Penal Internacional son "enormemente complejas". Y no es raro, por lo tanto, que se prolonguen durante años. "Es muy complicado en muchos casos la obtención de pruebas y no es raro que se encuentren también con problemas de cooperación", asevera la integrante de la Comisión de Derecho Internacional de Naciones Unidas. De hecho, la investigación abierta sobre crímenes de guerra en Palestina no gusta a todo el mundo. Ha sido rechazada, además de por Israel, por Estados como Reino Unido, Australia, Alemania o Canadá. Todos ellos consideran que la Corte Penal Internacional no puede abordar este asunto al carecer Palestina "de la necesaria condición de Estado con arreglo al derecho internacional".

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